3. Chico listo, el rarito, el marginado

9 4 0
                                    

Es de noche y Dani vuelve a estar debajo de la cama. Si por él fuera, no habría salido de allí en todo el día, pero tiene examen al día siguiente de la materia que peor se le da: matemáticas. El curso pasado le quedaron un montón de asignaturas, pero las aprobó por los pelos en septiembre.

Dani es un chico listo, o eso era lo que solían decir sus padres cuando quedaban con otros padres para presumir de hijos. Pero hace tiempo que ya no pueden decir eso sin que sea mentira. Creen que se ha vuelto un tonto, un vago, un inútil, o las tres cosas a la vez. Y es que en un pueblo los rumores crecen muy rápido.

Dani, el que antes era el más popular de su clase, al que nunca le habían faltado amigos. De repente se vio inmerso en el rol que siempre había visto desde fuera, y al que nunca había querido abrir los ojos.

El rarito del pueblo, el marginado.

Los chicos de la clase ya acabaron con su mejor amigo, y ahora que no está, van a por él.

Mientras nada en sus propios pensamientos, de repente recuerda lo que vio esta mañana. Esa frase grabada en el pupitre. Reconoce la letra, la ha visto mil veces. Pero ¿por qué le extraña tanto? Sabe que Miguel, ese chico más delgado que un fideo y con una mata de pelo rizado que le hace sudar mucho en verano, siempre ha sido el juguete preferido de sus compañeros.

Quizá porque es demasiado inteligente. O demasiado sincero. O demasiado mordaz.

El caso es que Miguel salió corriendo una noche de febrero, y desde entonces...

Días enteros de intensa búsqueda, la gente del pueblo tan preocupada y comprensiva como si nunca le hubieran criticado a sus espaldas. Hasta que se dieron por vencidos, cuando vieron que su hipocresía no daba los frutos esperados.

Carteles de desaparecido en todas las farolas y bares, en la parada del bus, incluso en la ciudad.

Por alguna razón, ese chico siempre ha conseguido hacerse notar incluso cuando no está. Y eso le hace sonreír. Es la primera vez que sonríe en unos cuantos días.

Una extraña y angustiosa calidez invade su pecho. Tal vez sea momento de reanudar la búsqueda, pero esta vez... será por su cuenta.

Puente. Febrero. Demasiado tarde.Where stories live. Discover now