—Quería ser reconocido a los 26 años como un tipo con mucha plata —sonrío con orgullo, ella me golpea el hombro, cosa que me hace apartar la vista de las calles, para guiñarle el ojo—. En mis planes el matrimonio nunca fue un tema de discusión, pero siempre he querido tener hijos. Después de la muerte de Hope, pensé mucho sobre los pequeños que pudimos tener, pero tampoco me veía como padre. Así que dejé de soñar con las personas y me centré en lo material.

—¿Qué es lo material que deseas? —alzo una ceja y me arreglo en el asiento.

—Absorber todas las pequeñas empresas que están por quebrar y hacerlas parte de mi empresa. Con eso generaría más productividad y sería más ingresos para mí. Teniendo en cuenta que debo cambiar el personal, cosa que me generará un gasto, pero a largo plazo obtendría mis ganancias —la miro de reojos que asiente—. ¿Quieres formar una familia al terminar el matrimonio?

Se hace un silencio cómodo, cosa que me hace suponer que está analizando la pregunta.

—Sí, quiero tener mi familia. Por mi mente tampoco pasó qué me casaría antes de los 24 años, pero me sirvió muchas veces para alejar a personas indeseadas —suelto una risita—. Mis padres siempre han creído que el matrimonio es algo que se hace una vez, pero no creo que dos personas que son buscadas para tener un matrimonio arreglado y tener un contrato, sea considerado verdadero —asiento a su respuesta—. Creo en el amor verdadero, así qué estaré esperando a que llegue en cualquier momento.

—Pero debes saber que el amor no existe. En el caso de nosotros, debemos fingir en la empresa que no tenemos una relación fuera de lo normal, pero ante los ojos de la persona que nos casó, hay un documento que nos regresa a la realidad. Las relaciones son pasajeras y el amor no es más que algo comercial —difiero de ella.

—Lo que pasó con Hope es pasado, pero te dejó tan marcado que ni eres, ni quieres ser feliz. El amor y todo en este mundo es comercial, pero depende de ti, que es lo que quieres hacer con eso —agrega sincera—. ¿Por qué el nombre de la compañía es diferente al de tu familia y por qué tú no llevas el apellido del señor Anton?

—Mi madre se llama Sophia Schwarzgruber y en honor a eso, quise ponerlo en mi empresa —respondo con rapidez—. Mi apellido pasó a tener el de mi madre porque, en un ataque de rebeldía con mi padre, me emancipé.

Cuando digo lo último, vuelvo a verla... y no me arrepiento, su boca tenía forma de "o".

—Y yo creía que tenía locuras cuando era más joven —entrejunta sus manos, antes de volver a preguntar—. ¿Por qué todas rubias? Hasta tú... ¿Por qué ser diferente es considerado extraño?

—Porque buscaba entre esas rubias a alguien que fuera igual a Hope —digo sincero—. ¿Alguna vez amaste tanto a alguien que darías lo que fuera por volverla a ver o simplemente escuchar su voz? —murmura un sí, que me fue difícil de escuchar—. Por esa razón, hasta en mí, buscaba partes de ella. No soy rubio y mucho menos tengo los ojos azules. Mi cabello es castaño y mis ojos son color avellana —señalo mi cabeza.

—Wow... eso es duro —su voz se empieza a entrecortar—. No puedo imaginar el dolor que sientes cada vez que te pasa algo con ella —se acomoda en el asiento—. Disculpa por tocar temas tan delicados... —se excusa—. ¿Crees que tu padre te pregunte cosas profundas?

—Lo hará, pero lo trivial lo sabemos porque somos las personas más cercanas —la miro obvio—. Sé sobre tu familia y toda tu vida porque te he mandado a investigar. Así que tenemos todo cubierto para que las cosas salgan bien.

—No eres tan tonto como yo pensaba —su voz se escuchaba diferente, pero preferí darle su espacio.

Me quedo en silencio analizando cada una de las que le acabo de decir. Sé muy bien que mi pasado me atormenta cada vez que intento dar un paso para ser feliz. Perdí a Hope y a mi hija... Lo peor de todo es que no sé como sentirme con respecto a ella, pero fue el golpe más bajo que me pudo dar la vida y Hope.

Ámame si te atreves, jefeWhere stories live. Discover now