Ególatra [ Jelena]

Capítulo 11

{ Selena }

Los días pasan y me siento a gusto conmigo misma. Comencé a hacer cosas en nuestra casa temporal, vivía perdida trabajando. Paz y más paz, todo era pacífico y hermoso.
Con Justin ni hablamos pero ya es costumbre de él, siempre fue así, pero intentaba pensar más en mi que en él, por lo menos estos días.

- Iré a fuera, ustedes me necesitan para algo? - Pregunto al pisar el último escalón de la escalera. Había un sol a todo su resplandor esperando por mi, necesitaba salir y disfrutar este hermoso día.

Mi madre aparece y se instala en el marco de la puerta. Una sonrisa se forma en su pálido rostro, enarca una ceja haciendo así una mirada pícara.

- Sales mucho a fuera hija, será por Joshua? - Sigue con aquella mirada que me da náuseas y me hace sentir incómoda.

- ¡Claro que no mamá! - Chillo alarmada.

Mamá comienza a reírse con diversión, toca su vientre y su rostro se torna rojo por la risa.

- Mi pequeña. - Sigue riendo a cántaros. - Joshua es un chico guapo, harán linda pareja. -Completa la oración con una severa afirmación.

Rodo mis ojos y la fulmino por último.

- Que pasa aquí? - Aparece mi padre con unas cajas marrones con herramientas de trabajo.

Mamá se gira y le sonríe.

Vuelco mis ojos por segunda vez y sin contestar salgo rápidamente, a pasos firme me adelanto al bosque, la brisa fresca ataca mi cuerpo haciéndome temblar.

Al estar lo suficientemente lejos, me siento segura y encuentro un tronco a lado de un árbol enorme. Suelto un suspiro y me ubico en aquel lugar, busco mi teléfono en el bolsillo delantero de mi pantalón chándal. Al desbloquearlo instantáneamente me llega un mensaje.
Frunzo el ceño, era un número desconocido.
Sin especular más,entro al mensaje, topándome con una foto nada linda de ver.
Allí en aquella imágen se deja ver claramente a Justin besándose con Lerie, aquella chica que siempre tuvo a Justin a sus pies, cosa que yo no.
Un nudo se atasca en mi garganta, una oleada de angustia acaricia mi cuerpo y poco después estoy llorando, si, como una idiota. Mis manos tiembla y la visión es borrosa.
Agradezco a dios no traer puesta los anteojos.
Respiro hondo.
Debajo de la imágen aparecía una descripción, tan fría y tosca.

« El chico no pierde su tiempo guapa, es MÍO y siempre lo será. L»

Cierro mis ojos y comienzo a respirar pausadamente.

- Mierda ,mierda y más mierda. Todo a mi, todo a mi. - Digo con mi voz débil y ronca.

- No digas eso chica. - Una voz masculina se escucha de lejos y me pone en alerta completamente.

Seco mi rostro rápidamente y al abrir mis ojos,veo una figura que yo ya conocía. Su cabello rubio e sedoso brilla bajo el sol, tiene en su mano un libro y sus ojos están pendientes de cada movimiento que hago.
Sonríe y se forma sus peculiares hoyuelos.

- Perdón por meterme, pero esas lágrimas son por penas de amores y debo decirte que el chico ese no te merece. - Sus ojos celestes claros me examinan con cautela. Intento ponerme de pie, pero hago un mal movimiento y casi más beso la tierra, pero un Ángel llamado Joshua me salva. - Cuidado princesa! - Exclama divertido.
Al tenerlo a escaso de distancia puedo apreciar aún más su bello rostro.
Era guapo, muy guapo.

- Gracias. - Susurro por lo bajo.
Agacho mi mirada avergonzada.

Su risa me alerta.

- Que hacías por aquí? - Dice mientras toma distancia.