Capítulo 1

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“ El rey”

Justin Bieber vaga por los llenos pasillos del instituto que su propio abuelo fundó. Una grande y estrecha sonrisa se encuentra en su pulido y masculino rostro. Los susurros de los estudiantes cuando comentan y lo miran es música para sus oídos. Era el rey de aquel jodido instituto y eso hinchaba su pecho de orgullo.

Una de las tantas adolescentes que lo observaban admiradas, se acerca a él a pasos temblorosos. Su rostro sin algún defecto y perfectamente maquillado se asoma lo suficiente para impedir el paso al joven muchacho.

— Hola guapo. — Susurra a corta distancia,su dedo índice acaricia el cultural pecho de Justin.

— Aléjate de mi vista Allison, hoy no. — Chasquea la lengua.
La pelirroja frunce su perfecto ceño para ignorar aquél comentario irrespetuoso.

— Anoche no decías lo mismo, qué ya te dio el regalito tu querida novia? — Suelta una falsa risa dejando apreciar sus dientes blancos y rectos.

Rodó los ojos al escuchar que su chillona voz dijo aquello.

— Selena es una amiga simplemente. — Dice con asco. Aunque eso, era una completa mentira. La castaña de cabello revoltoso y de grandes gafas era su actual novia que cumplía sus caprichos y lo mantenía con altos promedios.

— Pues, el otro día que los vi no parecían amigos... — Muerde su labio. — Se comían la boca, literal.

Suelta una estrepitosa carcajada.

— Venga guapo, te necesito. — Vuelve a acercarse para rozar sus gruesos labios al del irresistible rubio.

Al instante él toma el labio inferior entre sus dientes. Los muerde y tira de él, causando un leve gemido por parte de la pelirroja.

En medio de los pasillos poblados empiezan una guerra de lenguas, sin importarle o tener pudor alguno de las personas que los observaban sorprendidos.

El sonido de la chicharra los saca de su lujurioso beso para ambos sobre saltarse y separarse.

— Luego lo continuamos. — Relame sus labios para seguir el camino en dirección al aula.

De pronto, recuerda que Selena hoy no asistía al instituto así que aprovecharía para satisfacer sus necesidades.

— Belleza. — Le susurra a una morena de esbelto cuerpo, una sonrisa pícara recibe de ésta.

                                        ***

Un quejoso sonido sale de los pequeños labios de la muchacha de voluminoso cabello.
Su cabeza palpitaba causándole dolor y malestar. Se fija la hora en la pared donde habitaba el reloj de grandes números, respira con dificultad. A esa hora ya estaría metida en el primer pupitre de su salón. También estaría esperando ansiosa a su actual y sexy novio que siempre pasaba de largo cuando había personas.

Justin y ella llevaban ya un año de novios, no podía creer lo rapido que pasaron los meses y su relación. Recuerda muy bien las veces que él se encerraba en la biblioteca para estar a solas con ella. Él era una persona tan dulce y que la amaba.
— Mamá, donde están mis medicamentos? — Grita la joven afligida. 
Se encontraba enferma desde hace dos días, sus malestares eran más frecuentes pero las pastillas recetadas por el doctor, cesaba el malestar.

— En la alacena cariño. — Frunce el ceño sin creer que su madre haya guardado sus medicamentos allí.

— Gracias. — Dice cortésmente ordenando a sus pies hasta allá.

Luego de tomar adecuadamente su regular medicamento,se propone desayunar y terminar algunos trabajos del colegio. Era una alumna ejemplar y siempre obtenía altas notas.

Sus padres vivían orgullosos y confiados de ella. Era su angelical y única hija,para ellos siempre sería su bebé.

Se sienta en el sofá luego de un rato;  busca el control para cambiar el canal de chimentos que había dejado su madre. Pronto cumpliría sus dieciocho años y se sentía orgullosa de ya ser mayor. Su madre lloraba cada día que era su cumpleaños, la típica frase de siempre “ Mi niña está creciendo ” Y se largaba a un llanto incontrolable, ni su propio padre podía cesar y calmar a su madre.

Deja de lado al control cuando en su vista aparece la película flamante de Divergente. Amaba aquella película y no le importaba cuánto la viera, le fascinaba.

— Hija! — Habla su madre en un grito aturdidor.

Selena voltea su rostro sin tener la más mínima ganas de pararse e ir a donde estaba ella.

— Qué quieres madre? — Le devuelve el grito.

— Tú padre quiere que salgamos a comer, luego de él salir de su trabajo. — Sigue gritando;  causándole estragos en su cabeza.

— Okey, vayan ustedes. — Toma una pausa. — Yo prefiero quedarme.

— Claro que no!  Irás y punto. — Exclama furtivamente.

Al final cayó rendida; no podía empezar ni siquiera una guerra con sus padres que ellos ya ganaban. Su madre haciéndose y tomando de en serio el papel de víctima y su padre con su estricta voz y manera de ser; causaba un cierto miedo en ella.

— ¿ A donde iremos? — Dice arrastrando sus pies.

Habían pasado miles de locales y todavía no se habían detenido en ninguno.

— En ese. — Señala su padre con su dedo índice. 
Las dos mujeres abren sus labios formando una perfecta “ O”.

— ¿Qué? — Dice su madre, incrédula.

No eran los eficientemente ricos para aquel lujoso lugar.

— Si, ese. — Sonríe orgullosamente el hombre.

Entraron torpemente y aún sin poder creérselo. El bullicio era notable en el lugar lujoso.

Selena se sintió incómoda a recibir cada mirada de asco hacía ella, un simple pantalón de chándal y una blusa suelta no era adecuado para aquél lugar.

— Tranquilízate cariño, yo estoy igual que tú. — Dijo su madre con sus mejillas rojizas.

— Okey. — Corresponde su apretón de manos.

Se dirigen a una mesa ancha y pulcramente ordenada.
Al sentarse la familia cómo se debe al rato llega el mozo, hasta su peinado era de rico. Selena mordió sus labios nerviosa cuando el jóven mozo la observó.
Mientras que sus padres dialogaban con él guapo y rubio mozo;  ella se encargó de observar el lugar y lamentó hacerlo. De lejos, sus ojos captaron al castaño de ojos mieles muy bien acompañado.

Su corazón dio un vuelco.

Justin con acompañante y aquella chica no era ella.

— Hija, tú que ordenarás? — Irrumpió su padre. Ella volteó su rostro mirando a ambos con los ojos aguados.


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Les gustó? A que sí? Les dije que iba a bajar una novela nueva y he aquí está.

Espero que la disfruten y les fascine!  Las adoro ♡

Ególatra [ Jelena] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora