PURGATORIO |Souls Fractured #2|

D O C E

Kellan 

–"El departamento de policía de Los Ángeles está investigando el terrible asesinato de Laia Moore, una estudiante universitaria que había sido reportada desaparecida hace dos semanas. El hallazgo del cadáver ocurrió la noche anterior, cerca de Vermont Square Park, al sur de la ciudad. Los testigos afirman que el cuerpo de la joven se encontraba en un callejón, el cual fue descubierto por su compañera de habitación, Jennifer Smith. Los hechos son algo confusos, el departamento de policía aún no ha dado declaraciones al respecto. Por ahora solo se sabe que la víctima, de veintitrés años, provenía del estado de Kansas..."

Annabelle tomo el control remoto y apago la TV de forma furiosa, silenciando a la presentadora de cabello rojo y mirada entusiasta, parecía que estuviera reportando, con mucha alegría, el descubrimiento de la cura para el cáncer y no un asesinato.

Sin embargo, dejando mi repulsión hacia los medios de comunicación amarillistas y sin escrúpulos, me centré en mi chica que caminaba de un lado a otro sin parar. Odiaba verla así de asustada y frágil. No había salido de este departamento en dos días desde lo sucedido, desde que fui por ella al hospital tras recibir su llamada atemorizada y suplicante. Sentí mi maldito corazón agrietarse al ver como su mirada fue a mí, y en ella solo había terror crudo sin diluir. La palidez de su rostro acentuaba el color rosa de su cicatriz. Ella casi no había dormido en estos días pasados. Si lograba que durmiera una hora, sería un completo milagro.

–Es Declan – dijo con voz frenética y temblorosa – Estoy segura de que él asesino a esa chica – abrí la boca para decir algo pero ella levantó una mano, interrumpiéndome – No me digas que estoy siendo paranoica y toda esa mierda. Yo sé lo que Declan que es capaz de hacer. Yo sé lo que vi. Él lo hizo, se aseguró de que yo lo supiera. Cuando vi a esa chica en el suelo fue... fue como si me viera a mí misma allí, rota y herida. Fue como si viera de nuevo a Julie.

Su mirada fue a la deriva mientras su mano derecha se levantaba y empezaba a rasguñar su antebrazo izquierdo, murmurando bajo su aliento los nombres que había pronunciado hace tanto tiempo en mi habitación, cuando me confeso su pasado.

Grace, Heather, Kelly, Susan, Amelia...

Me puse de pie al instante y fui a ella, rodeando con mis manos sus muñecas para que dejara de lastimarse. Odié ver su mirada vidriosa cuando se posó en mí, pero más que todo odié notar como se resistía a mi toque. Cuando sus ojos por fin enfocaron y vio con claridad mi rostro, se relajó y dejo de tratar de alejarse de mí. Apoyé mi frente en la suya y bese el puente de su nariz. Dejo salir un suspiro entrecortado, su delgado cuerpo estremeciéndose en el proceso.

–Shh – murmure con voz tranquilizadora. No me importaba parecer un idiota si con eso conseguía hacer desaparecer la angustia que emanaba de ella en oleadas – Tranquila. No pasa nada. Estoy aquí.

–Tengo miedo – admitió con un hilo de voz. El sonido de su voz, tan pequeño y quebradizo, me destrozo completamente – Tengo mucho miedo, Kellan. Él viene por mí, y eso fue un mensaje. No parara hasta que me lleve con él, lo sé ¿Y si me lleva? No creo que sobreviva. Me asesinara...