Otabek Altín es un exitoso empresario como cualquier otro de su edad: con una vida estable, una economía perfecta y una soledad invisible. Tras hacerse cargo del hermano menor de uno de sus amigos más allegados de la universidad, su vida da un giro...
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Antes de dar por iniciado este fanfic, debo aclarar las siguientes cosas para no causar polémica o bien, levantar malos entendidos donde no los tiene por qué haber.
Este es un Daddy Issues!AU combinado con un ligero Daddy Kink!AU. ¿Cuál es la diferencia entre estos dos? Pues bien, el primero trata sobre cierto problema que muchos menores suelen tener: problemas paternales (incluso existe el Mommy Issues). El Daddy/Mommy Issues habla específicamente de la ausencia paternal en un individuo y de su búsqueda inconsciente en llenar ese "vacío" en alguien mayor a él. ¿A qué me refiero con ausencia paternal? Pues bien, existen varios tipos de esta: papá ha muerto, papá no me hace caso, papá está sin siquiera estarlo realmente, papá ni siquiera sabe que existo.
El Daddy Kink, por otro lado, es un patrón de comportamiento sexual en el cual se usa un juego de roles. Creo que no hace falta dar más detalle de esto, ¿o sí? Es decir, el Daddy Kink es como que más sexual y el Daddy Issues es algo un poco más serio hasta cierto punto. Por ello, es que decidí combinar ambas en esta historia: 90% Daddy Issues y 10% Daddy Kink.
Otra cuestión que voy a aclarar es la diferencia de edades en la historia. Debido a que esta nació de los OS que publiqué en Songs on his Skin, se sabe que Otabek tiene 38 años y Yuri 18. ¿Alguna vez sucederá algo en contra de la voluntad de Yuri? No. ¿Busco romantizar la pedofilia? No. ¿Por qué? Porque en primera, Yuri ya no es un niño. De hecho, está por cumplir los 19. Dos, Otabek no siente una atracción sexual hacia los menores. Yuri es su pequeña gran excepción. Pronto lo entenderán.
+ Debo añadir que, todo lo que hay en esta historia es ficción. Bajo ninguna circunstancia, intenten recrear escenas o buscar una vida similar a la que Yuri posee en este fic porque, si somos realistas y sinceros, la existencia de personas como el señor Altín en la vida real es como desear que las hadas existan. El mundo es un poco más feo de lo que puede plasmarse en libros.
Así que, si no queda duda alguna, podemos proseguir con el capítulo uno.
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Also nota extra: Juré que jamás volvería a publicar este fic. Pero me llegaron tantos mensajes y tantos comentarios de afecto y comprensión, que bueno... Decidí por lo menos dejar la primera parte MODIFICADA para las personitas que tenían este fic como su colchón de felicidad.
Las modificaciones las verán en las edades y en el cambio de algunos personajes de este fic.
