048; Sé que es mi novia

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MARATÓN TERMINADO

CASSANDRA.

Abro los ojos lentamente, sintiendo ahora el cuerpo menos pesado que antes. Antes la luz ni siquiera se adentraba a la habitación, ahora estoy encandilada por todo el sol que entra por la ventana que estaba justo al lado de la camilla donde estaba acostada. Me doy cuenta de donde estaba, a pesar de que era todo azul con cosas blancas no era el cielo. Paseo la mano derecha por mi pecho y siento una gaza en esta debajo de la bata que tenía, suspiro con fuerza y siento los ojos mojados inmediatamente.

— ¿Mamá? —Pregunto mirando alrededor de la habitación intentando buscar a alguien pero no había absolutamente nadie.

Me logro acomodar semi sentada en la camilla y le echo un vistazo más a la habitación.

—Solo hay un par de cosas que tienes que corregir, David. Deja lo dramático.

Megan entra a la habitación con el teléfono pegado a la oreja, batía las manos y vuelca los ojos hasta que estos se posan encima de mí. Su cuerpo se detiene en la puerta en completo shock.

—David... No... sí... escucha, tengo que dejarte. —Dice mirándome. —No... Es que Cassandra despertó.

Cuando lo dice corre hasta mí abrazándome, sonrío echando mis manos a su cuello con delicadeza.

—Cassie...—Susurra en mi cabello antes de separarse. —No sabes lo que me alegra verte aquí.

Abro la boca para hablar pero se aleja de mí y corre fuera de la habitación, dejo caer los hombros derrotada y segundos después todos aparecen en la puerta observándome como Megan hace un rato.

—Oh, Jesús. —Dice mi madre, y entre ella y mi padre me abrazan, terminan soltándome hasta que se me corte el aire. Consigo sonreírles. —Gracias a dios que estás despierta cariño, estábamos nerviosos.

—Les dije que volvería. —Después miro a mi padre. —Te lo prometí, aquí estoy.

Esta vez me abraza solo él con descuido.

—Estoy tan feliz, ya todo pasó.

Lo siguientes minutos recibo abrazos de los chicos y un montón de regalos, de esos que puedes traer a un hospital. Mientras todos me hablan o Ashley intenta hacerme sonreír, me digo a mí misma que nada había pasado aún sí Liam seguía sin despertar. El riesgo pasó, sí, pero él seguía dormido y yo quería que estuviera aquí tomando mi mano y diciéndome que todo iba a estar bien.

—Y hay buenas noticias. —Dice mi madre susurrando, los demás están pegados a mis regalos y papá ya no estaba a mi lado ni en la habitación. —Liam despertó.

Vuelvo la cabeza con fuerza para verla, a pesar de su confesión sus ojos no parecían lo más felices de decirlo.

—Cariño necesito que seas fuerte, hay cosas que tienes que tomar con calma ahora que acabas de ser operada. ¿Bueno?

Mi respiración no evita acelerarse, cuando habla así no puede hacer otra cosa que preocuparme. Decir que lo tome con calma es prácticamente decir que enloquezca.

—Buenas tardes.

El doctor Millán hace presencia en la habitación pero yo solo tengo ojos y oídos para mi madre.

—Mamá. —Insisto entre dientes.

— ¿Pueden dejarnos a solas con la paciente y su madre, por favor? —Les dice el doctor a todos amablemente.

Tanner, Ashley y Megan obedecen inmediatamente saliendo de la habitación. El doctor Millán cierra la puerta detrás de sí luego de que la enfermera detrás de él entrara también.

Lost ManWhere stories live. Discover now