Lost Man

026: Y sí, iba a marcharme.

026: Y sí, iba a marcharme.

LIAM.

Suelto la cintura de Cassandra cuando ambos terminamos al mismo tiempo, la espuma que hacía la bañera nos cubría el cuerpo por completo pero seguía siendo agradable para este tipo de momentos. Me da un beso antes de bajarse encima de mí y se va al extremo de la bañera apoyándose en su espalda.

—Ya se me está arrugando la piel, mira. —Alza los dedos, llevamos alrededor de una hora metidos pero no me importa seguir aquí si es con ella a mi lado. —Ya estamos limpios. —Bromea coquetamente acercándose, se sienta de nuevo en mi regazo sin tocarnos demasiado y coge la esponja.

—Yo estoy bien así. —Deslizo mis manos por sus piernas.

La esponja que llevaba en la mano trazo círculos desde mi cuello hasta mi pecho.

Me quedo viéndole un buen rato, desde que está aquí he evitado el tema pero ahora era hora. No es porque ya tuvimos sexo y porque posiblemente las cosas estarán mal después de hablarlo, pero necesitamos arreglarlos. No podíamos seguir fingiendo que nada pasó o estaba pasando, y sí, era yo quién lo evadía siempre pero ya debía solucionarlo. O al menos, eso creo.

Esa era mi única molestia, ya todo estaba bien o eso estábamos creyendo. Si ambos estábamos deseando estar con el otro es porque dejaríamos todo atrás para comenzar de nuevo pero para eso debemos aclararlo.

— ¿Por qué estás en chicago? —Le pregunto y la esponja que lleva en la mano se detiene en mi pecho, me mira a través de sus pestañas mojadas esperando que me retracte pero sabe que voy hacia adelante con el tema esta vez.

—Pensé que era la salida más fácil de huir de todo lo que me estaba pasando, Seattle me estaba consumiendo. O eso pensaba.

— ¿Mencioné alguna vez que aquí es donde nací?

—Mencionaste en la carta que me dejaste... que estuviste por aquí pero no que aquí habías nacido.

Asiento; —Es mi ciudad natal, yo nací aquí, yo me críe aquí. Por eso te pregunto precisamente porque chicago, de tantos lugares. No puede ser casualidad.

Cassandra se sienta a mi lado.

—Mi profesor tiene una galería que no ha abierto aquí, cuando me propuso venir fue mucho antes de que pasara... todo. Así que lo pensé y me mudé con él, Ashley y Tanner.

— ¿Qué hay de tus padres?

—No estaban de acuerdo pero supongo que en ese tiempo apoyaban mis decisiones, estaba pasando por un momento horrible y...

—Dime como fue. —Le pido suavemente, solo así podré superar esto.

Pasa saliva; —Fue peor de lo que alguna vez imaginé un dolor. Todo se mezcló, veía el mundo en contra mío. De pronto cuando desperté en el hospital, supe que mi cuerpo había sido marcado de por vida y que había tenido una... Perdida. Todo empeoró cuando creí que tú habías huido como un cobarde dejándome con todo eso, ni siquiera porque estuviera contigo todo ese tiempo intentando hacerte ver que el mundo no estaba en contra de ti y que te quería, tú fuiste capaz de hacer lo mismo conmigo. —Abro la boca pero me detiene. —Cuando Lucas apareció las cosas comenzaron a tener sentido, pero la pasé mal sin ti.

—Lucas, como no...

—Liam, no creo que Lucas...

La detengo con la mano; —Solo quiero resolver esto, no hablar de Lucas. Empeorará.

Asiente.

— ¿Qué fue lo que pasó ahí adentro? —Me pregunta, refiriéndose a donde estaba metido con Ryan y Smith.