Capítulo 45

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Lay había comenzado a llorar desconsolamente después de la fiera salida de Suho, él no tenía la intención de que las cosas pasaran así, jamás imagino que Suho realmente mal entendería sus sentimientos con sus deseos hasta ese punto.

Yang Nick que no sabía cómo consolar al jovencito estando él solo, no hizo más que llevarlo hasta el sofá y dejarlo llorar ahí hasta que el mismo decidiera que era suficiente. Le escuchaba toser e hipar con fuerza por la intensidad del llanto y de repente veía como el pequeño pellizcaba sus brazos con frustración, parecía doloroso pero él seguía, no pudo soportar y aun sin saber más de lo que había escuchado de aquella discusión se acercó hasta él y tomo sus manos llamando su atención.

-Está bien.- Lay negó volviendo a llorar fuertemente y abrazándolo, no lo conocía pero mientras él tuviera un lugar para llorar no era importante quien era.- de verdad, va estar bien.- Yang ni siquiera sabía si había al menos un poco de verdad en sus palabras, pero tenerlo así de cerca y llorando así solo hacía a su corazón sentirse tan incómodo, tanto que tomó como objetivo el detener ese llanto lastimero.

Por más palabras de aliento y las miles de veces que intento convencerlo de que todo estaría bien el llanto duro poco más de dos horas, tiempo suficiente para que los mayores volvieran.

-¿Que paso?- Yang artículo en silencio "discutieron" y Ji Teng asintió comprensivo al no ver a Suho.

Lay se separó de Yang al oír la voz de Ji Teng e hizo un suave puchero hacia él, extendiendo sus brazos cual bebé que quería ser cargado, Ji Teng enternecido se sentó junto a él pasando a Lay a su regazo y acariciando su cabello.

-Y-yo...yo en serio no quería que se viera así, yo solo quería tener un bebé...- Ji Teng asintió con suspiro y siguió escuchando a Lay intentar hablar correctamente.- ¿Soy tan egoísta?- con sus manos tomo su rostro y dejo un beso en su frente.

-No, no lo eres, pero Yixing.- lo bajo de si sentándolo nuevamente en su lugar y poniéndose frente a el.- si tu no hablas con él durante todo el día después de decirle que quieres volver a intentarlo y luego el viene y se entera de esto así, es normal que sus emociones se mezclen y se confunda, y si además no hiciste un intento de negar a sus palabras él pudo confundirse aún más.- le acomodo el cabello y sonrió.

-Es que...tenía miedo, nunca había visto a Suho tan enojado...o ¿decepcionado?...no sé, pero me dio miedo decir algo mal...- bajo su cabeza abatido y aun con deseos de llorar, más las suaves caricias en su espalda lo distrajeron y volteo hacia el chico que lo había abrazado por dos horas mientras el lloraba, este le sonreía con una dulzura indescriptible, su frágil corazón pareció acelerarse un poco pero lo ignoro y respondió aquella sonrisa con una tímida de su parte.

-Solo habla con él, por como sonaron sus palabras, él te ama demasiado, solo está algo dolido, pero si le explicas pueden arreglarlo.- Lay asintió con cierta emoción en sus ojos ante las palabras y su corazón se llenó de esperanza.

Luego de acordar con Ji Teng el ir a buscar a Suho más tarde, la comida volvió hacer calentada para él y mientras comía con todos los presentes observándole Yang se burlaba de su nariz roja comparándolo con un reno y Lay negaba con falsa molestia y una sonrisa disimulada en el rostro. El chico le quitaba la comida de las manos y le retaba a quitársela mientras Lay gritaba ahora si molesto que se la devolviera, en un intento de hacer cambiar la expresión molesta del tierno jovencito Yang dejo el plato en la mesa de centro y con sus dedos de forma delicada, picaba las costillas de Lay haciéndolo reír y retorcerse bajo sus manos, el mismo no podía evitar reír ante la felicidad que inundaba al muchachito que antes había estado llorando desconsoladamente, Ji Teng y Taiyu le pedían que parara y dejara al niño comer, pero él no quería hacerlo, había descubierto los hoyuelos perfectos en ese rostro perfecto y no quería dejar de verlos por un rato más.

Suho observaba a la distancia, desde la puerta abierta, mientras sus puños se cerraban fuertemente y su quijada se tensaba, el no solo lo estaba tocando si no que aparte lo estaba haciendo reír y Lay parecía tan cómodo con aquella situación que ni siquiera hacia un verdadero intento por alejar sus manos de él, solo las empujaba ligeramente sin llegar a moverlas, Suho sintió su sangre hervir y su corazón ardía como su tuviera algún tipo de ácido sobre él, su cuerpo se sentía pesando y su mente le decía que se acercara y lo alejara de su novio, pero sus piernas no se movían, bajo la cabeza al escuchar la risa de Lay más fuerte de lo normal y con el corazón aun doliendo volvió a subir su vista encontrando a Ji Teng observándolo con expresión entre la sorpresa y la incertidumbre, Ji Teng miro a los chicos junto suyo que seguían divirtiéndose ajenos a la persona que les miraba desde lejos y volvió su vista a él, Suho limpiaba de sus ojos las lágrimas traicioneras y en total silencio dio un par de pasos hacia tras volviendo a cerrar la puerta frente a él y camino con la vista al piso y el cuerpo tenso.

Estaba intentando no regresar y reclamar a Lay como suyo, no podía, ¿Qué derecho tenía el? Después de haberlo hecho sufrir así, no tenía ningún derecho de obstaculizar la felicidad de Lay. No podía negar que aquella escena le había roto el corazón, pero, ¿desde hace cuánto no escuchaba a Lay reír de ese modo? Parecía tan contento, tan animado junto aquel chico, sus pasos se detuvieron y revolvió su cabello.

Él lo había visto, había visto el brillo de Lay al observar aquel chico, había llegado en el momento perfecto pero verlo observándolo con detenimiento, con ese pequeño brillo curioso y emocionado. Suho cayó en cuenta, Lay solo le conocía a él como hombre, como pareja, era bastante normal que al estar junto a alguien que le hacía sonreír de ese modo Lay empezara a sentir algo por esa persona. Suspiro y se rogó no llorar, porque no tenía por qué hacerlo, Lay estaba conociendo quizás a quien le haría conocer otro concepto de cariño y quizás hasta de amor, no debería sentirse así, porque es lo que Lay debió hacer antes de decidir crear una familia, el debería haber conocido lo que era enamorarse por citas, mensajes, palabras cursis y demás, no por una convivencia forzada lejos de ser realmente correcta para un niño que apenas conocía al mundo.

*****

Lay detuvo sus movimientos al escuchar el pequeño click de la puerta al cerrarse, sus manos hormiguearon sobre las de Yang -quien también se había detenido al ver la reacción repentina de Lay- las alejo de pronto sintiéndose algo mareado y bajo su vista acomodándose en el sofá.

-Suho...- escuchó a su padre susurrar y subió su vista confundido esperando a que terminara de hablar.

Taiyu observaba a Ji Teng quien le hacía muecas discretas como pidiéndole que guardara silencio y luego giro su vista a Lay quien esperaba una respuesta.- Su-suho dejo su celular.- dijo nervioso apuntando hacia la mesa, Lay giro su cuerpo y vio el aparato, se puso de pie y se prometió mentalmente que cuando lo viera se lo daría y se despidió para poder irse a descansar un momento.

Lay entro en la habitación aun sintiéndose incomodo por el sonido de la puerta cerrándose aun cuando nadie ahí había salido y la repentina mención de Suho, suspiro inquieto moviéndose en la cama intentando encontrar una posición cómoda, de la nada, sus costillas comenzaron a dolor, levanto un poco su camisa y observo las suaves marcas rojas como recordatorio de su juego anterior y sonrió al pensar que Yang había tenido mucho cuidado de no lastimarlo y aun así le dejo marcas que dolían pero decidió ni quejarse, aquel chico lo había reír mucho y no quería hacerlo sentir mal, por lo que volvió a bajar su camisa sin borrar la sonrisa de su rostro.

Es lindo...

Sintió sus mejillas calentarse y la sonrisa de Yang apareció ante el haciéndolo sonreír aún más, pero está se esfumo al girar un poco su rostro colocando su nariz cerca de la tela de la camisa que llevaba puesta y sus sentidos se inundaron de aquel aroma familiar, tomo la camisa entre sus manos y la subió hasta su nariz aspirando el suave aroma y sonriendo tontamente con las mejillas aún más rojas y el corazón acelerado.

Es lindo, pero no es más lindo que Suho. Suho es más lindo que todos en este planeta y es mío.

Con ese pensamiento y su enorme sonrisa, consiguió dormirse bajo la promesa de regresar junto al hombre que ama.

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Dos por que las amo ❤

Disfrútenlo 😄

~El mejor postor..~SuLay, Mpreg. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora