Capitulo 36.

489 74 9
                                    


Un chillido ensordecedor resuena por todo él edificio -o bueno al menos así le parece a el- se talla él rostro con las manos tan fuerte que siente su piel arder, las piernas le pesan pero aun así pone los pies en suelo frío y se incorpora mientras intenta mantener los ojos abiertos, camina poco a poco hasta la cocina y pone a hervir agua, luego da unos diez pasos hacia tras rogando por que aquel chillido pare.
Pone sus manos sobre los barrotes blancos de madera y la observa llorar tan desconsoladamente, los ojos se le humedecen y  él típico nudo en la garganta aparece, hoy otra vez, como todas las demás noches, se arrodilla junto a la cuna blanca y pega la frente en los barrotes fríos mientras lágrimas descienden de su rostro, golpea su frente una y otra vez esperando que algo mágico suceda, pero nada.

"Si no la hubieras cagado, él estaría aqui"

"si no lo hubieras cagado, él no habría mentido y se habría quedado"

-Si no te hubieras acostado con ella, no tendrías porque sentir que él mundo se te viene encima, no tendrías porque estarte jalando él cabello cada noche intentando descubrir porque no para llorar, él estaría a tu lado y ambos la arrullarian.- suspiro y miro él delegado y frágil cuerpecito que aun siendo hacia podía elevar su vocecita a tantos decibeles que incluso los vecinos de tres pisos más abajo ya se han quejado unas tres veces.

Tomo el cuerpecito de su pequeña entre sus brazos y recargo su cabecita en su hombro mientras daba palmaditas en su espalda intentando tranquilizarla, sin éxito, ya había comido dos veces durante esa madrugada, ya le había cambiando él pañal y este no parecía estar sucio, ya había intentado descubrir si algo le duele pero...nada, solo es nada, ella solo llora por nada, así le parecía a él cada paraba por cuarta vez de su cama en medio de la noche, su hija no parecía querer darle tregua nunca, todo él día lloraba y por la noche era lo mismo, él ya había recurrido con médicos pensando que quizás algo andaba mal pero, incluso él mejor médico del país le dijo que todo estaba bien con ella, que no había una razón para que llorara de ese modo.

-¿Lo extrañas?.- su voz se entrecorto y el cuerpecito en sus brazos paro de temblar y él chillido irritante se detuvo, Suho no pudo contener las lágrimas. No sabía si ella había parado él llanto al mencionarlo o simplemente por que estaba cansada, pero prefierio creer lo primero.- yo también, lo extraño tanto, ya no puedo más.- sollozo débilmente dejándose caer en la silla mecedora y se permitió llorar por él resto de la noche, él agua en la estufa probablemente ya se había comvertido en vapor, pero no le importó y siguio abrazando a su hija con fuerza, ella ya estaba profundamente dormida y él se lo  agradecía a quien fuera, pero él ya no pudo conciliar él sueño, pues las lágrimas y él dolor en él pecho se lo impedían.

Los días que habían pasado desde la ultima vez que lo vio habían sido un martirio, lo peor que pudo haber vivido, intento de mil formas contactarlo pero no hubo respuesta, los abuelos de Lay no sabían nada, y por nada, es en verdad nada, aparentemente Lin y sus dos hijos -entre ellos Lay, obvió- habían desaparecido, pero no muy lejos, pues Ji Teng había convencido a sus tactos de conseguir listas de las personas que salían del país y por esas cuatro semanas nunca apareció ella o alguno de los chicos, así que era obvio que ellos aun estaban en Corea, por lo que Suho mantenía una esperanza y cada día dejaba a su pequeña en manos de Xiao y salia buscarlo, claro, nunca tenia exito, pero él no pensaba rendirse jamas.

La luz del sol lo ataco por completo y cerro los ojos por impulso, no sabe como es que ha olvido cerrar las ventanas del cuarto de su hija, se golpea mentalmente y con mucha suavidad se pone de pie y la deja sobre la cuna, para luego salir silenciosamente.

-Debes parar.- la voz suave y cargada de decepción mezclada con pena inunda mis oídos, la observo frente a mi y veo las botellas en sus manos.

-Lo estoy intentando, lo juro.- bien, Xiao esta viviendo conmigo desde que se me ocurrió que era buena idea poner hasta el tope de borracho y "olvidarme" de donde había dejado a mi hija, la cual por cierto aquella había sido la ultima noche en que ella durmió tranquila, pues desde ese día empezaron los llantos eternos, es como si ella llorara cada tanto solo para recordarme que ahí esta, que no me olvide de ella y me sumergía en mi agonía.

-No lo haces Suho, apenas lograr dos días sobrio y recaes otra vez.- espeta con molestias mientras mete todas las botellas en una enorme bolsa negra.- detente, en serio, no porque te ahoges em alcohol él va venir mágicamente, te perdonara y vivirán feliz por siempre.- me aviento al sofá y suspiro mientras la observo limpiar y la escucho regañarme.- no seas como esos hombres dejados que creen que él alcohol es la solución y se olvidan de sus hijos dejándolos sin comer para poder comprarse aunque sea la botella más barata, no seas un mal ejemplo para JunYi que ahora lamentablemente solo te tiene a ti.- asiento suavemente y bajo mi vista mientras la veo caminar hacia la habitación de mi hija que a juzgar por lo intensos gritos, ya ha despertado y de muy mal humor.

**********

-Calmate, ¿si?.- él chico se revuelve él cabello totalmente frustrado y suspira con nervios.- ¿Estas seguro de que no te vas a morir?.- de pronto un peso ligero estampa en su cara.

-¡Kyungsoo! ¡por mucho que me quieras muerto no va pasar!.- Lay se da media vuelta en la cama y se cubre hasta arriba con las mantas.

-No te tapes, tienes fiebre, lo vas a empeorar.- Kyungsoo se pone de pie remojando nuevamente él paño en él lavabo y vuelve para ponerlo nuevamente en la frente de Lay quien como niño obediente a lanzando las cobijas muy lejos.

-Kyung, ¿no voy a morir o si?.- niega con la cabeza y sonríe acomodando él cabello rebelde de su hermano mayor, quien últimamente parece más un pequeño de cinco años.

-Has tenido fiebre durante casi dos semanas, pero lo dudo, ya lo habrías hecho.- Lay lo mira con ojos tristes y él solo se limita a besar su mejilla.- es solo tu tristeza Yixing, no estas enfermo, estas tan triste pero no lo quieres mostrar y tu solo te enfermas, por favor detente, si tienes que llorar hazlo, si quieres gritar hazlo, si quieres romper o golpear algo, hazlo, no te lo guardes, si no de verdad vas enfermarte y aunque no lo creas te he tomado tanto cariño, que no me permitiría perderte porque no puedo sacarte de tu depresión, pero es verdad que no puedo solo, tienes que ayudarme, por lo menos a salir de este cuarto y tomar un poco de aire, Yixing, estamos solos y casi literalmente abandonados a nuestra suerte, tu solo me tienes a mi y yo a ti, no seas así y ayudame, porque yo no se que planea Lin, pero no es nada bueno y si tu no estas sano.- suspira y sus ojos se vuelven húmedos, Lay lo observa y no puede aguantar las lágrimas.- yo solo, no voy sacarte de aquí, no voy poder devolverte con tu hija y él hombre que amas.- Las mil capaz que él frágil Yixing se había puesto encima desde aquel dia en que escucho aquello, se desvanecieron y en un arranque se lanzo sobre su hermano abrazándolo tan fuerte que casi lo deja sin aire, y se desarmo totalmente.

Las lágrimas bajaban sin parar por su rostro y él llanto lleno de dolor resonaba desde lo más profundo de su pecho, Kyungsoo incluso puede sentir él dolor que hay y no puede evitar ponerse a llorar con la misma intensidad, ambos se habían vuelto tan cercanos en tan poco tiempo y a pesar de sus tan diferentes actitudes, Kyungsoo a veces era muy reacio y supuestamente frío, pero estado junto al sensible y tierno Yixing era él chiquillo más dulce, abrazándolo y mimándolo todo él tiempo, cuidandolo como si de eso dependiera su vida.

Lay aquel día en que llegaron a esa casa tan alejada de la civilización como fue posible, se había mantenido encerrado y la única persona con quien hablaba era con su hermano, Lin se esfuma de casa apartir de las ocho de la mañana y hasta las dos de la madrugada no aparecía en la casa, por lo que tampoco es como si pudiera mantener conversación con ella, aunque muchas veces quizo preguntarle, ¿porque se había empeñado en tenerlo si de todos modos lo estaba dejando solo?.

_________________________________________

Bien, Suho esta tomando su parte por sus acciones, listo. 💔

¿Como están? ¿Como les ha ido? ¿Ya comieron?

La verdad es que, no sabía en que momento actualizaría, también hubo un par de días en los que casi elimino la historia, y la razón es que, no me apetecía escribir, no tenia inspiración ni ánimos para hacerlo, y ya lleva un buen tiempo así, se podría decir que desde él capitulo treinta, pero, no me gusta dejar las cosas a medias y aquí estoy, no, no lo estoy haciendo por inconformidad, lo estoy haciendo por mi, estoy intentando recuperar mi gusto por escribir y por eso es que si en algún momento ven capítulos medio equis y sin sentido, por favor tenganme paciencia, lo arreglare lo prometo.

En fin, perdonen la tardanza y disfruten este fic que estoy haciendo gracias a su apoyo, lxs adoro ❤

~El mejor postor..~SuLay, Mpreg. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora