Capitulo 42.

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Se dejó caer suavemente al piso con las manos sobre su boca y los ojos bien abiertos.

-Tengo un papá...bueno...eso es normal, pero...esta aquí...-susurro lo más bajo que pudo no quería ser descubierto husmeando en conversaciones de adultos.- espera...Suho...Suho...¿va venir?.- sus manos temblaron, su cuerpo se tenso un poco y como pudo se puso de pie regresando a su cama, se escondió bajo las sabanas y suspiro totalmente cansando.

¿no debería sentirse feliz? Él volvería a verlo después de cuatro meses, él había rogado tanto esos últimos meses por volver a verlo, entonces...¿Que era ese sentimiento? ¿Porque no se estaba sintiendo feliz?.

*****

Había ruido, mucho, demasiado, gritos y pasos apurados, enfermeras gritando por medicamentos y familiares exigiendo respuestas ¿que esta pansando?.

Lay tallo sus ojos suavemente y se puso de pie, camino hasta la puerta y la abrio lentamente, apenas esta estuvo abierta pudo ver él gran caos fuera, las enfermeras no paraban de correr con gasas, vendas, alcohol, inyecciones en sus manos.

-Entre a su habitación, a ocurrido un gran accidente vial y estamos un poco atareados, si se siente muy mal pediré apoyo de alguna enfermera libre, si no por favor vuelva.- Lay asintió un poco confundido y su enfermera salio corriendo, quiso hacerle caso porque ella era muy buena y amable con él, pero su curiosidad siempre ganaba y término siguiéndola con pasos lentos.

De pronto ya estaba en la recepción del hospital, camillas estaban por todos lados, había sangre hasta en él piso, las personas sobre las camillas gritaban y lloraban de dolor, él sonido de la máquina que detecta sus latidos , ese horrible sonido ahogaba gritos de dolor y súplicas por regresar a la persona a la vida. Lay camino un poco más intentando no ver a los que se encontraban realmente mal, no podía, su corazón dolía cuando los veía observar él techo con fuerza, como si eso les quitara él dolor, siguió caminando lentamente hasta llegar a la puerta de salida del hospital, donde por reflejo sus pasos se detuvieron, subió su vista y sus ojos se cristalizaron, su respiración se detuvo y sus piernas temblaron, era él, él estaba justo en frente.

La reacción normal hubiera sido sonreír y correr hacia sus brazos, pero su cuerpo corrió hacia el lado contrario, con la respiración entrecortada corrió por entre las camillas evitando tocar a los pacientes, doctores o enfermedas, su vista se había nublado por las lágrimas y su corazón realmente no parecía querer latir más rápido, sintio que podría morir en ese momento, ese pensamiento se vio interrumpido cuando su cuerpo cayo al piso, ahogo un grito de dolor y observo sus manos, ambas llenas de sangre, su ropa estaba igual o peor, quiso ponerse de pie ante él asombroso pero él dolor agudo en su pierna se lo impidió, la estiro lentamente para ver que pasaba y sus ojos se abrieron con sorpresa al ver él gran corte en su espinilla con miedo busco en él piso lo que lo había provocado llegando hasta él bisturí junto a su pierna.

-¿Te lastimaste?.- esa voz.- Lay, ¿que pasa?.- Suho observo el lugar donde él veía y se acerco rápido agachándose junto a él y observando su pierna.- esto debe doler, y no hay enfermeras desocupadas aqui, ¿donde esta tu habitación?.- Lay apunto con sus manos temblando hacia él ascensor y Suho asintió cargandolo de forma nupcial con cuidado de no lastimarlo.

Lay solo apunto hacia él botón que debía presionar y la habitación donde debían entrar, no lo veía, ni hablaba, Suho sintió su corazón romperse por ello, pero no se detuvo a pensarlo y fue en busca de una enfermera.

-Afortunadamente el bisturí estaba limpio, y te has limpiando rápidamente, por lo que no hay riesgo de alguna infección, pero joven Yixing le voy a pedir amablemente que no corra por el hospital, pudo haber resultado peor.- Lay asintió viendo como la enfermera terminaba de limpiar la herida y recogía sus cosas para luego irse.

~El mejor postor..~SuLay, Mpreg. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora