Prólogo.

6.8K 721 284
                                    

Mark Zugadi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mark Zugadi.

Ella sabe que la miro, todos los días me hace pecar, pero no todo es culpa mía, si nos ponemos a pensar esa niña se lleva el setenta y cinco por ciento de la culpabilidad. Ella sabe que estoy aquí, mirando, acechando como otro admirador más, uno de los miles que tiene atrás. Ella sabe que yo no la odio realmente, a pesar de que cada día desde que estábamos en pañales no paraba de repetirle que era solo un estorbo. Ella sabe muchas cosas.

No sabe que realmente no puedo dejar de mirarla.

Rasga su guitarra haciendo sonar algunas notas, sé que cada nota está dedicada a mí. Ella sonríe levantando su rostro y enarca una ceja, es el momento de cerrar mi cortina, pero como siempre que veo sus ojos me congelo.

Vanessa Martin, mi preciosa vecinita y mejor amiga de mi primo-hermano.

Ella dice que me odia, pero sé que tampoco lo hace realmente.

Cierro la cortina de mi ventana con molestia. Vanessa hace que todo lo que piense se convierta en versos, en una nueva canción para escribir. No podría admitirlo al frente de nadie pero ella es mi musa, veo su cabello e instantáneamente escribo unas letras, veo su boca y uno que otro sonido sueltan mis dedos a través de las cuerdas y cuando veo sus ojos, ¡mierda! Ese es el peor problema, escribo toda una puta canción, sobre mí, sobre unos ojos desconocidos, sobre una boca jugosa, sobre un suave cabello, sobre una respingona nariz, sobre ella. Vanessa hace que cada pedazo de ella la convierta en música.

La música es la cosa más importante en mi vida, pero Vanessa está muy cerca de remplazarla y ser la primera.

Mi puerta es abierta con brusquedad por un quinceañero Jean Luca, mi primo, mi hermano. Mis tíos murieron hace tres años en un accidente de auto y él ahora está aquí, durmiendo bajo el mismo techo. No tengo hermanos, pero Luca es esa pequeña piedra en el zapato a la que podría acostumbrarme, nunca lo digo, pero amo a mi primo, él sin duda alguna hace que mis días sean cada vez más divertidos.

—Vane me escribió y dijo que te exigiera que dejaras de mirarla—manifiesta recostándose en el marco de la puerta.

—Pues dile que te dije yo que le digas a ella que deje de mirarme como si fuera un jugoso bocadillo—contesto divertido. Al ver su rostro confundido rompo a reír, Luca se ofende.

—¡Yo no soy tu mensajero!

—¿Pero eres el de ella?

—Es mi mejor amiga—se defiende.

—Y yo soy tu primo—declaro con vehemencia. Sabía que Luca adoraba a su mejor amiga, pero nunca pensé que la prefiriera a ella antes que a mí, estoy ofendido—. Lo que me faltaba.

Olviden toda esa maldita introducción que les di al describir a Vanessa Martin. Ella es el mal para mi seguridad física, para mis sentimientos y para mi corazón. Si, la odio. Ese pequeño...

MARK | Four Chips #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora