Capítulo XIV

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De cómo la magia está hecha.

Emrys llevó el cuerpo de Mordred a la cueva de los cristales, lágrimas saladas que jamás abandonaron sus ojos desde que lo encontró muerto en la tierra de Camlann. Su sangre ya estaba seca, pero aún podía sentir su magia. Un recordatorio de la promesa que hizo al final. Estaba frío y sin color, aunque parecía que solo dormía.

Lo despojó de la armadura de Morgana con cuidado y, cuando estuvo solo en pantalones y camisa, ya no era más un caballero oscuro o un traidor, era sólo Mordred, el hombre druida al que amaba con todo su corazón. Él oró a los Dioses por su alma y pidió perdón por sus errores. Besó sus labios una última vez y se deshizo, queriendo yacer junto a él. Queriendo morir.

Balinor, acudió a él nuevamente. Estaba triste por la vida de pérdidas que su hijo tuvo que enfrentar en soledad y lo acunó en su pecho mientras sollozaba. Hizo una última cosa por él antes de marcharse para siempre. Sus palabras fueron:

"El balance entre la vida y la muerte ha sido alterado, hijo mío. Muchas vidas se han perdido hoy. Tienes el poder en tus manos, en tu ser, pero debes saber que no podrás traer de regreso lo que te ha sido arrebatado, porque lo perdido, perdido está."

Y Emrys supo qué hacer.

El hechizo vino a él como la inspiración y era tan complejo como la vida misma. Las palabras eran tan desconocidas como familiares y las dijo como una plegaria, depositando en el su esperanza casi extinta, su amor infinito y su necesidad.

Los Dioses le concedieron su único deseo y entretejieron cada hilo de las vidas perdidas, tomando la magia de Mordred y alimentándose de la magia ilimitada que Emrys poseía.

Cientos de vidas para formar una sola.

Papá dice que comencé como una bolita de luz cálida bailando entre sus dedos, una chispa, una esperanza, un deseo, y que me instalé en él como si conociera mi hogar. No solo llene su corazón, sino su cuerpo entero. Dice que sintió a mi padre a su lado, su magia enlazada a la suya, fusionándose para crear la mía. Fue cuando supo que no estaría solo nunca más.

Él siempre termina este capítulo con la frase: "La magia está en todas partes, cariño, hecha de amor, de luz y de libertad. Puedes sentirla fluyendo. Y la magia jamás se acaba".

Hija de la magiaWhere stories live. Discover now