— Hermione — la llamó Harry. Alanna y Ron lo esperaban a unos metros de distancia.


Hermione vio en dirección a Harry unos segundos, pero luego dio vuelta su cara ignorándolo completamente. Harry miró a sus dos amigos, y ambos se encogieron de hombros, no dándole gran importancia.


Hermione se negaba a hablar con Harry, Ron y Alanna, pero como era una sabelotodo mandona, los chicos lo consideraron como un premio. Lo que realmente deseaban en aquel momento era poder vengarse de Malfoy y, para su gran satisfacción, la posibilidad llegó una semana más tarde, por correo.



Mientras las lechuzas volaban por el Gran Comedor, como de costumbre, la atención de todos se fijó de inmediato en un paquete largo y delgado, que llevaban seis lechuzas blancas. Alanna miraba el paquete con la boca abierta, con la forma de este se imaginaba de que se podía tratar. Ron le dio un codazo para que cerrara la boca, pero esta no duro así mucho tiempo, porque cuando el paquete cayó frente a Harry, ella estaba aun más impresionada. Las lechuzas se estaban alejando, cuando otra lechuza dejó caer una carta sobre el paquete.

Harry leyó la nota con una alegría palpable, que fue difícil de ocultar mientras le alcanzaba la nota a Ron y Alanna.


NO ABRAS EL PAQUETE EN LA MESA Contiene tu nueva Nimbus 2.000, pero no quiero que todos sepan que te han comprado una escoba, porque también querrán una. Oliver Wood te esperará esta noche en el campo de quidditch a las siete, para tu primera sesión de entrenamiento.

Profesora McGonagall


Alanna alternaba su mirada entre Harry y la nota, sin poder creer que la escoba que había visto en el escaparate de una tienda en el callejón Diagon ahora estuviera en la misma mesa que ella, y más aun que perteneciera a uno de sus amigos.


—¡Una Nimbus 2.000! —gimió Ron con envidia—. Yo nunca he tocado ninguna.


—Yo nunca he tocado una escoba que no fuera de la escuela — comentó Alanna.


Salieron rápidamente del comedor para abrir el paquete en privado, antes de la primera clase, pero a mitad de camino se encontraron con Crabbe y Goyle, que les cerraban el camino. Malfoy le quitó el paquete a Harry y lo examinó.


—Es una escoba —dijo, devolviéndoselo bruscamente, con una mezcla de celos y rencor en su cara—. Esta vez lo has hecho, Potter. Los de primer año no tienen permiso para tener una.


Ron no pudo resistirse.


—No es ninguna escoba vieja —dijo—. Es una Nimbus 2.000. ¿Cuál dijiste que tenías en casa, Malfoy, una Cometa 260? —Ron rió con aire burlón—. Las Cometas parecen veloces, pero no tienen nada que hacer con las Nimbus.


—¿Qué sabes tú, Weasley, si no puedes comprar ni la mitad del palo? — replicó Malfoy—. Supongo que tú y tus hermanos tenéis que ir reuniendo la escoba ramita a ramita.


Antes de que Ron pudiera contestarle, el profesor Flitwick apareció detrás de Malfoy


Una ninfa en Hogwarts | Harry PotterМесто, где живут истории. Откройте их для себя