Capítulo 28

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Gabriel se encontraba sentando justo frente a mi en la cocina. Ambos guardamos silencio, el esperando que yo hablara y yo buscando las palabras correctas para comenzar cualquier oración.

-¿Cómo te enteraste? -Si, fue una pregunta realmente estúpida considerando todos los intentos de espionaje que hizo y los muchos otros que realizó a mis espaldas. -Quiero decir, ¿desde cuando...?

-Mira, estoy consciente que no es de mi incumbencia lo que haya sucedido con tu vida desde el momento en que la cague contigo, pero...

-¡¡DEJA DE DECIR QUE NO ES DE TU INCUMBENCIA!! -Estalle, al borde de los nervios y del pánico de que sepa que Dominic es su hijo. -Es obvio que para ti lo es, sino, no me hubieras mandado a investigar. Dime que averiguaste.

-Nada más de lo que ya te he dicho. -Mencionó algo cohibido. -Mandé a uno de mis contactos a rastrear las llamadas solo porque te escuché mencionar el nombre de Dominic y decirle "Te amo". Nojodas, en todos estos años no le has dicho eso a nadie, ni siquiera a Marco. Me pareció sospechoso e investigué al respecto porque me importas, por muy masoquista que se vea.

-Marco detectó cada rastreo, tu informante no es muy bueno en su trabajo. Deberías despedirlo o matarlo, un error así te puede costar la vida, Gabriel.

-Le daré un pequeño susto nada más para que perfeccione su trabajo. -Se encogió de hombros. -¿Sabes lo peor? -sonrió con amargura. -Me enteré que Dom era tu hijo porque el mismo se delató.

-¿Que? ¿Cómo es eso posible?

-Sucedió la semana pasada, cuando te pusiste mal. Llamé a Marco para avisarle de tu estado y para que no se preocupara. La conversación no fue muy extensa y cuando nos despedimos, justo cuando iba a colgar, escuché la voz de un pequeño diciéndole papá y preguntando si hablaba con su mamá. Por un momento me quedé pasmado. Marco ha estado contigo prácticamente desde siempre y me hubiese enterado si él tenía un hijo con otra mujer que no fueras tú. En cambio, tú desapareciste del mapa hace 7 años, 2 más 2 son 4 Tabitha.

Ambos guardamos silencio por unos largos minutos que se volvieron muy incómodos.

-Lo sabías desde hace una semana, ¿por qué nunca mencionaste nada?

-¿Para que me insultaras? Olvídalo, hemos avanzado demasiado como para retroceder por algo natural. Aunque tengo que confesarlo. Me dolió escuchar a ese niño decirle "Papá" a Marco, más aún porque es tu hijo.

-Gabriel...

-Lo sé, maldita sea, lo sé. -Se estrujo el cabello con fuerza, tensando su mandíbula en el proceso. -Todo es mi culpa. Aún me sigo preguntando que hubiera pasado si no me hubiera comportando como una maldita bestia contigo. Quizás tú y Marco no fueran más que hermanos y Dominic fuera mi hijo. Nuestro hijo. Aunque se que eso es imposible, ya yo no puedo tenerlos, engendrarlos.

En ese preciso momento mi pecho empezó a contraerse y mi voz quería salir a relucir para gritarle que sí, Dominic era su hijo y que aún le quería aunque no lo quisiera aceptar.

-Gabriel... Tienes que saber...-

El teléfono de Gabriel comenzó a sonar una y otra vez, era una llamada entrante y al ver el remitente no dudo un segundo en contestar.

-¿Viejo? Ok, dame un minuto. -Colgó y fue a su habitación para buscar su laptop. La colocó en la mesa de manera que ambos pudiéramos observar la pantalla. Pronto una vídeollamada se registró y la aceptamos. La cara demacrada e hinchada de Richard apareció en la pantalla.

-Sé que no están en posición de hacer algo el día de hoy, pero es urgente. -Su voz sonaba ronca, automática, como si no estuviera hablando en realidad. -Habrá una carrera hoy y se juegan más de 100 millones en efectivo. originalmente estaba arreglada para que la gente de Alexander ganara. Cómo comprenderán, eso no va a ocurrir y es su trabajo encargarse. Adicionalmente, si lo ven por ahí, matenlo. -Me miró directamente. -De la peor manera que pueda existir. Háganlo pagar.

La Chica StormTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon