Especial Aniversario

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Hola queridos míos. Sé que es un poco extraño ver esta notificación después de tanto tiempo (Más aún cuando la historia ya está finalizada) Pero me siento nostálgica y emocionada, porque Estamos justamente en el mes aniversario de este libro. La Chica Storm está cumpliendo 6 años y la verdad no puedo creer que en serio haya pasado tanto tiempo. 

Había trabajado en este especial hace bastante tiempo por sugerencia de una lectora (Rubí, gracias por la idea y perdón por tardar tanto), pero por motivos personales no lo había finalizado. Es corto, si, pero eso se debe a que no hay mucho más que sacar de esta historia, salvo algunas cosillas que quedaron colgadas en su momento. 

Sin más que agregar, feliz aniversario lectores. Gracias por seguir aquí. 

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ESPECIAL MES ANIVERSARIO

Matar a mis padres no fue algo difícil de hacer. No fue como si hubiese desarrollado una especie de empatía por ellos antes de jalar ese gatillo. Realmente, no sentí nada cuando acabé con ellos. Sin embargo, sí que sentí algo cuándo ellos notaron mi presencia esa noche. Se veían sorprendidos. Sabía que se sorprenderían, después de todo, había transcurrido un mes desde mi "secuestro". Tenían un brillo de alegría en la mirada que fue rápidamente apagado cuando notaron mi semblante y lo que portaba en mi mano izquierda.

Mis padres... A nivel general, aunque eran una familia adinerada, eran bastante amorosos. Siempre lo fueron. Toda la familia Espínola era conocida por su amabilidad, acciones de buena fe y caridad. Eran excelentes padres, sí, eso no había por qué negarlo. Jamás me faltó nada, ni en lujos ni en cariño, pero nada de eso tenía importancia si yo estaba dañado de fábrica. Y ellos lo sabían. Desde mi nacimiento, ellos sabían que yo no era normal. Que había algo en mí destacando y no precisamente algo bueno.

Es obvio que algo andaba mal, cuando, con palabras textuales de mis padres, el médico me sacó de mi madre y no emití ningún llanto. Respiraba, sí. Todo estaba bien con mis pulmones, emitía quejidos, pero no lloré, ni siquiera cuando me dieron palmadas. De acuerdo al testimonio del mismo doctor que ayudó en mi nacimiento, yo había abierto los ojos y observado todo tan fijamente, como ningún niño lo había hecho. Me dejaron en observación por semanas en aquella clínica, haciendo todo tipo de estudios que pudieran indicar el por qué un niño recién nacido observaba todo con odio, no lloraba, pero era sano en los demás aspectos.

Fue entonces cuando descubrieron el gen. Imagino que para mis padres, recibir la noticia de tener un hijo con el gen asesino no fue mi placentero. Puedo recordar el llanto de mi madre por las noches, así como muchos aspectos de mi vida que no debería recordar, pero supongo que es cosa de ese mismo gen. Mis padres, como muchas otras familias, habían adquirido una deuda millonaria con los Storm.

Y era absurdo, considerando que ellos tenían una gran fortuna, pero, en su débil e insensato intento de querer volverme un niño normal, me sometieron a diversos estudios y tratamientos (en principio, no invasivos) para tratar de controlar el gen. Cuando se dieron cuenta que nada daba resultado y que, al contrario, ya empezaba a mostrar comportamientos iracundos con todo el mundo a la tierna edad de 1 año, empezaron a buscar cualquier cosa o persona que pudieran "salvarme".

Compensaban las torturas científicas con palabras y muestras de afecto. Y aunque entendía por qué lo hacían, yo empecé a odiarlos cada vez más. Cuando el dinero empezó a escasear por tantas estafas, acudieron a los Storm. Porque sí, el gen era incurable, no había nada que pudiera hacer que desapareciera o que yo cambiara, así que cada persona que llegaba a nuestras vidas queriendo hacerse un mesías para mí, era un estafador. Y realmente ese fue su peor error, porque me llevaron directamente a la fuente del gen.

La Chica StormWhere stories live. Discover now