Capítulo 19

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-Viejo, tiene que existir otro modo. No necesariamente tengo que volver a Venezuela y de hacerlo no tiene que ser para estar con Gabriel. -Traté de hablar lo más calmada posible y sin entrar en pánico.

-Es el único que se encuentra en Venezuela de manera fija y el que ha manejado todo allá los últimos 5 años. Ahora está radicado en Valencia y...

-Bueno, él está en Valencia, yo perfectamente me puedo ir a Caracas, Maracaibo, Mérida... Hay muchos sitios en los que ya he vivido y donde sé que puedo estar sin ningún problema.

-¿Tú sola? No lo creo. -El viejo frunció el ceño y trató de calmarse porque ahora era él quien se estaba comenzando a alterar.

-Pues si el problema es que no puede estar sola, yo voy con ella.

-Marco, él sabe que tu irás con ella a cualquier lado, la idea es despistarlo, no llevarlo directo a Tabitha. Lo siento, pero esta vez apoyo al viejo. -Culminó Ibrahim antes de acostarse en el sofá totalmente abatido.

-¿Cuando me tengo que ir?

-Cuanto antes, mejor.

-¿¡Qué!? -Gritamos Marco y yo al mismo tiempo. -Viejo... Mi hijo...

-No quiero arriesgarme a que Henry te reconozca y ten por seguro que lo hará, no has cambiado nada. Y por Dom no te preocupes, conmigo estará bien.

-¿Y quien te garantiza que él no ira detrás de ti? -Preguntó Marco muy molesto. -Si, él ahora tiene una obsesión extraña con la que cree es Alexandra. No sabemos si el tiene conocimiento de que se trata de Tabi o por qué mierda está detrás de ella ahora. Pero cuando no la encuentre, ¿A quien piensas que atacará?

-Para eso los tengo a ustedes. -Dijo el viejo de manera ruda, ahora si estaba molesto. -Ustedes son mis ojos y oídos. Esta vez tenemos todo en riesgo. Si Tabitha es descubierta, todos nosotros caemos. -Me miró. -Alexander no juega limpio, en cuanto te tenga en su poder, acabará con nosotros con todas sus pruebas y nadie podrá decir algo en su contra. Nadie nos va a creer a nosotros.

-¿Mamá?- Dominic apareció ante nosotros en el umbral de la sala. Caminó hacía mi rascándose la cabeza con mucha pereza y bostezando. -¿Duermes conmigo?

Observé al viejo durante algunos segundos y el asintió.

-Si bebé, por supuesto que si. -Besé su mejilla y lo cargué en mis brazos.

-Voy a preparar todo para que mañana estés en un avión rumbo a Venezuela Tabitha. -Yo solo asentí de mala gana y caminé con mi hijo en brazos hasta la habitación donde se estaba quedando. Marco me siguió y los 3 nos acostamos en la gran cama.

-¿Trabajas mañana mami? ¿Llegaras tarde?. -No quería decirle que simplemente no volvería por un tiempo, pero tenía que hacerlo.

-No cielo, de hecho... -Abrí y cerré la boca tratando de decir las cosas de una manera coherente.

-Mamá tendrá que trabajar unos cuantos meses en el extranjero, pequeño. -Terminó confesando Marco con una voz dulce y acariciando la cabellera del pequeño.

-Oh. ¿Iremos?. -Cada vez estaba más somnoliento, pero no se dormía y no lo haría hasta que todas sus dudas fueran disipadas. Era muy testarudo.

-No pequeño. Tú y papá tendrán que quedarse. Pero... -Besé su frente. -Prometo llamarles todos los días y estar pendiente de ambos ¿Vale?

-¡Pero no quiero que te vayas mami! Quiero que etes conmigo. -Me abrazó y se me rompió el corazón. Marco solo nos observaba, se notaba que estaba molesto con esto, pero no es como si nosotros pudiéramos hacer algo.

La Chica StormWhere stories live. Discover now