Capítulo 5

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Alex había manejado por un buen tiempo y no fue hasta que salimos de la ciudad que me di cuenta que éste sería un largo viaje. Aún no me animaba a llamarlo por su nombre, cualquiera que fuera, así que simplemente le llamaré de la manera en la que él se presentó. No me molesté en preguntarle a donde iríamos, en estos momentos tenía un fuerte dolor de cabeza y corporal  que me sacaba de casillas y ver el auto en movimiento no me estaba ayudando en absoluto. 

-Voy a detenerme ahora antes de que vomites el auto porque yo no pienso limpiar eso. 

-No voy a vomitar, solo me duele el cuerpo. -Dije asqueada por las nauseas y tratando de olvidar el dolor que me taladraba la cabeza. 

-En la primera estación de servicio que vea me voy a detener, así aprovechas de cambiarte esa ropa. 

Desde el choque solo me había concentrado en que mi vida cambiaría y ni siquiera me detuve a observar mi cuerpo. Tenía varias heridas en los brazos y sangre en el uniforme escolar. Él bajó el cubresol en el cual se encontraba un pequeño espejo y al verme di un respingo que hizo que me doliera más el cuerpo. 

-¿¡QUE LE PASÓ A MI CARA Y CABELLO!?- Alex estalló en risas y soltó el volante de la nada, dejando que el auto perdiera el control y se moviera por toda la autopista, pero a él no parecía importarle ese hecho. -AGARRA EL VOLANTE ESTÚPIDO, QUE NOS VAMOS A MATAR.

Al cabo de unos segundos volvió a tomar el control del auto, pero siguió riendo como un loco. 

-Tu cara fue un poema al verte en ese espejo, no puedo creer que ahora te importe más tu aspecto físico que el destino al que vamos en este momento. Eres rara. 

-¿Rara? ¿Lo dice el que soltó el volante para reírse como foca retrasada? Vaya, tenemos un problema en identificar lo que es raro y lo que es normal.- Dije lo más sarcástica posible. 

-Tabitha, soy un maldito sociopata, ¿Que esperas? -No sabía a que se refería y supongo que lo supo al ver mi expresión. -Tengo problemas para diferenciar lo que es bueno y malo. -Se encogió de hombros. 

-Eso no es nada nuevo para mi. Hace poco la psicóloga del colegio me remitió con un psiquiatra con carácter de urgencia y el doctor le dijo a mi nana que tenía lo mismo que tú pero de manera leve. Iban a decirle a mis padres sobre eso, pero nunca tenían tiempo para hablar con ella o conmigo. 

-¿Por qué estabas yendo con la psicóloga de tu colegio? 

-Por todas las peleas que había comenzado desde el tercer grado, por haber ingresado al baño de niños y por bañarme en la piscina de la escuela solamente con mis pantis y no con el traje de baño completo. 

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJ- esta vez no soltó el volante, pero si se reía con ganas. -¿TE BAÑASTE CASI DESNUDA? ¿FUE FRENTE A TODA LA CLASE?

-Los niños se bañaban así y a mi no me gustaba ese dichoso traje de cuerpo completo, si ellos podían pues yo también y lo hice, pero entonces llamaron a la directora, ella me envió con la psicologa y ella me remitió con la doctora Pérez por mi manera de pensar y razonar las cosas. Me parece injusto, la verdad.

-¿Y por qué entraste al baño de niños? -Aún tenía una leve sonrisa y sus ojos llorosos por tanto reír. 

-El de niñas estaba asqueroso y habían muchas allí dentro, quería hacer del 2 y entré en el de chicos porque ese siempre está vacio. 

-Bueno, pero esa no es razón suficiente como para remitirte con un psiquiatra.

-Ella quería saber lo que hacía diariamente y le dije todo, lo del polígono, mis clases de defensa, el arma que había comprado a los 10 pero que mi nana escondió, y bueno... Creo que lo último fue lo que más la alarmó, pero vamos, los científicos hacen experimentos con animales y yo pensé que podía practicar algo de anatomía con el conejo que papá me había regalado. 

La Chica StormWhere stories live. Discover now