PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 35

»—» Taehyung «—«

Me mantengo firme al pié del aeropuerto mientras espero por Lía, ojeo el reloj de mi muñeca el cual marca diez minutos más tarde de la hora acordada. Mi mente empieza a crear suposiciones sin fundamentos a medida que pasa el tiempo y su figura no se asomaba entre la multitud atariada.

Tal vez se rehusó a venir conmigo.

Quizá solo debía marchar sin ella y presentar mis disculpas a los socios por viajar a una reunión de suma importancia sin ayuda alguna, pero todos esos pensamientos son borrados inmediatamente de mi cabeza en cuanto la veo aparecer entre la multitud con pasaporte en mano y arrastrando trás ella una medida maleta de equipaje.

Brilla ante mis ojos.

—Siento la tardanza, presidente Kim.— habla con cortesía frente a mí, nuevamente jugando a no tener recuerdos pasados entre nosotros.

—No estamos en la empresa, ¿podrías dejar de llamarme con títulos?.— inquiero esperando un poco más de comodidad de su parte, pero su terquedad no se lo permite.

—Es mejor no tener ningún tipo de confianza entre nosotros, presidente Kim.— indica y vuelve a llamarme del mismo modo, pero cuando estoy a punto de objetar, sus pies se mueven de lugar y me dejan atrás.

A pesar del tiempo no ha dejado de ser perfectamente caótica, teniendo bien en cuenta de cuanto a cambiado su forma de ser, aun así sigue siendo la misma chica que he amado siempre. Inevitablemente sigo su pasos y reprimo una sonrisa en mis labios.

La recuperaría como sea.

Nos acercamos a por los pasajes y en cuanto todo está hecho, pasamos a abordar el avión. Buscamos nuestros asientos y al encontrarlos Lía intenta guardar su bolso dentro de los casilleros que ascienden sobre muestras cabezas, pero no la alcanza. Inmediatamente me propongo a ayudarle tomando la bolsa entre mis manos y torpemente topando las de ella.

Sus pupilas chocan con las mías y siento mi corazón latiendo como loco dentro de mi pecho, siento como el tiempo se detiene en ese instante, y siento como mis labios reclaman los suyos y mis brazos a ella. Pero ella, permanece en silencio y sus ojos repentinamente tocan el suelo, quita su mano de inmediato y el ambiente nos envuelve en incomodidad.

—Deberíamos tomar asiento.— indica— el avión está a punto de despegar.

Hago caso omiso a sus palabras aún sumergido en el pensamiento de la sensación que se sintió mi mano tocando la suya, es tan suave como la recuerdo. Los recuerdos de su delicados dedos tocando mi pecho con sutileza vienen a mi mente sin aviso.
La miro recargar su cabeza en el respaldar del asiento y suspirar con los labios entre abiertos a la vez que cierra sus ojos con fuerza.

Y la recuerdo besando mis labios.

Recuerdo la textura de los suyos moviendose al compás de los míos esa misma tarde, esa tarde donde por única vez la hice mía, donde por primera y última vez la tuve entre mis brazos. Los alocados latidos de mi corazón me traicionan y me ponen en evidencia cuando no puedo parar de querer volver a tenerla en mis manos.

Deseaba volver a tenerla conmigo y poder amarla como era debido, como debí hacerlo. Una llamada llega a su móvil antes de que el avión despegue, y lo apaga cuando la azafata se lo pide, del mismo modo lo hago con mi móvil.