PUPPET [ T#1 TERMINADA ]

PUPPET| Parte 17

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Apresuré mis pasos y avancé rápidamente hacia el baño por segunda vez, sin que me importe quien se interponga en mi camino.
Hace dos días que me venía sintiendo de esta manera, en la mañana había arrojado todo el desayuno pero no le tomé importancia, tan solo lo dejé pasar y me di la típica excusa de que algo me había caído mal.

Pero era la quinta vez que arrojaba todo nuevamente.

Volví al salón arreglando mi falda y cabello, mis manos temblaban y mi rostro permanecía tan blanco como una hoja de papel. Lo sabía porque me había visto en el espejo antes de salir de los excusados y volver a clases.

—Señorita Song, ¿se encuentra usted bien?.— cuestionó preocupada la maestra de anatomía, provocando que su preocupación se ganara la atención de todos los alumnos presentes en el salón.

—¿Uh?, sí...eh...yo, solo fue él almuerzo de la cafetería.— mentí, tenía miedo y no sabría como lidiar con aquello que me aquejaba.

—¿Seguro se encuentra bien?.— siguió indagando acerca de mi estado de salud y rogué por Dios que se callara, solo estaba logrando que me preocupase mas por mi misma.

—Me encuentro mejor.— afirmé antes de pasar a mi pupitre y sentarme ahí sin poder prestar atención a la clase las siguientes horas.

Todos seguían en lo suyo, Jackson pasaba su miraba casualmente sobre mí y hacía muecas con los labios, seguramente tratando de inquirir sobre mi salud. Lo único que podía hacer, era asintir y sumergirme en un mar de preocupaciones. ¿Qué estaba mal conmigo?, ¿qué tipo de enfermedad estaría desarrollando?.

Me obligué a dejar de pensar negativamente y convencerme de que tan solo podría tratarse de algún virus. Las clase finalmente terminaron y junto a Jackson nos dirigimos a nuestra mesa de siempre, mientras esperábamos a que llegase Vernon.

Era unas de sus costumbres que llegara cinco o diez minutos más tarde.

—¿Ahora sí me dirás que te pasa?.— cuestionó alazando su ceja izquierda, y con ese gesto, no podía mentirle. Necesitaba dejarlo salir y decírselo a alguien.

—No lo sé.— enuncié.— Tengo malos síntomas desde el fin de semana, y hoy arrojé cinco veces. — concluí preocupada, analizando todas y cada unas de las enfermedades.

—Eso es algo extraño.— contestó sumergido en sus pensamientos.—¿Has ido al médico?.—inquirió de repente.

—No.— afirmé pensante. 

—Posiblemente estés...— enunció sin terminar totalmente la frase que se propuso a decir. Mis ojos lo miraron expectantes.— ¿eres virgen aún?.— Mis mejillas se pintaron de un rubor rojo carmesí, y quise escupir las pasas que había llevado a mi boca.

Negué con la cabeza en silencio.

A mi mente acudieron los recuerdos de aquel día en el cuarto de conserje,  habíamos tenido relaciones, y como era de esperarse, tanto Taehyung como yo, no habíamos tomado las precauciones correspondientes.

Mis manos empezaron a temblar al igual que mis piernas, ¿cómo podía ser posible que no lo haya pensado antes?, mis ojos seguían abiertos de par en par, todo apuntaba a las sospechas que Jackson y yo estábamos teniendo en ese momento.

No me preocupaba el hecho de seguir con el instituto, dado que en pocas semanas estaríamos por graduarnos, me preocupaba el hecho de no saber como lidiar con aquello. ¿Cómo decírselo a mi madre? Y a Taehyung, quién por cierto, no veía desde aquel día en la playa.