PUPPET| Parte 20

2.2K 207 15
                                    

»—» Lía «—«

Todo había pasado muy rápido. Mis ojos se escudriñaban en los suyos llenos de temor, llenos de angustias y preguntas, llenos de lágrimas a punto de ser liberadas. Sus labios se mantenían quietos y su rostro templado mirándome sin expresión alguna, solo se mantenía en mí, provocando que la culpabilidad creciera mucho más, repochandome internamente por todo este tiempo lleno de mentiras.

—Perdoname, por favor.— supliqué diligente cada una de mis palabras, de la misma manera que había hecho Taehyung. Las lágrimas no cesaban y él había dejado de mirarme.

Me estaba matando por dentro y no lo estaba resistiendo.

—Que debo perdonarte, Lía.— levantó la cabeza después de algunos minutos de permanecer abajo, sus incisivas palabras se apoderaron de mi sistema nervioso haciéndome temblar aún sin tener frío. Sus ojos seguía perdidos en algun punto de mi rostro.

—Esto pasó mucho antes de lo nuestro, ni si quiera yo lo sabía pero... —Traté de explicar al mismo tiempo que vernon me interrumpió al verme incapaz de seguir.

— Perdoname tu a mí.— contrajo su mandíbula. No respondí, me encontraba confundida. — Jamás hice que confiaras en mí lo suficiente.— concluyó tomando sus mis manos entre las suyas.

—¿Por qué?...— Murmulle, — me has dado toda la confianza necesaria, no habría nadie mejor que tú.— enuncié aceramdome a su rostro y depositando un cálido beso en su frente mientras una lágrima caía por su mejilla.

—¿De quién es el bebé?— Inquirió de golpe, los latidos de mi corazón se aceleraron nuevamente y dude por un segundo en responder.

Pero finalmente lo hice.

—Taehyung.— musite y bajé el rostro, sentía como la decepción que sentía hacia mí, recorría su rostro.— No lo sabe.— No podía mirarlo.

—¿porqué no me lo dijiste antes?—.esta vez me miró. lloraba, él estaba llorando y eso me dolía a mí.

—No tenía idea de como, yo solo tenía sintomas, me hice realicé un análisis el cual me confirmó todo. No sabía que hacer. Lo siento.— lo miré a los ojos.

esperé  que de sus labios salieran palabras hirientes hacia mí, mas no lo hizo. Se acercó y me atrajo a sus brazos en un fuerte abrazo, enterró su cara en mi cuello y empezó a llorar como un niño pequeño, un niño desprotegido lleno de miedos. Mi mirada taciturna no asimilaba su reacción.

Pensé que sería diferente, que me pediría que desapareciera y lo dejara en paz, pero no lo hizo, en vez de eso me abrazo y yo correspondí a su abrazo mientras la fiesta de graduación seguía en marcha, pero ninguno de los dos tenía tiempo de aquello ahora. Nos sumergimos en la realidad, que era aún mas trágica, peligrosa y aveces injusta.

—Lo siento.—volví a musitar en un hilo de voz, Vernon tan solo me abrazó más fuerte, con cuidado de no lastimar a mi bebé.

Nos dorigimos hasta la playa y empezamos a caminar por la orilla del mar sin mojarnos los pies, la punta de nuestras narices aún permanecía tornada de ese característico color rosa que se le da después de haber llorado mares. Caminamos por un rato sin decir nada, el viento soplaba fuerte.

—¿Alguien más lo sabe?—. inquirió mirando sus pies enterrarse en la arena con cada paso que daba.

—Solo Jackson, y Ajora tú.— titubié al decirlo, no quería que se molestara con el por habérselo ocultado. Había sido mi culpa dado que yo se lo había pedido.

—Este bastardo.— contestó entre una sutil risa, misma que me hizo sonreír. Aún llevan ese ángel dentro de él. —¿tu mamá lo sabe?.— inquirió una vez más.

—Aún no.— bajé la mirada, me quedé en silencio unos minutos

—No debiste ocultarmelo, yo habría comprendido. No podía reprocharte algo que sucedió antes de lo nuestro.— me miró y sus ojos correspondieron con los míos, el corazón unas vez más, se rompió en mil.

Su cabello revoloteaba junto con el viento que iba en dirección contraria, su mano tomo la mía y depositó un tierno beso sobre mi dorso.

—Disculpa, creo que no te conozco lo suficiente aún  ysupuse mal— Sonreí melancólica. —Me odio por hacerte daño.— concluí.

—¡hey!, no es tu culpa. La vida es así, hay altos y bajos. —acarició mi mejilla y depositó un leve beso en mi coronilla. —sin embargo...

—sin embargo no podemos estar juntos.— concluí la oración.

Sabía que hablaríamos de esto, era obvio que nadie arruinaría su futuro por una chica que esperaba un bebé y que ni siquiera era suyo, pero tampoco lo obligaría a hacerse responsable de algo que no le pertenecía.

—exacto pequeña.— sonrió levemente — pero quiero que sepas que siempre estaré ahí para ti, te ayudaré en lo que sea. Cuenta conmigo.— Sonreí y lo abracé una vez más aspirando su perfume varonil tan característico de él.

—Gracias.— Murmuré golpeando las palabras contra su pecho.

Todo el tiempo que permanecí junto a él había sido el mejor, el amor que sentí por él había sido uno tan real. Le agradecía por ayudarme a olvidar y a sanar las heridas, a sonreír verdaderamente y a apreciar cada momento, hora, segundo y minuto que pasé a su lado. Era lo mejor, había sido lo mejor y ahora solo lo guardaría en mi memoria para recordarlo en algún momento de mi vida.

Dado a todo lo sucedido, ambos permanecimos tomdos de las manos,  las risas habían vuelto y me hacía sentir feliz, pero aun así sabía que después de esto tendría que partir a la mañana siguente.   

—te llevo a casa.— asentí y caminamos de la mano hasta el auto por última vez.

Conducía despacio como si quisiera que el trayecto no acabara nunca, y lo mismo sentía yo, pero era algo que ya estaba destinado a ser, no podía simplemente ocultárselo para siempre, él tenía planes y un futuro que le esperaba. Hace algunos días atrás me había contado sobre una beca de universidad en Australia, se veía feliz y supe en ese momento que debía dejarlo ir, sabía que no podíamos tener una vida juntos, sin embargo me embriagué de ilusiones y terminé con el corazón por los suelos.
Mientras casi llegábamos a casa tomó mi mano y la apretó fuerte, lo miré melancólica con los ojos cristalizados.

Nuevamente solté lágrimas.

Llegamos, el camino se ha terminado, tan rápido. Estacionó el auto afuera de casa y nos contemplamos en el silencio por unos minutos, se acercó despacio y depositó un leve beso sobre mis labios, uno que hizo que mis labios dolieran. Pegó su frente con la mía y aspiramos el mismo aire manteniendo nuestros ojos cerrados incapaces de asimilar que este pequeño momento ya era el final de todo.

—Quiero que sepas que te amo, siempre te amé y te amaré.— musitó en un hilo de voz.

Asentí sin poder decir nada, todo en el alma me dolía, volvió a besar mis labios y luego nos sonreímos débilmente mientras algunas lágrimas caían por nuestras mejillas. Ahora era yo la que besaba sus labios levemente queriendo grabar su esencia en los míos, pero la realidad me golpeó una vez más y musite un inaudible adios.

Bajé del auto y me encaminé hacia mi puerta al darme la vuelta le lance un beso a Vernon como era de costumbre, y como era de costumbre, Vernon hizo un gesto con sus manos atrapando mis besos en el aire y guardándolos en el corazón. Una última lágrima rodó por mi mejilla mientras veía como su auto se alejaba y se desvanecía en la inmensa oscuridad de la noche.

Éste adiós definitivo ardió dentro de mi alma. 

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora