Caos || Publicado En Amazon #PGP2019

Capítulo 22

Unas personas pasan el agujero que hice en la valla sin ningún problema, y comienzan a seguirnos. La velocidad del grupo aumenta de forma abrupta debido al miedo, lo que nos ayuda mucho más en la huida.

—¡Deténganse ahora si no quieren morir! —grita una de las personas que nos sigue. La linterna nos ilumina a todos, aunque por suerte llevamos la cara tapada.

No sé qué objetivo tiene correr en medio de la nada si no tenemos un lugar al que llegar. El jefe o vocero del grupo jamás dijo nada sobre eso, en ningún momento mencionó que después de escapar llegaríamos a un lugar en específico. Solo dijo la parte de la huida, nada más.

No podremos correr toda la noche, y eso significa que tarde a o temprano nos atraparán.

Seguimos corriendo mientras escuchamos los gritos detrás nuestro, los que después se distorsionan hasta volverse un eco en medio de la nada. Nos detenemos unos minutos a pesar del peligro inminente a que nos atrapen. A pesar del peligro estamos cansados, y como humanos necesitamos descansar un poco.

Una luz mucho más intensa y grande nos ilumina a todos. Se ve que viene del pueblo. Al parecer ya todos saben que escapamos, y vienen por nosotros. Unos gritos como los anteriores se escuchan más fuerte que antes, y parece ser de más personas.

Con todo el cansancio que aún tenemos, volvemos a correr. Esta vez parecen ser más rápidos que nosotros, desesperándonos cada vez más. Llevar a mi hijo en brazos parece ser un estorbo, bajando mi velocidad. Siento las imágenes pasar lentamente mientras una gran fatiga inunda todo mi cuerpo. Sus voces apenas son audibles por los latidos de mi corazón, los que son tan fuertes que apenas puedo escuchar otra cosa. Todo sucede cuando los veo tan solo a unos metros de nosotros, sintiendo que este es el fin de nuestras vidas.

¿Qué nos harán después de esto? ¿Nos matarán de forma dolorosa? ¿O nos matarán de inmediato? Quizá nos mantendrán años torturándonos, haciendo que 'aprendamos' la lección. Pero lo que más me preocupa es mi hijo, quien ya debe estar sufriendo mucho considerando la edad que tiene. Si llega a sufrir algo así de verdad que no me lo perdonaré. Aunque quizá no llegue a vivir eso, no sabemos en qué momento comenzará a matarnos la enfermedad.

Siento que me agarran de súbito. Me toman del cuello y me empujan hacia atrás. Doy un grito ahogado al caer y sentir el golpe. Mi hijo no recibe el impacto al caer sobre mí, lo que en parte agradezco.

Varios de nosotros caen, pero veo algunos a los lejos avanzar sin mirar atrás.

Alguien por atrás me da un fuerte golpe en la cabeza, el que me hace perder todos los sentidos.

***

Despierto en un lugar frío y húmedo. Se escuchan gotas de agua caer al piso, causando eco en todo el lugar. Apenas logro abrir los ojos por el dolor, pero alcanzo a ver unas paredes blancas despintadas en algunas partes por la pintura descascarada. Hay manchas rojas en la pared, las que me provocan un escalofrío.

El instinto me hace mirar a todos lados en busca de mi hijo, pero el lugar está vacío. Es una pequeña habitación en que apenas podrían caber 5 personas, con suerte. Intento levantarme con todas las fuerzas que tengo, pero apenas logro elevarme un poco antes de volver a caer.

Siento un olor metálico que me asusta aún más. El olor es a sangre, de eso estoy seguro, pero me asusta pensar cómo llegó esa sangre aquí. Imagino a la mía así, esparcida en las paredes.

Escucho unos pasos acercarse acá. Cierro los ojos de forma inmediata, pensando en que hacerme el dormido quizá sea una buena idea.

Se escucha la puerta abrirse escandalosamente. Parece que el hierro de la bisagra está un poco oxidado, aunque no debería extrañarme considerando las condiciones de este lugar.