Capítulo 10

163 22 0
                                    

En la madrugada escuchamos sollozos provenientes de la habitación de mis suegros. Entramos con cautela, encontrándonos a ellos sin soportar el dolor.

—¡Es todo! ¡Los llevaré al hospital! —mi esposa habla casi indignada. Debe ser por el tiempo que dejamos pasar. Tuvimos que llevarlos desde el principio.

Llamamos a una ambulancia. Llegan en unos minutos (a veces se nos olvida que el hospital está muy cerca). Al levantarlos de la cama, hacen una mueca de dolor, dejando un rastro de sangre en la cama. La morfina duró menos de lo que esperaba.

Son las 3 am y ya estamos en el hospital. Los dejan a cada uno en un box y les aplican otros químicos para el dolor además de la morfina, los que al parecer son más potentes pues se tranquilizan unos minutos después de haber recibido la dosis. Una enfermera, que parece bastante joven (por no decir pequeña), se nos acerca.

—Podremos mantenerlos unos días así, pero el mucho uso de estos químicos tiene efectos secundarios muy terribles

—¿Qué clase de efectos secundarios? —digo apenas termina de hablar.

—Pérdida del habla, de coordinación o adicción. En parte es parecido a la morfina, pero es mucho más fuerte

Mi esposa y yo asentimos al instante, aunque el rostro de ella parece extrañado con esto.

Sospecho que ella sabía de esos químicos, pero no se atrevía a medicarlos.

—Queremos consultarle algo, un tratamiento que puede salvar a sus padres —parece dirigirse a mi esposa. Ella asiente para que continúe—. Es un tratamiento nuevo que promete la cura casi completa de la piel. La verdad son unos de los primeros pacientes que vemos con una piel en tan mal estado, parecen quemaduras creadas por una llamarada del sol. El tratamiento se ha usado en pocas ocasiones, tiene un nivel de radiación un poco alto, pero no provoca mayores problemas en personas que no tienen alguna de las enfermedades. Como no hay una manera de encontrar el virus antes de manifestar los síntomas, necesitamos su aprobación de que no hay probabilidad de que estén contagiados para así someterlos al tratamiento

Mi esposa se mantiene en silencio mientras centra los ojos en sus padres. ¿Estarán contagiados al venir de un pueblo en cuarentena? Lo más seguro es que sí, pero mi esposa no puede decirles eso, o sino sabrán que salimos de un pueblo en cuarentena, y eso quizá qué problemas nos puede provocar.

—¿Qué efectos tiene en contagiados? —suena preocupada, pero sigue manteniendo la calma.

—La muerte. La radiación acelera la acción del virus provocando una muerte casi inmediata. En algunos pacientes les da unos minutos de vida, pero hemos experimentado con muy pocos. No podemos saber con certeza lo que les ocurrirá a sus padres... en caso de que estén contagiados —esto parece desanimar a mi esposa. También debe sospechar que sus padres están contagiados, o que toda la familia lo está.

—¿Hay otra manera de curar sus quemaduras?

—Sí, se pueden aplicar injertos, aunque es una terapia muy complicada y no sirve de mucho en pacientes con quemaduras tan profundas —su opinión suena muy sesgada. Debe querer que usemos el nuevo tratamiento. Aunque tiene razón en los injertos. Siempre fue un tratamiento muy doloroso, y con las quemaduras que tienen en casi todo el cuerpo, no se puede hacer mucho.

Me adelanto para que responda una duda que llevo rondando hace un tiempo.

—¿Cómo el bloqueador puede hacer tanto? ¿Y más en una llamarada? —no creo esa historia de que un simple bloqueador puede hacer tanto en la piel, me es muy utópico.

—El bloqueador funciona sin llamaradas. Seguramente las personas que salieron a esa hora con su bloqueador puesto tienen unas quemaduras de menor intensidad. Y no es un simple bloqueador, usted mismo puede ver sus componentes; son muy especiales y se vende como medicamento básico en la ciudad —asiento al escuchar su respuesta. Ya debe tener claro que no somos de aquí.

Caos || Publicado En Amazon #PGP2019Où les histoires vivent. Découvrez maintenant