CAPÍTULO XIII = EL PERDÓN

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Steve Rogers abandonó la Torre un par de horas después de que Tony se marchara. Él también necesitaba ver a su chica, quería saber cómo se encontraba después de haber sido atacada por Zemo. Subió a su motocicleta y se dirigió hacia el departamento de Sharon; esperaba encontrarla ahí o quizá podría estar en algún hospital de la ciudad. Condujo veloz entre el montón de automóviles que circulaban por las calles de Nueva York. Al llegar al edificio dónde vivía la rubia, se estacionó y entró a toda prisa en el lugar. No había querido llamarla, ya que si lo hacía, ella podía negarse a verlo. Tocó tres veces la puerta del departamento y esbozó una sonrisa cuando la vio frente a él, apoyada en una muleta.

-¡Sharon! – Murmuró Steve y la tomó entre sus brazos mientras la besaba con intensidad – Parece que no fue nada tan grave – Exclamó una vez que se separó de ella. Sharon le sonrió aliviada de verlo y lo invitó a pasar.

Rogers levantó a la mujer en brazos y la condujo hasta la sala, la acomodó en el sillón y se sentó junto a ella: - No es para tanto – Susurró Sharon sonriendo abiertamente al recibir las atenciones de Steve – Por cierto, ¿qué fue lo que pasó en Siberia? – Preguntó - ¿Cómo está Lyna? – Suspiró – Traté de comunicarme con Rumlow, pero el muy maldito no me responde, ¡eso me angustió!

-No te preocupes – Respondió Steve rozando sus labios con los de Sharon – Zemo se nos adelantó, despertó a los Soldados que dormían, pero pudimos hacerles frente y los vencimos – Dijo tomándola de las manos – Por desgracia, logró manipular a Buck, quién intentó asesinar a Lyna y nos atacó a Tony y mí – Suspiró al tiempo que Sharon lanzaba una exclamación de asombro.

-Pero Lyna está bien, ¿verdad? ¿James no la dañó? – Preguntó interrumpiendo a Rogers - ¿Cómo está el bebé?

-Afortunadamente, nada grave sucedió. El bebé de ambos está en perfecto estado de salud y Lyna logró hacer que Bucky entrara en razón, capturamos a Zemo, quién se encuentra ahora en la prisión de la Bóveda – Sonrió Steve – Fue otra misión satisfactoria.

-¡Saberlo me alegra mucho! – Exclamó Sharon sintiéndose más relajada – Estaba desesperada, no sabía qué hacer sin tener noticias de ustedes. No lograba establecer comunicación con Brock o contigo y eso me sacaba de mis casillas – Dijo Sharon alisando su cabello.

-Por ahora ya puedes tranquilizarte – Sonrió Steve – Pero dime, ¿tú cómo te encuentras? ¿Cómo está esa herida?

-Sólo fue un rozón, nada grave – Respondió la agente 13 – Pero sí me mantendrá imposibilitada por un par de días – Suspiró.

-Entonces, ¡voy a cuidarte durante esos días! – Exclamó Steve acariciando la rodilla de Sharon - Qué me dices rubia, ¿aceptas?

La mujer sonrió y asintió. Steve la abrazó y la besó con pasión. Sharon se dejó envolver por los fuertes brazos del hombre. ¡Esa oportunidad no se la perdería por nada del mundo! Así que iba a dejar que el Capitán América la consintiera.

STOCKHOLM SYNDROME (TERCERA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora