Tercera y última temporada de mi primer fic con el Soldado del Invierno.
Lyna y Bucky se han reencontrado, y a pesar de las adversidades, ellos intentarán permanecer juntos. Pase lo que pase, su amor se mantendrá firme.
Sin embargo, un nuevo villano...
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Zemo se acomodó la gorra hasta los ojos y se subió el cuello del abrigo hasta las orejas, caminando como si nada por la carretera. Vio pasar el vehículo dónde Rumlow llevaba al Capitán, Hawkeye y el Soldado del Invierno. Corrió veloz al perder de vista la camioneta, pues la morada de Crossbones se encontraba ya a unos cuantos metros de distancia. Se ocultó detrás de unos setos para colarse dentro del jardín. Miró a todas partes y no vio a nadie, seguro se encontraban dentro de la casa, sin sospechar absolutamente nada, se colocó las gafas y corrió, deteniéndose en la parte trasera de la propiedad.
El hombre buscó entre su abrigo y sacó una pequeña bomba casera, era un aparato sencillo que estaba conectado a un cronómetro, la cantidad de explosivo era mínima, lo justo para distraer a alguien y desviarlo de su verdadero objetivo. Sonrió y lo colocó en la pared, activándolo. En cinco minutos detonaría y él podría entrar sin problemas a la propiedad, corrió veloz, agachado para que no pudieran notar su presencia y poder ponerse a salvo. Una vez que estuvo cerca de la entrada, miró por la ventana y pudo ver a las dos mujeres; la agente 13 y la enfermera.
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Lyna y Sharon discutían, pues la castaña no deseaba refugiarse en su habitación. No le agradaba la idea de permanecer oculta ahí hasta que Bucky y los chicos regresaran, pero Sharon estaba insistiendo demasiado y eso la desquiciaba.
-¡Sólo necesito ir al jardín! – Bufó Lyna – Deseo tomar el sol un rato, me aburro estar aquí encerrada y sola – Gimió sentándose en el sillón – Si James estuviera conmigo, no me molestaría estar encerrada en la alcoba con él – Exclamó esbozando una sonrisa traviesa.
Sharon la escuchaba y no pudo evitar sonreír ante el último comentario de la muchacha; sin embargo no se iba a arriesgar a dejarla sola; ¡mucho menos en el jardín de la casa! Negó con la cabeza y suspiró para responderle.
-Cuando Buck regrese de esta misión, podrás hacer lo que quieras – Suspiró la agente – Mientras debes obedecerme. Recuerda que estas órdenes no son mías; vienen directamente de Steve y de tu amado.
-¡Ash! – Exclamó Lyna cruzando los brazos – De acuerdo, entonces iré a prepararme un emparedado de jamón con jalea y crema de cacahuate. ¡Tengo antojos!
Sharon rió y meneó la cabeza, se divertiría bastante tratando de "someter" a Lyna. Estaba a punto de responderle de nuevo, cuando el sonido de una detonación logró sacarlas de toda concentración. Lyna pegó un grito y se refugió tras de Sharon, mientras que la rubia desenfundaba su arma.
-¡Ve a tu habitación! – Le ordenó - No salgas hasta que yo te lo diga, esto puede ser peligroso.
Lyna asintió y subió corriendo las escaleras, mientras abajo se escuchaba el alboroto de los trabajadores de la casa. Sharon caminó hacia el sitio dónde se había escuchado la detonación, seguida de los miembros de la servidumbre.
