¿Vampira?

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NARRA AMARIS.

Intento recoger todo el aire que mis pulmones me permiten cuando recuperó la respiración, me permito unos cuantos cargos de aire más antes de intentar abrir los ojos, empiezo a sentir el cuerpo y a poner en mis sentidos en funcionamiento, acarició la superficie sobre la cual estoy sintiendo algo frío pero suave, abro los ojos encontrándose con un techo blanco iluminado por algún foco, soy incapaz de sentir si alguien está cerca o estoy sola, miro el resto de techo que me es posible mirar intentando reconocer el lugar, el cual no demoró mucho en reconocer. La casa de los originales.

Las imágenes de Niklaus echándome sin las primeras en aparecer en mi cabeza y de ahí vamos recuerdos de mi despedida de Mystic Falls.

Me incorporo lentamente dándome cuenta que estaba acomodada en uno de los sofás, cuando mis pies tocan el suelo me viene un mareo que intento borrar presionando los párpados, cuando creo haber hecho un buen trabajo levanto la cabeza encontrándose con las mismas personas que estaban en la mansión Salvatore...la mansión Salvatore.

Las imágenes llegan a mi mente como flashes de golpe, yo saliendo de Mystic Falls, yo siendo secuestrada por Estefan, Estefan...Estefan rompiéndome el cuello.

Instintivamente me llevo las manos al cuello y un sin fin de emociones me llenan el pecho, siendo todas opacadas por la ira, las ganas de matarlo invaden y lo busco con la mirada encontrandolo en el suelo como recomponiendose y sin poder controlarlo m encuentro frente a el de un segundo al otro, lo primero que hago es lanzarle una patada haciendo que aterrice bruscamente con la pared, vuelvo a estar frente a el y lo ayudó a levantarse agarrándose por el cuello, no me doy cuenta cuando sus pies dejan de tocar el piso y me sorprendo al ver que soy yo quien lo ha levantado, frunzo el seño, mirándome como si algo de mi no fuera mio, lo miro con el seño fruncido y los dientes apretados.

—¿Que me hiciste?

Se ríe, ríe como si estuviese bromeando con el y me molesto, más de lo que nunca antes lo hice, sin poder prevenirlo empujó mi mano en su pecho como muchas veces he visto hacerlo a otras personas, busco con el tacto su corazón latiente mientras disfruto su mueca de dolor, cuando doy con este lo presionó fuerte haciendo que Estefan se refuerza e intente liberarse de mi agarre.

—¡Dios!¡HAGAN ALGO, VA A MATARLO! —escuchó su voz como agujas clavandose en mis oido, nadie le responde y la siento venir, puedo deducir que viene a velocidad vampirica, pero lo siento tan lento. En cuestión de segundos sacó la mano del corazón de Estefan y tomó el cuello de ella tambien, intento soltarse pero no se lo permito, la lanzó lejos y vuelvo a clavar la atención de Estefan, lo quiero matar. Voy a matarlo.

Con la intención de volver a meter mi mano en su pecho levanto la mano ya ensangrentado y siento como una sonrisa macabra se posa en mis labios.

—¡AMARIS! —el grito de una voz femenina hace que me detenga, volteó la cabeza encontrándome con una morena muy simpática, Bonnie —No lo hagas.

Siento como la garganta de Estefan tiembla causándome que está riendo, volteó a verlo y en un rápido movimiento le rompo el cuello y lo dejo caer, volteó molesta por la interrupción clavando la mirada en ella, veo a Damon ponerse de plante como un escudo, causándome de su presencia, miro a todos los presentes. Rebekah, quien me mira orgullosa. Elijan que está con una ligera sonrisa, el cuerpo inerte de Caroline y Estefan, Tyler, quien está sorprendido y...

Niklaus.

Me quedo con la mirada clavada en el más tiempo que el los anteriores, siento su corazón se acelera y sus músculos se tensan, parece estar en guardia, como esperando un ataque mío, sin embargo toda la ira que sentía se desapareció al conectar miradas, en un segundo o una milésimas de segundos estoy en frente de el, escuchó un jadeo por su parte.

Recién me percató de lo rápido que he llegado, me miro de pies a cabeza nuevamente escaneandome, levanto las manos mirando las buscando alguna respuesta a lo que sea que esta pasandome.

—¿Niklaus? —hablo con la voz rota, siento como mi vista se nubla y mis mejillas se humedecen —¿Que me pasa?

Levanto mirada siendo consiente de que mis ojos están empapados de lagrimas, el me mira triste, pero no responde.

—No...no puedo controlarlo —le digo empezando a temblar y con sollozos.

—Lo siento amor...pero ya no hay nada que pueda hacer.

—¿Q—que? —miro a todos los presentes intentando buscar alguna emoción que no sea pena, tristeza o lástima, pero no la encuentro, vuelvo a clavar la mirada en el hibrido.

—Estás en transición.

Me quedo helada, a pesar de que ya lo sabía una parte de mi quería guardas algo de esperanza, la esperanza que desaparece al escuchar sus palabras, y si antes creí estar llorando ahora me derrumbo, rompo en llantos fuertes.

—No...¡NO! —a velocidad vampirica voy a lo primero que encuentro que es el sofa y sin esfuerzo alguno lo levanto y lo estrelló contra la pared, hago lo mismo con el sola que le sigue, pero cuando quiero ir por una tercera opción siento unos brazos detenerme y pegandome hacia su cuerpo mientras me sobra suavemente la cabeza.

—Tranquila amor, estoy aquí.

Paso las manos por su espalda entrelazandolas con fuerza y apoyo la mejilla en su pecho, y lloro, lloro como nunca he llorado porque me han quitado algo valioso, siento como cada vez Niklaus me presiona más hacia el y eso ayuda a reconfortarme.

Cuando ya me he calmado considerablemente levanto la mirada sin sorprenderme al encontrandonos solos, ni siquiera están los cuerpos de Caroline ni Estefan.Vuelvo a esconder el rostro en el pecho de Niklaus y me quedo así por minutos horas, y podría quedarme así por dias reconfortandome, y Niklaus parece no tener la intención de soltarme y su consuelo es lo unico que puedo sentir ahora.

La ultima descendiente de la Luna °THE ORIGINALS°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora