La maldición.

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NARRA AMARIS.



Siento mi cuerpo débil al intentar moverme, me permito un momento aun con los ojos cerrados disfrutando de la luz del sol, sin embargo una voz hace que me sobresalte y no es la de Damon precisamente, les doy algunas pistas, tiene acento británico, es un híbrido y pelirrojo.

Niklaus.

 -Te estabas tardando en despertar amor.

Abro los ojos de golpe y veo a Niklaus parado.

 -¿Donde estoy?

Frunzo el seño mientras miro todo lo que puedo, es una habitación, parecida a la de Rebekah pero mas oscura.

 -En mi habitación.

Abro los ojos como plato.

 -¿Que-ue hago aquí?.

 -Te desmayaste, tenias que descansar.

 -Oh.

¿Precisamente en su cuarto?, me aguanto las palabras, no puedo ser tan irrespetuosa, después de todo estoy en la habitación del híbrido original, por un momento me dejo envolver por su aroma, aquí es mucho mas fuerte y eso me agrada, pero hay algo que tengo que preguntar.

 -¿Darrel?

 -No lo mate.

 -Gracias.

 -¿Por que?.

 -Por...lo que sea que haigas hecho por mi mientras estuve dormida - le digo a lo que el me sonríe con calidez.

 -De nada amor...tenemos que hablar de algo importante Amaris - su voz vuelve a sonar después de unos segundos de silencio.

 -¿De que? - ¿hice algo malo? ¿porque no recuerdo nada?

 -Sera mejor que te pongas algo cómodo, tu ropa esta en el baño, puedes bañarte si lo deseas te espero abajo.

Sin resivir respuesta de mi parte sale de la habitación, me levanto con cuidado ya que me siento un poco débil de cuerpo entero, camino como puedo al baño de la habitación, me baño con cuidado mientras borro las manchas de sangre que por razones que no conozco chorrean de mi cuello, cuando estoy convencida de que no hay rastro de sangre salgo de la ducha y me envuelvo con una toalla que estaba ahí, me pongo la ropa que me puse anteriormente de la fiesta y dejo mi cabello suelto para que seque al aire libre, bajo a la sala principal como Pedro por su caza, veo a Rebekah discutiendo con Niklaus quienes se callan cuando notan mi presencia, a Elijah sentado viendo el espectáculos de sus hermanos, pero lo que llama mi atención es que veo una cabellera negra sentada de espalda, cuando siento el olor a bruja me pongo tensa, es la misma bruja del otro día.

 -Sera mejor que se lo digas Klaus - Rebekah camina en dirección a la puerta claramente enojada, pero yo sigo con la mirada clavada en la bruja.

 -Amor, sera mejor que te sientes.

 -¿Que hace ella aquí? - mi voz suena mas miedosa de lo que pretendo.

 -Algo paso ayer Amaris.

 -¿Que...? - no entiendo nada.

 -Siéntate amor.

Sin poner objeción alguna me siento en un sofá para dos personas esperando a que Niklaus se siente, pero el no lo hace y mi miedo por la bruja aumenta.

 -Bien - digo para que empiecen a hablar, Elijah es el primero en hablar después de unos segundos.

 -¿Recuerdas lo que paso ayer? 

La ultima descendiente de la Luna °THE ORIGINALS°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora