¿Que pasa cuando tú supuesta compañera de piso resulta ser en realidad un sexy, motero e irresistible chico molón? ¿Y que pasa si ese chico se encapricha contigo a pesar de saber que tú tienes novio? ¿Y si surgen las dudas?
El primer año de univers...
En este capítulo la historia es narrada desde la perspectiva de Dani. A partir de ahora cuando un personaje diferente a Emma narre, la historia será introducida por el nombre del personaje en cursiva. Dicho esto, ¡allá vamos!
-Muchas gracias Dani en serio, ¡Eres el mejor!- me dió un beso en la mejilla y se marchó corriendo.
Me quedé un rato observándola, mirándola desde la distancia. Con esa holgada sudadera granate y esos vaqueros que tanto se ceñían a su cintura. Con su alborotado pelo rubio al viento. Joder que buena estaba. No podía pensar en otra cosa. Que suerte había tenido con esta compañera de piso.
Di la vuelta con la moto para recoger a Chema, un buen colega. Chema también estudiaría historia del arte en la misma universidad que yo, así al menos tendría un apoyo. A decir verdad tenía ganas de llegar allí, aunque los nervios jugasen en mi contra.
Mi universidad no estaba muy lejos de la de Emma es más, al acabar de clase iría a recogerla para sorprenderla. Un momento, ¿desde cuando yo, es decir Daniel Díaz Soriano, pretendía sorprender a una chica? Algo estaba mal conmigo.
Subimos las escaleras de acceso a la universidad y entramos. Era bastante grande. Las paredes estaban adornadas con recreaciones de cuadros de Velazquez, Goya, Picasso, Juan Gris... Me flipaba. Esos cuadros eran por lo cual yo estudiaba esa carrera, por que me parecían realmente fascinantes.
-Eh machote, en ese circulo de chicas no paran de mirarte.- dijo Chema con una mano sobre mi hombro.
Ladee la cabeza para poder observarlas y en cuanto se dieron cuenta de ello desviaron sus miradas entre carcajadas. Eran bastante guapas a decir verdad, o mejor dicho, ¡estaban para comérselas!. Dos rubias, dos morenas y una pelirroja. ¡Y vaya con la pelirroja!, ¡Si que estaba buen..! Aunque pensándolo mejor comparada con Emma...
No se muy bien que me pasa con esa chica, pero me vuelve loco. Desde que la ví fue un flechazo a primera vista.
-Tío, ¿que cojones te pasa?, ¿se puede saber por que no te acercas para hablar con esa diosa pelirroja? - preguntó Chema con efusividad y desconcierto.
-Tío, en realidad no están tan buenas, hay mejores.
-Uyuyuyuy- contestó con ese tono chistoso que siempre tenía- a mi no me engañas, ¿te estás tirando a otra?
-¡Chema!, pues claro que no, si solo llevo aquí un día. Es solo mi compañera de piso que me está volviendo loc...
-Caray, si que te ha dado fuerte la ''piva''.
-A mi no me ha dado fuerte ninguna ''piva'' - contesté molesto.
-A Dani le gusta una ''piva'', a Dani le gusta una ''piva''...- canturreo en señal de burla.
Chema siempre había sido un poco infantil, y eso me gustaba. Siempre veía el lado bueno de las cosas, aunque en ocasiones podía ser un verdadero dramático.
-Cállate o a la próxima te juro que te pego un guantazo.
-Vale, vale tío... No te ofusques.
Sonó el primer timbre y entramos a clase.
*****
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
-Ey, ¿que haces aquí? - me preguntó con una gran sonrisa en su rostro.
-Pensé que te gustaría que viniera a recogerte- respondí entre cortado.
Ella me miró con esos profundos ojos azules y afirmó con la cabeza, sin dejar de apartar la vista.
-Emma, no me habías dicho que tu novio estaba así de bueno - dijo una voz justo detrás de ella.
Era una chica morena de pelo largo, ojos marrones y pequeños labios. No estaba nada mal, de echo si no fuese por Emma ahora mismo estaría deseando conocer más a fondo a esa tía e incluso...Espera, espera, espera...Un segundo... ¿He oido novio?, ¿Que novio?, ¿Emma tenía novio?, ¿Por que no me había dicho nada?. Bueno, tal vez fuese solo una frase echa o una expres...
-Carmina, él no es mi novio. Ya te dije que mi novio estudia en Barcelona.
Auch, eso ha dolido.
Bueno, de todas formas no es que sea tan guapa, ni tan divertida, ni este tan buena...¡Que va!, la pelirroja también me valía.
-¿Nos vamos?- volvió a preguntar mirándome fijamente a los ojos de nuevo.
-Claro- respondí seco.
Emma se montó en la moto y de nuevo (igual que esta mañana) le puse el casco. Estaba tan cerca de ella que casi podía notar su respiración, con sus ojos clavados en mi mientras yo intentaba ponerle bien el casco, pero la verdad es que ella me ponía excesivamente nervioso y me estaba costando.
Al llegar al piso dejamos las cosas en la entrada y pasamos rápidamente a la cocina para preparar algo de comer. Estábamos callados, casi sin mirarnos. Abrimos el frigorífico y lo primero que vimos fueron unos tallarines chinos, así que no tardamos en cogerlos y empezar a prepararlos.
-No me dijiste que tenias novio - dije cortante.
-Lo siento, se me pasó - respondió mientras se giraba para mirarme sonriente de nuevo, con esas pequeñas arrugas en sus ojos que tanto me gustan.
Mierda, es guapa la condenada.
-¿Y te va bien con él?
-Si, bueno... Ahora estamos un poco regular por la distancia, pero esperamos superar este bache.
-¿Como lo conociste?- pregunté curioso mientras dirigía la vista hacia el suelo.
-En el instituto, Nico es de mi pueblo. Estamos juntos desde cuarto de la ESO.
¿Con que el desgraciado se llamaba Nico, eh? Que interesante. Lastima que la próxima vez que pronuncie un nombre tras la frase ''mi novio es...'', ese nombre halla cambiado y sea el mío.
-¿Y no te cansas?- pregunté sin dudarlo.
El silencio inundo la habitación unos segundo tras mi pregunta. Parecía incluso que le había incomodado.
-La verdad es que nunca me lo había planteado- contestó alzando los hombros en señal de duda.
A mi entender no todo estaba perdido aún. Por primera vez en mi vida había tenido un flechazo con una chica, y eso no era algo que ocurriese frecuentemente, es más, dudaba que me vuelva a ocurrir. No iba a desperdiciarlo. Me daba igual su novio, yo iría a por ella aunq...
Su telefono comenzó a sonar.
-Un segundo, es Nico.- dijo mientras se marchaba de la cocina.
Como iba diciendo, yo iría a por ella aunque fuese difícil por que, a partir de ese día sacaría todas mis armas de seducción.
