¿Que pasa cuando tú supuesta compañera de piso resulta ser en realidad un sexy, motero e irresistible chico molón? ¿Y que pasa si ese chico se encapricha contigo a pesar de saber que tú tienes novio? ¿Y si surgen las dudas?
El primer año de univers...
Abrí la puerta con cuidado por si mi compañera de piso estaba dentro ya. No quería sobresaltarla, así que entre con suma tranquilidad y coloqué mis maletas en la pequeña entradita.
El piso era demasiado moderno para mi gusto, pero acogedor. Justo al llegar había un gran sofá blanco que giraba toda la esquina, el cual estaba adornado con unos cojines rojo granate. Enfrente del gran sofá se hallaba la televisión, la cual se encontraba algo alejada (aunque su gran tamaño compensase la distancia). Entre el sofá y la televisión, justo en la pared del medio había un balcón con unas preciosas vistas de Madrid. Todo el salón (incluido con la pequeña cocina americana que se encontraba paralela al balcón) parecía limpio y tranquilo. Realmente me gustaba.
Giré la cabeza y encontré un pequeño pasillo con tres puertas: dos de ellas estaban enfrentándose y la última estaba justo en el fondo.
Me aproxime rápidamente para poder ver mi cuarto, y mi sorpresa fue mayúscula cuando abrí la puerta del fondo. Era muy grande y luminiso. Tenía un gran ventanal con vistas a la pequeña calle en la que vivía, preciosas. En la mitad se encontraba una gran cama adornada con sabanas de florecitas y pegado a la ventana se observaba un gran escritorio. ¡Que bien estudiaría en esa habitación! ¡Ya huelo los aprobados de este curso!. Y es que estaba decidida a ir a por todas.
En ese preciso instante el teléfono comenzó a vibrar y rápidamente lo saqué de mi bolsillo para ver quien era.
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Que tierno era Nico, siempre tan pendiente de mi...
Nico y yo llevábamos siendo novios desde cuarto de la ESO, lo cual a decir verdad era bastante tiempo. Siempre ha sido igual de bueno conmigo y amable. Era moreno de ojos azules, bastante mono a mi parecer. Él estaba estudiando Literatura Inglesa e idiomas en Barcelona, era muy inteligente y es por eso que su expediente académico era impecable. Le echaba tanto de menos... En ese momento, volvieron a llamar al timbre.
Me apresuré a abrir la puerta rápidamente.
Y ahí estaba él.
Era un apuesto chico: alto, moreno, ojos marrones... Bastante guapo. Estaba rascándose su alborotado pelo cuando abrí la puerta. Me hizo una mueca y pasó sin decir nada. Yo estaba bastante extrañada la verdad ¡Se suponía que estaría con una compañera de piso; no un sexy, alto, de ojos marrones con sonrisa torcida chico motero!
-El piso es bastante grande a decir verdad- comentó mientras se giraba lentamente. Frunció el ceño al observar mi cara blanca como la pared con una expresión de descomposición.- ¿Te pasa algo?- preguntó.
No sabía muy bien que decir, así que me quedé callada unos instantes antes de responder. Si, exacto, como una completa boba.
-Yo... Esto... Es solo que pensaba que tendría una compañera de piso no a un compañer...
-¿Es que hay algún problema en eso?- preguntó cortante y seco sin dejar de sonreír.
