My King

Deuda Pagada.

Toda deuda debe ser pagada, de una u otra forma, tu sabias eso, tus padres siempre se encargaron en enseñarte eso desde la deuda mas pequeña hasta la mas grande, todas deben ser pagadas.

En el reino donde vivías callo un problema económico, tus padres, los reyes de aquellas tierras solicitaron apoyo monetario al reino vecino, a pesar de que no se llevaban muy bien que digamos y el Reino vecino accedió sin peros. Tus padres lograron hacer que el Reino sobreviviera lo suficiente como para que vuelva a levantarse económicamente, pero no lo suficiente como para pagar la tremenda deuda económica que tenían con el Reino de los monstruos.

Tus padres sabían que tenían que pagar su deuda como siempre han hecho, así que hablaron con tu hermana mayor y contigo, tú solo tenias nada mas 12 años y tu hermana 14.

-Hijas mías - Tu padre, el Rey se levanto del trono al verlas entrar junto con sus respectivas damas de compañía, sirvientes hicieron una leve reverencia - Se ven tan hermosas como de costumbre.

-¿Para qué nos has llamado padre?- Tu hermana dijo fría pues estaba algo molesta ya que la interrumpieron en sus clases de montar caballo.

-Como ustedes saben, nosotros los T/A(Tú apellido) pagamos todas nuestras deudas...

-Si, siempre nos lo dices - dijiste sonriendo.

-Bueno, también saben que tenemos una Enorme deuda con el Reino vecino. Y ha llegado el momento de pagarles.

-¿Eso por qué nos debería interesar a nosotras? Simplemente pagales y ya.

-¡Samantha! ¿Asi se le debe hablar a tu padre? -Tu madre le llamo la atención a tu hermana y ella permaneció callada.

-Les comento esto... Porque dentro de tres días el rey de los monstruos y sus dos hijos vendrán a cenar... Y acordaremos una paga para pagar nuestra deuda.

-¿Qué les ofrecerás padre?- preguntas te inocentemente.

-Me temo que a una de ustedes...

Ambas se quedaron atónitas, tu madre desvío la mirada y tu padre estaba cabizbajo.

-¿Nos vas a intercambiar como si fuéramos un caballo?

-¡No, Samantha! Es necesario... De lo contrario podría empezar una guerra, su deber como princesas es proteger a su pueblo.

-Que se lleven a _____. Estoy segura que ella vale menos que yo.

Oh si, tienes esos problemas con tu hermana, ella creía que le quitarias el trono y toda la herencia que le correspondía.

-Esa no es decisión nuestra... El Rey decidirá...

-... - te quedaste callada, no sabias que decir, como decirlo o si era buena idea decirlo.

-Ademas ese no es modo de hablarle a tu hermana Samantha - tu madre te defendió.

Y después de esa plática las volvieron a mandar a sus habitaciones te acostaste en tu cama y ordenaste a tu dama de compañía que te dejara sola, esta obedeció.

-No quiero irme de Casa...

[...]

Los tres días habían pasado tan rápido que ni te diste cuenta, tu dama de compañía fue a despertarte amablemente como hacia de costumbre, te indico que vestido te pondrías y eso hiciste, bajaste a desayunar junto con toda tu familia.
Tu madre miraba su plato mientras poco a poco lo destruía comiéndoselo, si mirada parecía vacía, le dolía tener que dejar ir a una de sus hijas a correr suerte a un lugar que desconocía.

Tu padre tenia la misma mirada, pero se le notaba firme, no parecía querer cambiar de opinión. ¿No le importaban sus hijas? ¿No le preocupaba si ella seria usada? ¿O tratada mal? No, claro que le preocupaba pero si mostraba flaqueza todo el carácter que ha impuesto frente a ti y a tu hermana se iría por el escusado.