12. Leyendo mentes

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—¡Felicity! —Caitlin exclamó con una sonrisa, yendo a abrazar a la rubia en cuanto la vio en medio del Córtex. Su amiga le regresó el gesto, sonriéndole a los muchachos que entraron detrás.

—También los extrañé —respondió ella. La sonrisa no abandonó su rostro en ningún momento. Abrazó a Barry también, y luego fue a sentarse en una de las sillas frente a las computadoras. Inclinó la cabeza, mirando a Cisco, y su sonrisa parecía culpable pidiéndole permiso para usar su equipo—. Aunque tengo que admitir que estoy aquí por negocios. Llevamos persiguiendo un metahumano desde hace tres semanas y ha estado dándonos problemas; hasta el momento no hemos logrado acercarnos demasiado a él porque...

—¿El que lee mentes? —Barry preguntó con curiosidad, interrumpiéndola. Todos lo miraron con el ceño fruncido, excepto Caitlin. A ella se lo había comentado más de una vez. Él se encogió de hombros—. ¿Qué? Existen los teléfonos y hablo con Oliver cuando puedo.

—Sí, el que lee mentes-reconoció Felicity, aún confundida de que estuviera tan bien informado. Sacudió la cabeza a los lados y parpadeó para olvidar el sentimiento, antes de ajustar sus lentes—. En fin, ha estado robando bancos y nadie puede hacer nada al respecto. Siempre que nuestro equipo llega, él ya no está en escena. Quiero decir, lee mentes, es obvio que tiene que huir en cuanto percibe a alguien persiguiéndolo... aunque esta no es mi área de experiencia, ¿uh? ¿Caitlin?

—Hay muchas variables que faltan para tener la ecuación resuelta. Tenemos que averiguar el alcance de sus poderes. —Fue lo que dijo primero, perdida en sus pensamientos, inclinándose en su dirección, colocando su mano en el respaldo de la silla en la que se encontraba la rubia, con una mirada pensativa—. ¿A cierta distancia percibe los pensamientos de... todos? Y cuál es la distancia exacta, por supuesto. ¿Tiene que concentrarse en una persona para que funcionen, o puede leer a muchos al mismo tiempo...? Además, tenemos que averiguar si leer mentes es todo lo que puede hacer.

Felicity asintió, de manera distraída.

—Los últimos reportes en Star City señalaban que se dirigía aquí, así que decidimos que, en lugar de llamar, vendríamos a ayudarles a atraparlo.

—¿Decidieron? —Cisco preguntó, su voz tomando un volumen más alto de lo que era necesario. Su entusiasmo pareció iluminar la habitación—. ¿Quieres decir que...?

—Yup, todo el equipo se encuentra aquí. Oliver solo quería revisar unas cosas antes de venir, Diggle lo acompañó. Pero no crean que es el único motivo por el que estamos aquí; lo tomamos como pretexto para venir. Los extrañábamos, chicos.

—Hey, tú eres la que no nos ha visitado —Barry señaló.

—¡Ustedes pueden ir a Star City también! —Felicity rio, pero se interrumpió cuando escuchó una alarma viniendo del monitor—. Oh-oh. ¿Es esto lo que creo que es?

—Robo en el Banco principal de Central City —Cisco confirmó, tomando asiento a su lado—. Tal vez sea nuestro metahumano queriendo salir a jugar.

—Hay que arruinar su diversión entonces —dijo Barry con una sonrisa, antes de moverse a super velocidad y ponerse el traje para salir de ahí.

Caitlin se sentó también, mientras acomodaba su cabello-luego de que el viento provocado por Barry lo sacara de su lugar-, colocándose frente a la pantalla que monitoreaba los signos vitales del velocista.

Él llegó al lugar, encontrándose con un hombre moreno dándole la espalda, sujetando bolsas llenas de dinero. No había rehenes a la vista, pero recorrió el lugar con rapidez solo para asegurarse de que aquello fuera verdad.

Abrazos, secretos y piezas rotasHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin