¿No eramos amigos?

Capitulo 30

Narra Austin.

Me levanto rápidamente para ir al baño. Siento que se me parte  la cabeza. Ni siquiera me acuerdo qué es lo qué ocurrió anoche. Pero de alguna manera, no quiero acordarme.

Llevo un rato tocando la puerta del baño. Samantha no puede demorarse tanto, esto se me hace una eternidad. Hasta que me abren la puerta. ¿Eternidad dije? El tiempo acaba de detenerse. Danielle. Que hace aquí Danielle.

-¿A qué se debe tanto el apuro? - dice bostezando, con los ojos casi rasgados. Aún asi sigue siendo bonita.

- Eh... ¿Que haces aquí? - Ni siquiera se que decir. Pero esa es la primera interrogante que tengo.

- No lo sé, yo solo... desperté aqui. - se ve calmada. se encoje de hombros.- ¿Tienes resaca?

- Si, bastante. Seguro fueron los tragos de anoche. - rio.

- Si. - rie. - Ni siquiera recuerdo lo que paso.

- Recuerdo que Sam y Jane aparecieron y ya. - cruzo los brazos.

- Me referia a nosotros... - la miro. Siento  su incomodidad.

- No sé que es lo que pasó entre nosotros, solo se que es lo que quiero que pase.

Ambos nos acercamos un poco.

- Yo también lo sé. - replica.

- ¿Si?

- Si. - Nuestras respiraciones empiezan a entrecortarse.

Estamos a centimetros uno del otro. Y justo en ese momento, justo ahi. Escuchamos que Jane y Samantha se acomodan en el incómodo sofá, aunque no se despiertan. Nos separamos al instante. Creo que estoy maldiciendo a mi hermana en este preciso momento.

Vuelvo a mirar a Danielle.

- ¿Qué harás esta tarde? - pregunto sin más.

- Estoy libre si lo que quieres es invitarme a salir. - emboza una sonrisa de picardia, con su cara todavia soñolienta.

- ¿Qué otra cosa podria querér? - río para seguirle la corriente. Se ruboriza y baja la mirada.

- ¿A qué hora? - pregunta.

- mmmm ¿a las siete?

- Si, esta bien. - me sonrie. Comienza a guardar las cosas que ha dejado en el lavado y yo sigo mi camino hasta mi habitación. Escucho que susurra mi nombre y al darme media vuelta, la veo corriendo hacia mi.

Me besa. Nos besamos. En este preciso momento, me doy cuenta que no llevo camiseta desde que empecé a hablar con ella. Me doy cuenta de sus manos acariciando mi torso desnudo, de su aroma dulce, y de su suave boca, sincronizada a la mia. Y sobre todo, lo parecido que se me hace todo esto a la relación que lleva mi hermana con Jane.

Nos quedamos en silencio. Pero no es incomodo. Al menos para mi.

- Yo... - tartamudeo.

- Perdón. Perdón. Fue algo inoportuno... - retrocede.

- No no, no es eso. - la tomo del brazo. Entrecierro la puerta, para que esta vez no nos puedan interrumpir. - Es que no pensé que... Digo, no lo vi venir.

- Creo que fué algo parecido a un impulso.

- Llevo esperando ese impulso desde que te vi en el parque. - suspiro.

- ¿En el parque? - se pone pensativa. - Eso fué hace bastante.

- Si, mas o menos. - rio. - Lo que quiero decir es que no te conozco como me gustaria, pero hay algo que me atrae de ti. demasiado.

- Eras tú al que no le gustaban las cosas serias. - me recuerda.

- Si, no lo sé. Es diferente si lo ves de otra manera. No eres igual que a las demás chicas, eso se nota a kilometros. Tienes la seguridad presente en tu vida, eres igual a mi hermana, solo que mucho más directa. - trato de ser sincero.

- Tú me gustas. Y no es de la manera correcta, yo tampoco conozco mucho sobre ti, pero es que no lo sé. Todo esto del amor me tiene tan confundida.

- Y tú que eres tán bonita, y hay tantos mejores que yo, me haces dudar sobre dar el primer paso, o no hacer nada.

- Eso es lo que tú me haces sentir.

- Me gustas Dani. Pero no quiero que esto se nos de asi. Quiero saber sobre ti, saber quien eres, no lo sé.

- Entiendo Aus. - Me siento a su lado, en el borde de la cama. - Yo támbien lo espero.

Eso es lo primero que conozco de ella y ya me gusta. Me comprende, la comprendo y sabemos lo que queremos.

Paso un brazo por sus hombros para abrazarla y le doy un tierno beso en la coronilla. Nunca imagine que en este preciso momento estaria junto a ella.