¿No eramos amigos?

Capitulo 29

Empapados de sudor, saltando y bailando de una manera que solo ellos entienden, mareados, gritan y festejan no se que. La verdad es que no entiendo que están haciendo. Pero nadie parece darse cuenta, a nadie parece molestarle y ni siquiera notan algo extraño en ellos. Jane me acompaña para acercarme hasta ellos. Los tomamos por los brazos y de un solo tirón, nos escabullimos entre la gente para salir. Otra vez.

- ¡¿Qué diablos están haciendo?! - Pregunta exaltado Jane.

- ¿Eh? - Responde Austin. Ni siquiera tiene fija la mirada. Se mueve de un lado hacia otro. - ¿Qué hacemos aquí?

- Nos perdemos de la fi... fiesta. - Sigue Danielle. Empiezo a preocuparme. Los dos ríen a carcajadas sin ningún motivo. Miro a Jane cuando me dice;

- Alcohol. Mucho Alcohol. - Asiento y abro los ojos.

- Se ven bastante mal. - Se que mi hermano a cruzado los limites, cuando lo escucho declarar su amor por Danielle.

- ¡Dani! ¡Dani! - Danielle, totalmente hebria, mira para todos lados cuando mi hermano esta frente a ella. Da risa. Tengo que admitirlo. - Eres la chica más bonita que mis ojos han visto.

- Un hebrio con piropos. - Se burla Jane.

- Piropos bastante malos - le sigo. Reimos.

Austin se acerca a Danielle, y cuando los dos se miran, llaman al silencio. No sabemos si dejarlos solos para que tengan "su momento" o quedarnos para asegurarnos de que no harán ninguna locura a causa de su estado.  En fin, parece que tardamos mucho tiempo en decidir, porque Austin ya se a acercado mucho a ella, y al alejarnos, vemos que le da un tierno beso. Pero en el ojo.

Nos quedamos sin aire de tanto reir. Si. Nos estamos burlando de algo que nunca tendríamos que haber visto. Pero que más da.

Después de el mágico momento, se dejan caer al frio y húmedo suelo. Jane les toma una foto.

Decidimos irnos de allí, y solo por ellos. Por que después de todo esto, entra la etapa de - vomitar la bebida.- y puedo asegurar que nadie quiere ver eso.

Jane y yo nos dirigimos a mi casa. Voy a necesitar bastante ayuda con esto de cuidarlos, asi que se queda haciéndome compañia. No quisiera estar en sus zapatos, mucho menos sentir su resaca al dia siguiente.

Dejamos a Dani dormida en mi habitación y a Austin en la suya. Y por fin, después de una larga y a la vez bastante corta noche, al fin tenemos un momento para nosotros.

Me besa en la cien.

- Me gustaría que todos los días fueran como este. - me dice.

- ¿Austin Y Danielle hebrios? - reimos. - ¿piropos bastante malos y besos en los ojos?

Me besa. Me mira a los ojos a escasos centímetros.

- No. - me sonríe. - Estar aquí. O en cualquier lugar. Pero contigo.

Le sonrio.

- Te quiero Jane. - me toma la mano. y oh dios. vuelve a mirarme con esos ojos azules tan tiernos que solo es tiene.

- Yo también te quiero pequeña. - me da un tierno beso. - más de lo que crees.

Nos quedamos abrazados en el sofá, hasta quedarnos dormidos.