Capitulo 8

837 38 1
                                    

Narra Austin

Sam tiene razón. Tengo que dejar de hacer esto. Siempre busco a la chica más fácil, tal vez, porque no sé que es estar enamorado de verdad. La única fue Lindsay, y me lastimó. Desde ese entonces no tomo a las chicas enserio, no quiero relaciones serias, no quiero enamorarme.

Enamorarse te da sensaciones que no sabías que podías sentir, quieres ver a esa persona a cada segundo, no puedes parar de pensar en ella, no puedes parar de imaginarte los momentos que te gustaría pasar con ella, te enamoras hasta de las letras de su nombre y sobre todo, no puedes evitar sentirte en las nubes cada vez que la nombran. Pero, cuando el amor no es correspondido, no hay palabras para describir lo mal que te puedes llegar a sentir. El amor es así. Tiene alegrías y emociones. Pero también tiene llantos y decepciones. Y por eso, no quiero decepcionarme una vez más.

Hubieron más chicas que solo Lindsay, sólo que considere a mi historia con ella, la más importante. Pero ya la supere, hace tiempo.

Tengo que dejar de hacer esto, porque sé que si se lo hicieran a mi hermana, no respondería por mis actos.

Me gana el cansancio y me duermo.

Sábado.

Me duele todo el cuerpo, me cuesta levantarme y abrir los ojos. Agarro mi móvil para ver la hora, y veo dos mensajes de Jane.

Jane Hoult - 12:34 -

- Aus! ¿Quieres que hagamos algo hoy?

Contesto - 13:57 -

- Hola Jane, está bien. ¿Qué quieres hacer?

Jane Hoult - 13:57 -

- ¿Qué te parece ver una película?

Contesto - 13:58 -

- Está bien.

Jane Hoult - 13:58 -

- Ve con Sam, dile que ,si quiere, puede invitar a sus amigas.

Contesto - 13:58 -

-Ok, seguro se apunta.

Jane Hoult - 13:59 -

- Genial! , nos vemos a las 19hs

Me levanto rápido para ver si Samantha sigue durmiendo. Abro lentamente su puerta y la veo. Está dormida. Hago un pequeño festejo en silencio, y corro hasta la cocina. Esta vez, me vengare de todas las veces que me ha mojado y se ha burlado de mí.

Llego hasta su habitación, entro de puntitas y le digo

- Sam, despierta - susurro con la intención de que no me escuche.- Sam - Digo aún más bajo. - ¡Samantha despierta ya! - Le tiro toda el agua del vaso y se despierta sobre exaltada. Era lo que quería.

- ¿¡Que haces!?- Grita furiosa.

- ¿Yo? Nada. - Digo inocentemente. - Solo te estaba despertando.

- ¡Has mojado todo! - Se queja.

- Vaya...- me hago el sarcástico- ahora lo tendrás que desmojar - me encojo de hombros y me burlo de ella.

- ¡Idiota!- me grita y me tira un cojín, salgo corriendo por la puerta de la habitación y hago una pequeña danza burlándome porque no me dio.

- ¡La venganza Sam! ¡La venganza!- digo mientras me dirijo hacia la cocina otra vez.

Me siento en la mesa con una taza de café y la veo pasar con las sábanas mojadas. No puedo evitar reírme.

- Es agotador tener que ordenar todo ¿Verdad? -Digo. Pone los ojos en blanco. - Ya sabes para la próxima.

- Ya sabes tú - me giña un ojo. Se sienta en la mesa.

- Ja. Ja. Ya veremos. - le giño un ojo, como hizo ella.

Se ríe.

- Me ha dicho Jane que vayamos a ver una película. En su casa, supongo. - cambio de tema.

- Ah. No, no puedo. Tengo que ordenar... ordenar mi cama. - ¿Qué?

- Uf. Te tomara horas. - contesto.

- Si, hay que esperar que se sequen las sábanas y eso. - dice. ¿Qué le pasa?

- ¿Y si lo haces después?

- No, no puedo dejarlo para después. - responde.

- ¿Por qué... - me interrumpe.

- Por que no.- contesta rápidamente.

- ¿Pasa algo? - le pregunto. El ambiente se puso algo tenso.

- No, para nada. Segura. Segura de que no pasa... no pasa nada. - tartamudea.

- ¿Sabes qué? - digo.

- ¿Qué?- contesta.

- Deberías acordarte de que soy tu hermano, y te conozco querida. Te conozco con todas y cada una de tus vueltas. Si no me quieres decir, está bien. Pero no mientas, no te sale. - levanto las cejas y hago una leve sonrisa.

- Está bien. Si pasa algo. Pero me da vergüenza contarlo. Así que... - dice. Me da un mal presentimiento.

-Está bien. Está bien. No sé lo que pasa, pero podemos llegar a un acuerdo. ¿Quieres? - Digo.

-Ok.

- Tú me acompañas. Y si no te sientes cómoda, me dices y volvemos. ¿Sí?

- Está bien. Pero volvemos. Vol-ve-mos. - replica.

-Sí. Vol-ve-mos. - aplaudo en cada silaba.

Reímos.

Espero que su -pasa algo- no tenga que ver con Jane, ya que la vi bailar tan cerca de él.

¿No eramos amigos?Où les histoires vivent. Découvrez maintenant