¿No eramos amigos?

Capitulo 13

Narra Austin. 

No se bien que es lo que debo hacer. Nunca he alejado a ninguna chica de mi, y menos, si es linda. Suena un poco ridículo, pero así es, y debo admitirlo. Lo importante, es que quiero cambiar mis actitudes respecto a eso, no será fácil, pero bueno...

- Hola, hola. - Saluda. Tiene una voz chillona, no la había escuchado con el volumen alto de la música. Es un poco irritante. - A ti te estuve esperando toda la noche... ¿ A donde te habías ido?

Me agarra de la remera, para atraerme hacia ella. Me alejo. Veo a Sam practicamente tirada en el banco, si que está mal. 

- Me fui con mi hermana. 

- Me tendrías que haber avisado. - ¿que? 

- Oye, creo que te confundiste. - Trato de sonar borde, pero parece que piensa que le sigo la corriente, trata de besarme. 

- Yo creo que me diste razones para hacerlo. - Su voz está en modo provocativa - seductora. Pero a mi no me llega el efecto que ella quiere producir en mi.  Ya he tratado con personas así. 

- Lo siento, me he equivocado. - Me alejo. Esta vez le haré caso a Sam. - Si quieres, podemos ser amigos y ya. - Le tiendo la mano. Ella la mira, y se hecha a reír.

- No gracias. - Se burla. - No me sirves para eso. 

- Está bien. De todas maneras, eso es lo único que obtendrías de mi. - Me siento en mi lugar, y le doy la espalda.

-¿Cuál de todas estas idiotas, es tu hermana? - Vaya, es mi segunda semana aquí, y hay alguien que ya me cae mal. 

- No lo sé. - Trato de no seguir con la conversación. 

Siento que se va, al cabo de unos segundos. 

Respiro profundo.

Narra Samantha.

Me duele todas y cada una de las partes de mi cuerpo. Me tendría que haber quedado en casa. Venir hasta aquí, ha sido lo mismo que no venir. 

- Pareces un fantasma de lo pálida que estás. - Danielle y su forma de hacerme sentir mejor.  

America regresa de dirección con una píldora en la mano. 

- Me dijeron que debías tomarte una de estas. - Dice. - No te sentirás del todo bien, pero en algo te ayudara.

- Está bien. - Hago un esfuerzo para hablar. 

Me pasan un vaso hasta la mitad de agua, y la píldora. Respiro hondo... y  trato de tomar lo más rápido posible. 

Al instante, siento que alguien me toca de atrás. Bueno, más que tocarme, me empujan de atrás.