Capítulo 5: Familia reunida

Comenzar desde el principio
                                    

— Por si tenías hambre.

— Gracias.

Finalmente abordamos y nos sentamos en nuestros lugares, a Dylan le había tocado estar en la ventanilla pero me cedió ese asiento, él sabe lo mucho que me gusta ir de ese lado.

— ¿Cuándo vas a hablarme? — me preguntó en un susurro, las luces se encontraban apagadas y todo estaba en silencio, solamente se escuchaba el ruido del motor. 

— Cuando ya no tenga sueño — dije recargándome en la ventana tratando de dormir.

— Siempre te recargas en mi hombro cuando estamos en un avión.

— Lo sé.

— Ven aquí — no pude evitar acercarme a él y recargarme en su hombro, dejar que colocara su brazo alrededor de mí y se recargara en mi cabeza. A pesar de seguir molesta y algo dolida, con Dylan todo era más cómodo. 

Llegamos a Denver horas antes del amanecer, pedimos un taxi y nos dirigimos a la casa de mi padre, a la que llamé casa desde que aprendí a hablar y dónde tuve muchos momento con Dylan. 

— ¡Hola! — nos recibió mi madre en pijamas y con mucha energía aunque todavía era muy temprano —. Se ven muy cansados, pasen. Tu habitación está tal y cómo siempre está, aunque desde que me mudé aquí Clara suele dormir ahí, pero ahora está con su padre. 

— Gracias mamá ¿y papá?

— Sigue dormido, ustedes también tienen que dormir — asentimos y subimos a mi habitación, dejamos las maletas e inmediatamente nos acostamos, y no hubo problema en caer dormidos, en segundos ambos ya nos encontrábamos en un sueño profundo.

Alrededor de las 9:30, desperté y me levanté con cuidado, Dylan seguía dormido. Bajé las escaleras encontrándome con mis padres haciendo el desayuno y haciéndose cariños. 

— Esto no se ve desde hace más de 10 años — me vieron y sonrieron. Papá se acercó a mí y me abrazó.

— Me alegra que estés aquí.

— Siento lo mismo, tenía que venir necesariamente para saber cómo rayos es que se van a volver a casar — papá y mamá compartieron miradas para después comenzar a reír.

— Siéntate cariño — me senté, mamá me dio un plato de huevos y tocino y una taza de café —. Christian y yo llevábamos tiempo teniendo problemas, ya no sentíamos la misma conexión, lo único que nos detenía y nos hacía dudar en separamos era Clara, ella siempre fue la razón por la que siguiéramos juntos a pesar de que él y yo no estábamos completamente felices. Nos divorciamos, y tu padre estuvo ahí para consolarme y apoyarme. Fue ahí cuando me di cuenta que nunca debí dejar a tu padre, fue un gran error dejarlos a ambos. Al igual que nunca dejé de amarte a ti, yo nunca dejé de amar a tu padre. 

— Wow, eso.... eso realmente no me lo esperaba — mamá y papá rieron por lo bajo.

— En un par de meses será la ceremonia y la fiesta, aún seguimos organizando todo — comentó papá.

— ¿Y cómo se siente Clara con todo esto?

— Bueno, yo decidí dejarle la casa a Christian y mudarme aquí con tu padre, nuevamente en mi verdadero hogar. Clara está feliz con lo que me hace feliz a mí, es muy madura y ha actuado de una buena manera con todo esto, ella tiene en mente que su padre siempre va a seguir siendo su padre, pero que yo simplemente ya no era feliz. Pasa algunos días con Christian y luego viene aquí y duerme en tu habitación, espero que no te moleste.

— Para nada, no suelo venir mucho de todos modos, cómo ya se han dado cuenta. Si ella quiere adueñarse de mi habitación y acomodarla a su gusto, adelante. 

— Eres muy buena, y ahora dime ¿qué ocurre contigo y Dylan?

— ¿Cómo sabes que ocurre algo?

— Los noté diferentes cuando llegaron, y no sé si era por el cansancio pero algo no me cuadraba desde que llegaron.

— Hemos tenido problemas de pareja, respecto al matrimonio, sus padres le han estado comentando respecto a eso y creo que yo tal vez lo he estado presionando, con mis indirectas y así.

— Tienes que ser paciente, todo llega a su tiempo, incluso años después — dijo papá mirando a mamá sonriente.

— Me dijo que no dudara de su amor por mí pero no sé, es cómo si no quisiera casarse conmigo y no sé porque, tal vez no soy la indicada. 

— ¡Claro que lo eres! Sólo dale tiempo ¿sí? Aún tienen una vida por delante, aunque parezca que el tiempo se acaba, tienen mucho que vivir todavía — dijo mamá tomando mi mano.

— Yo quiero vivir y experimentar con Dylan el día en que yo lleve un vestido blanco, y que él me este esperando en el altar, todos mirándome con felicidad y mi corazón palpitando de la emoción. Yo solamente quiero ser su esposa y que él sea mi esposo — dije entre sollozos, mamá y papá inmediatamente me atrajeron a sus brazos. Fue cómo revivir esos momentos dónde éramos una familia unida y que cuando yo me sentía mal ambos me cubrían con su amor.

Había esperado revivir estos momentos desde el momento en que mamá volvió a mi vida. 


Capítulo editado



Todo menos casarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora