Tú eres mi destino

Capítulo 7

- ¡Bien hecho! - Dijeron al unísono los héroes de París.
- Tengo que marcharme. ¡Nos vemos, gatito! - Dijo Ladybug, girándose para reencontrarse con Adrien.
- ¡Espera! - Dijo el gato, sin soltarla de la mano - Me gustaría que supieses una cosa.
- Ahora no, Chat Noir, voy a destransformarme. - Expresó Ladybug, preocupada.
- No quiero que te vayas. Quiero decirte una cosa. - Ella se giró, miro al gato, estaba preocupada por él. ¿Le sucedía algo?
- Hay una cosa que hace tiempo que quiero decirte. No se como hacerlo, ya que nunca antes había tenido que decirlo. Me preocupa tu reacción, y te agradecería que si no piensas como yo, no digas nada, sólo abrázame.
Ella se quedó perpleja. No sabía de qué estaba hablando, no entendía lo que pasaba, pero no tenía tiempo. Sus identidades eran secretas y nadie, ni siquiera ellos, podían saberlas.
- Gatito, tengo que irme, y tú también. Ya sabes que nuestras identidades son secretas, y es muy importante para mí que lo entiendas. - Aclaró Ladybug a Chat Noir, y se fue.
- Pero... yo te quiero. - Dijo Chat Noir, sólo, en la azotea de un edificio del centro, sin nadie que le oyese.

Marinette se había destransformado y se encontraba en lo alto del Puente de las Artes buscando a Adrien.
- ¡Adrien, Adrien! ¿Estas bien? ¿Dónde estás? - Estaba muy preocupada por él, pues desde antes de encontrarse con la villana no lo había vuelto a ver. - ¡Adrien! - Grito, desesperada, volviendo a sentarse en el banco en el que, hacia ya un rato, estaban los dos tomando un zumo. Se tapó la cara con las manos y empezó a llorar. Estaba muy preocupada, no quería que le pasase nada.
- Marinette, estoy aquí, no te preocupes. Estoy bien, y me alegro de que tu también lo estés.
La chica levantó la vista y allí lo vio, al chico del que estaba enamorada y que no se sacaba de la cabeza.
- ¡Adrien! - Lo abrazó, sin pensarlo. Era tal la felicidad que sentía al ver que estaba a salvo que no sabía lo que estaba haciendo. - Cuanto me alegro de que estés a salvo. - El chico se sorprendio de la reacción de su amiga, pero decidió abrazarla también, en silencio.
Minutos más tarde, Marinette se separó de Adrien, lo miró a los ojos, y dijo:
- Adrien, me gustaría decirte una cosa. - El chico la miró a los ojos y vió a Ladybug, la chica de la que estaba enamorado. - Me gustaría que me escuchases, es muy importante para mí y llevo mucho tiempo queriendo decírtelo. - Adrien no entendía lo que estaba sucediendo. Estaba sorprendido, se sentía como en una nube. - Te lo diré sin rodeos. Adrien, me gustas mucho desde hace mucho tiempo. No puedo dejar de pensar en ti y cuando lo hago, me siento muy feliz porque tenerte de amigo me llena de alegría. Sé que lo más probable es que tu no sientas lo mismo por mi, pero está bien, aunque me gustaría que el hecho de que yo te haya dicho esto no cambie nuestra relación. - El chico se la miro perplejo. No sabía que contestar. - Antes de responder, tienes que prometermelo. Por favor, dime que tu repuesta no va a cambiar muestra amistad, necesito oírlo.