Tú eres mi destino

Capítulo 6

- Aquí estas, mi lady.
- Hola, gatito.
Ladybug y Chat Noir se acababan de encontrar en lo alto de un tejado de un edificio de al lado del Sena. Al ver a Chat Noir, Ladybug sintió lo mismo que al mirar a Adrien horas atrás. Se sintió inmersa en sus ojos verde esmeralda, de los que no podía escapar.
- Princesa, ¿Te ha comido la lengua el gato? - Dijo Chat Noir, acercándose a ella.
- Aquí nadie ha comido nada, gatito. - Dijo Ladybug, dejando atrás sus sentimientos, unos sentimientos de los que llevaba tiempo renegando.
- ¿Estás segura? - Chat Noir se inclinó hacia los labios de la heroína de la que estaba enamorado. De golpe, ella se giró, sonrió y empezó a correr, gritando:
- ¡Hay que atrapar un akuma, Chat Noir!
El gato empezó a correr tras la mariquita, que entró dentro de un invernadero abandonado cerca de la catedral.
- Silencio, Chat, que nos va a oír. - Dijo Ladybug, al ver entrar a su compañero. - Si nos oye nos convertirá en pollen.
El felino se la quedó mirando. Esos ojos azules como el cielo de verano le recordaban mucho a los de su amiga Marinette, y los cabellos azabache también.
- ¿Qué sueles hacer cuando no eres Ladybug? - Susurró Chat Noir.
Ella puso cara de no entender una sola palabra de lo que le estaba diciendo.
- ¿Cómo se te ocurre preguntarme esto en un momento como este? - Expresó Ladybug
El héroe de París quedó perplejo. No sabía que contestar.
De repente, se giraron y vieron una sombra detrás suyo.
- No me gusta que las mariquitas se coman los pétalos de las flores. - Dijo Perenne, y disparó con un pesticida a Ladybug. Ella lo esquivó con éxito.
Empezaron a luchar, sin llegar a ningún resultado, hasta que Ladybug obtuvo una regadera de su Lucky Charm. Con eso regó a la villana, haciendo que crecieran en ella unas flores que atrajeron a muchos abejorros que no la dejaban ver, pues se habían posicionado en sus ojos. Entonces, aprovechando que Perenne estaba distraida, Chat Noir usó su gataclism en el pesticida, dejando salir un akuma que Ladybug purificó, devolviendo la normalidad a París.