19.- Trampas

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Para los demás, TaeHyung siempre ha sido extraño y hermoso, una persona que no es fácil de amar ante lo terrorífico que supone perderse en su mirada, en su sonrisa, en sus palabras. Nadie, nunca nadie ha sabido amarlo tan bien como su abuela, quien fue la única capaz de descifrarlo, de entender qué cosas son las que lo dañan, maravillan e ilusionan. Su madre y su padre, por cierto, jamás han amado a TaeHyung como es debido porque tienen miedo de verlo con el corazón roto, tienen miedo de verlo llorar y cometer los mismos errores del pasado, aquellos que motivaron que lo dejaran al cuidado de su abuela.

¿Cuántas veces el padre de TaeHyung ha caído en el brillo de sus ojos y ha callado los reproches? ¿Cuántas veces su madre ha hecho la vista gorda y ha preferido mantenerse al margen con tal de no verlo afligido? En varias ocasiones se han visto con las palabras atoradas en la garganta para no dañar al menor. Por ello, la madre de TaeHyung siempre lo defiende y el padre de TaeHyung prefiere ablandar la mirada. No obstante, TaeHyung descubrió el truco hace tiempo y, en vez de contentarse por el actuar de sus progenitores, sólo ha conseguido soltar suspiros y alejar el desagradable sabor amargo de su boca, donde prefiere callar y no asumir ni hacer frente a sus errores cuando ha sido necesario.

Por lo anterior, TaeHyung se desahoga con una de sus amigas de Daegu y asegura que esperaba ser reprochado por golpear a su compañero de curso, pues sólo de ese modo se convencería de que actuó mal. Mas ahí estaba, afuera del hospital siendo mimado por su madre mientras la escuchaba maldecir a ChanYeol. No, si los adultos dejan pasar por alto sus errores, TaeHyung cree que llegará un día en que no sabrá si arrepentirse es o no lo correcto.



En medio de la oscuridad de la noche, TaeHyung soporta la fría bolsa de hielo que presiona su costilla y siente que la melancolía regresa, ese dolor punzante vuelve y se aloja en la boca de su estómago. Vivir sin la persona que ama se torna en nostalgia de vez en cuando, sobre todo al pensar en demasía en las cosas. El tiempo, el transcurrir de las horas lo hace volver a su interior, a meditar cómo vuelve el recuerdo de su abuela que, en vez de confortarlo, sólo trae dolor ante su ausencia.

Y en eso, reconociendo el nudo en la garganta, TaeHyung está pronto a abandonarse a la tristeza cuando su teléfono celular comienza a sonar. Por tal motivo, existe una razón para que contenga la respiración y cuente hasta diez antes de responder, también existe una explicación a los latidos acelerados de su corazón y a cómo su voz se escucha apretada apenas expresa lo que debería ser una simple pregunta.

— ¿YoonGi?

— Hola.

TaeHyung no puede ver cómo la sonrisa del de pálida piel se forma en su rostro, pero sí puede captar un leve tintineo en su voz, como si estuviese nervioso o pronto a llorar. De todas formas, él estaba pronto a llorar, por lo que su garganta duele aún más ante el nudo que contiene, esta vez, la extraña nostalgia que implica escuchar su voz.

— YoonGi..., hola.

— ¿Estás bien? Tu voz se escucha... desanimada.

— Estoy... triste —confiesa, acostumbrado a no mentir.

YoonGi se asegura de no hacer ruido al entrar en su habitación y, cubriéndose los ojos con su antebrazo mientras se deja caer sobre la cama, pregunta el por qué.

— Extraño a mi abuela, la extraño más que otros días —suspira en medio de la oscuridad.

— ¿Por qué? ¿Es por lo que pasó hoy?

— Quizás..., es que... ella habría dicho desde un primer momento que actué mal, que no debí golpear a ChanYeol... Se habría asegurado de que mis heridas no eran graves y luego le hubiese prometido no volver a meterme en problemas, nunca más. En cambio, cuando pensé que mi papá diría algo así, él tan sólo reemplazó su mirada enfadada y acabó abrazándome, dijo que estaba bien, que me cuidara, nada más.

IF NOT WITH ME│YOONTAE。o○.。o○.Where stories live. Discover now