Lapsus© (LP #1)

Capítulo #28

—Madre, abrázame por favor. —exclamé realmente anonadada.

—Hija de mi vida, Christina, ¡Princesa de mi corazón, no te sueltes!, no sabes cuánto tiempo esperé para este gran momento, el pesar de tu partida fue mucho más grande que todo lo demás, mi dolor de madre terminó por enloquecerme, creía que tu padre era un sucio estafador y cruel asesino despiadado el cual me había separado de tu lado, pero mira lo que es la vida, jamás lo fue, Él fue el amor más grande de mi vida y lo sigo amando como el primer día que nos conocimos bajo la sombra de un gran árbol de cerezo rosa, y ahora, el mundo y todos nosotros estaremos a salvo de nuevo después que ese tipo se haya largado de este despiadado mundo pues si no lo hace cuanto antes lo enviaré yo misma al infierno más cercano, no habrá más sufrimiento. —aseguró mi madre Lidia llorando contra mi pecho.

—No mamá, perdóname tú a mi por no entenderte antes, pero eso se acabó, desde ahora viviré para hacerte feliz y que todos seamos una sola familia. —aseguré temblando de frío bastante feliz de que todo volviera a ser como antes.

—Ya eso no será necesario, yo lo haré apenas se volteen, la familia estará completa de verdad. —dijeron en el vacío del lugar con sonido de eco.

—¿Qué?, ¿Hay alguien más aquí? —preguntamos angustiadas.

—¡¡¡Roberth!!!, esperen, ¿Qué?, ¿Pero cómo? —preguntó mi madre con el corazón a punto de salírsele del pecho.

—¿Estás paralizado del horror ahora verdad que si, Ramsey? —preguntó mi pobre padre sarcásticamente bebiendo una copa de vino desde las alturas.

—¡Imposible!, ¡No puede ser! —exclamó el Señor Ramsey cogiendo de un pie y un tanto pálido.

—No, imposible es que la luna atraviese la Tierra y se trague sus más profundos mares de un solo sorbete, esto claramente que no lo es, ¿Creíste que realmente me habías asesinado esa noche? —preguntó mi padre riéndose mientras caminaba hacia nosotros.

—Sí, yo te asesiné poco a poco aquella noche de tormenta eléctrica mientras tu propia sangre empapaba por completo mis pies. —aseguró el Señor Ramsey en verdad asustado.

—¿Se te olvidó a caso que era uno de los mejores agentes?, tengo mis trucos y ese fue uno de todos de los cuales aprendí mejor en uno de mis tantos reclutamientos, eres tan desequilibrado que ese detalle se te escapó de tus malditas manos, pues apenas me ibas a disparar para luego mutilarme aquella noche me coloqué un saco antibalas sobre el saco de tela corriente para que estuviera a salvo de ti. —aseguró mi padre con una enorme sonrisa en su rostro.

—Roberth, ¡Creí que habías muerto mutilado por tu amante!, ¡¡Ohhhhh Dios mío!! —exclamó mi madre en un shock total.

—¿Padre eres tú de verdad? —exclamé muy asustada y confundida a la vez.

—¿Qué?, ¿Tu eres Christina, mi pequeña muñequita de azúcar? —preguntó mi padre sorprendido y llorando de la felicidad.

—Así es padre, aquí estoy, sigo siendo yo, su pequeña Christina, la que su lado se quedará para jamás volver a soltarme de ustedes dos. —dije muy muy feliz corriendo de inmediato a abrazar a mis afligidos padres.

...