Capítulo #12

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—Anda, si, dime ahora lo que sucedió que no entiendo nada. —dije de verdad muy intrigada completamente empapada.

—Tu papito "Roberth Russel" fue un despiadado asesino y está completamente muerto pudriéndose en el infierno. —aseguró Lidia apretando sus puños.

—¿Qué dices?, ¿Roberth era su nombre?, ¿Está muerto?, no, dime que no, por favor, dime que no, ¿Usted fue quien le quitó la vida verdad? —pregunté furiosa

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—¿Qué dices?, ¿Roberth era su nombre?, ¿Está muerto?, no, dime que no, por favor, dime que no, ¿Usted fue quien le quitó la vida verdad? —pregunté furiosa.

—Vaya, pero que inteligente eres, desde luego que fui yo, ¿O qué pensabas?, él merecía morir como lo hizo, como un maldito perro el cual al igual que tú me imploró piedad hasta que murió desangrado frente a mi así como lo hizo con mi linda e inocente Christinita. —confesó Lidia llorando hambrienta de venganza.

—¿Pero qué?, tu odio en vez de causarme dolor me ha funcionado para hacer que más piezas se unieran a mi gran rompecabezas mental, yo sé que mi padre no fue un asesino, lo sé porque alguna vez lo amé como a nada en el mundo, ¿Era detective verdad? —pregunté desesperada llorando y muy enojada.

—Vaya, felicidades recordaste a tu maldito padre y  si, Él era el mejor de todos hasta que asesinó sin piedad alguna a mi hijita. —aseguró Lidia frente a una de las ventanas.

—Detective... ¡Dios, logré recordarlo!, y si Lidia, Él era un buen hombre, no merezco que me tengas así de acorralada desde hace meses, las cuentas eran con mi padre, no conmigo ni con mi pobre madre, que por cierto, ¿Dónde está ella, ehh? —pregunté alterada e in serena.

—¿Y para qué diablos quieres saber eso ahora? —preguntó Lidia con una voz muy arrogante.

—¿Qué no es obvio?, ¡Es o era mi madre!, ¿Te gustaría que si tu hija fuera yo no le dijeran nada sobre ti o de tu paradero? —pregunté muy alterada llorando mucho.

—¡Cállate!, mi niñita descansa en paz después que tu padre murió como ella hace más de veinte años. —dijo Lidia depresiva y enojada al mismo tiempo.

—¿Veinte años?, ¿Llevas veinte años cargando con ese odio e inmenso dolor tratando de vengarte de nosotros? —pregunté realmente asombrada.

—Si niña, cuando naciste decidí que mi venganza iría contra lo que más amara Él, y esa eres tú, su única y apreciada hija, eras una belleza cuando naciste, eras igual de hermosa que mi pobre hija y lamentablemente como la perra de tu madre. —aseguró Lidia rabiando de cólera.

—Nunca pero nunca vuelvas a faltarle el respeto a mi madre, ¿Oíste?, ella me dio la vida y me amó con todo su ser, tu no sabes ni nunca sabrás lo que es el amor, ¡¡Me aprietan mucho las cuerdas!!, ¿Podrías aflojarlas un poco?, me duelen muchísimo los brazos, están de color morado ya, por favor. —dije completamente adolorida.

—Antes de todo esto eras "libre" y ahora no llegas ni a ser prisionera, he aprendido a asumir lo peor y a ser completamente neutral en cuanto a emociones. —aseguró Lidia pateándome las costillas fuertemente.

Lapsus© (LP #1)Where stories live. Discover now