Capítulo #23

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--Ya te dije, ella estará a salvo con los Castell, ya tranquilo que te morirás de estrés solo por pensar ella. --dijo Andrea muy preocupada.

--¡Ishh! --rezongó Tobías algo encaprichado.

--Al menos no está en la calle, ¿Ya?, ¿Tranquilo? --dijo Andrea a punto de un verdadero colapso.

--De acuerdo pero iré todos los días a visitarla, ¿Vendrás conmigo si o no entonces? --preguntó Tobías un poco preocupado secándose las lágrimas.

--Pero por supuesto que si, a pesar de todo ella sigue siendo mi amiga, la primera que tuve. --aseguró Andrea sonriendo.

En verdad estaba muy disgustada por lo que la señora Huppert me había hecho pues primero me había protegido y ahora me dejaba a mi suerte, no sabía qué hacer en realidad, pues dejar de nuevo a mi chico me era muy difícil y aunque sabía que señora Castell me recibiría no quería ser un estorbo más en su vida, ya tenía cinco hijos los cuales mantener y yo no sería una carga más para ellos.

Así que decidí ir tras Mía a la cual le prometí regresar y ya habían transcurrido más de cuatro meses desde entonces imaginándome lo peor, por lo que, decidida salí en busca de ella pues era la menor de las tres y debía de protegerla de esos maniáticos de los cuales me daban ganas de llorar de solo recordarlos, principalmente a Lidia, la cual me daban escalofríos con tan solo mencionarla.

Sin embargo mi coraje y valentía fueron mucho más fuertes que mi orgullo, por lo cual tomé el respectivo infernal camino de la verdad tras mi pobre amiga Mía.

No sabía cuál sería mi reacción al ver de nuevo a ese hombre, pues pertenecía a las peores de mis pesadillas, pero debía de buscar y rescatar a Mía pues algo me decía muy dentro de mi que corría un muy grave peligro y no era de esperarse, puesto que ese hombre era el mismísimo demonio en persona.

Sabía perfectamente que corría mucho peligro regresando a ese nido de cobras pero como toda mi vida fue un completo desastre ya nada me importaba o daba miedo en lo más mínimo ni me producía ganas de ver hacia atrás.

Al llegar al tétrico lugar de mis pesadillas mis peores miedos se volvieron realidad; Tobías, Daisy y Andrea me habían dicho que no fuera sola a ese lugar puesto que ese demonio me haría daño apenas me viera regresar, y aún así no les hice caso y las peores consecuencias salieron a la luz tras mi terquedad.

--Hola, ¿Hay alguien aquí?, ¿Señor Ramsey?, ¿Mía? --preguntaba desesperada en un muy profundo vacío.

--Vaya vaya, pero miren quien se dignó en regresar... Definitivamente Lidia tenía razón cuando decía que eres verdaderamente estúpida, mira que volver a esta ratonera después de todo lo que te hicimos, ¿Buscabas a Mía o morirte de una vez? --dijo Ramsey riéndose a carcajadas.

--No, y sí, vengo por Mía de una vez por todas. --dije firmemente asustada.

--Sabes, han pasado más de cuatro meses desde que las dejé libres, han sucedido muchas cosas aquí, Mía, querida, mira quien te visita de nuevo. --dijo el Señor Ramsey riéndose falsamente.

--¿Mía?, ¿Eres tú? --pregunté muy asustada al verla llegar muy tranquila.

--¿Ann?, ¿Qué haces aquí si ya eras libre? --preguntó Mía igualmente sorprendida.

--Vengo por ti, nos vamos de aquí ahora mismo, perdóname por no venir antes pero.... --decía muy alterada tratando de ser lo menos gallina posible pues al ver a Mía en camisón las peores cosas se me vinieron a la mente.

--¡¡No!!, me quedaré aquí con Ramsey y desde ahora estarás conmigo para siempre, primita. --dijo Mía extrañamente controlada.

--¿Cómo dices?, ¿Le llamaste Ramsey así como en confianza?, ¿Qué sucede aquí? --pregunté muy asustada con el corazón latiendo a todo vapor.

--Así es niña tonta, desde ahora eres de mi propiedad. --dijo el Señor Ramsey con sus muy aterradores ojos sobresaltados.

--¿Qué?, Mía, si te hizo algo malo solo dímelo, confía en mi, saldremos de aquí, y no, usted no puede tenernos cautivas, es un delito de privación de libertad contra nosotras, no puede hacerlo. --aseguré temblando de miedo.

--Vaya, vaya ¿Eres abogada ahora que saliste de este lugar? --dijo el Señor Ramsey sarcásticamente.

--¿Dónde está Lidia?, Mía, se que lo sabes, dímelo, somos como hermanas, debes decirme si te hizo algo malo, no temas. --dije inconscientemente desesperada.

--¿Ahora si somos como hermanas después de que me dejaste sola?, él no, no me hizo ningún daño, malpensada, es mi tío, sería incapaz de dañarme, y sobre Lidia, ¿Qué no se fue con rumbo a Australia con su hija? --dudó Mía mirándome asqueada.

--No Mía, estás muy equivocada, si nos ha hecho mucho daño con solo tenernos aquí en contra de nuestra voluntad, nos han engañado, Lidia nunca se fue con nadie, su pequeñita no falleció años atrás, creí verla en una de mis crueles pesadillas y sospecho que este demente tiene cautiva a las dos, a Lidia y su pequeña hijita en algún sitio de este infierno. --aseguré apretando mi puño izquierdo.

--Así es chiquita malcriada, armaste el rompecabezas, Lidia nunca se fue a ningún lado, y si, su hijita adorada no murió hace diecisiete años atrás como ella siempre ha creído, si que tienes talento para esto, así como lo era tu tonto padre. --aseguró el Señor Ramsey arrugando su frente fumándose un puro.

--¿Qué cosa dijo?, ¿Qué sabe de mi padre, ehh maldito gusano?, ¿Ha estado engañando a Lidia todo este maldito tiempo? --pregunté realmente asustada y algo preocupada por Lidia y su preciada hija inocente.

--¿Qué cosa dijo?, ¿Qué sabe de mi padre, ehh maldito gusano?, ¿Ha estado engañando a Lidia todo este maldito tiempo? --pregunté realmente asustada y algo preocupada por Lidia y su preciada hija inocente

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Lapsus© (LP #1)On viuen les histories. Descobreix ara