Capítulo #7

55 8 0
                                    

—¡¡Maldita sea!!, gracias Oficial Broody, será bien recompensado, ahora mismo parto para allá. —dijo Lidia sonriendo macabramente frente a un gran espejo color dorado muerte que tenía en su cubículo.

A los pocos segundos Lidia me hizo casi arrastrada hacia su oficina pagándole al oficial que me vio con el teléfono.

—Ay Willow, Willow, Willow, niña, de verdad que eres una chica bastante estúpida, enserio, ¿A quién querías llamar, ehh?, ¡Responde niña que no tengo toda la noche!, ¿A quién intentabas llamar? —decía Lidia muy pero muy molesta.

—Lidia espérate, solo tomé el teléfono para tratar de recordar algo más, ¡¡Tengo derecho a una llamada!!, ¿Ya tampoco puedo hacer llamadas tranquila? —pregunté desesperada.

—Ishh niña, me volverás loca, y respondiendo a tu pregunta, la respuesta es un NO rotundo, no puedes ni podrás hacerlo sin mi consentimiento. —aseguró Lidia escupiendo hacia el suelo.

—A ver si entendí, Lidia, no puedo ir a la secundaria sin ti ni decirle a mi mejor amiga mis secretos sin que tu nos escuches, no puedo dormirme tarde, navegar en internet sin tu consentimiento y ahora tampoco puedo hablar por teléfono, ¿Qué es este lugar, una cárcel a caso? —pregunté realmente molesta.

—Niña tonta, es mejor que te calles y no hables más del asunto, ¿Te cambiarás de ropa por fin? —preguntó Lidia indignada.

—No Lidia, permaneceré con este abrigo rosa pálido de lana húmedo y deshilachado, esto si no me lo quitarás. —dije firmemente molesta.

 —dije firmemente molesta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Bien señorita. —dijo Lidia naturalmente y extrañamente tranquila.

—¡¡Ohh discúlpeme por favor, su majestad!—repliqué chispeante de cólera.

—Te juro que cada día te soporto menos, no sabes lo que te espera. —aseguró Lidia mordiéndose sus labios resecos.

—¿Y qué es lo que me espera?, dímelo, Lidia, quiero saberlo. —dije nuevamente alterada bastante sudorosa.

Nunca sabrás lo que realmente sucedió con tu miserable vida, y ya se que no buscabas "patitos", te buscabas en Internet, al parecer no eres la tonta que creíamos, fue muy inteligente de tu parte buscarte en Internet, sin embargo el servicio fue cancelado para evitar más inconvenientes como este, el servicio de telefonía fue restringido y ya no podrás buscar absolutamente nada de tu pasado, créeme cuando te digo que no te gustará recordar nada sobre ti. —aseguró Lidia parada frente a mi.

—Creí que eras una trabajadora social a favor del bien y la justicia, no una carcelera como actúas ahora. —dije algo asustada.

—¿Trabajadora Social?, ¿Yo?, primero muerta, niñita, y sí, soy tu carcelera ahora más estricta contigo de lo normal por las estupideces que cometiste, niña, ¿Sabes que te ves ridícula con ese maloliente abrigo rosa verdad? —dijo Lidia asqueada a punto de vomitar como si mi abrigo fuera la cosa más desagradable del mundo.

—¿Trabajadora Social?, ¿Yo?, primero muerta, niñita, y sí, soy tu carcelera ahora más estricta contigo de lo normal por las estupideces que cometiste, niña, ¿Sabes que te ves ridícula con ese maloliente abrigo rosa verdad? —dijo Lidia asqueada a p...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Si, lo se perfectamente, y este no me lo lograrás arrebatar, ¡Bruja del demonio!, no se ni porqué confié en ustedes desde el inicio, debí correr lejos de esta supuesta oficina de policía la cual más bien parece una cárcel llena de tipos locos donde solo encierran chicas inocentes como yo. este abrigo no me lo quitaré jamás, por más que me digan y moriré, ¿Me oíste bien, Lidia? —dije muerta de cólera cerrando mis puños lo suficiente molesta para hacer explotar el lugar.

—Eso ya lo veremos ehh, Azucena. —dijo Lidia claramente furiosa.

Cuando esa bruja me dijo el nombre de "Azucena" sentí como mi piel se enchilaba del horror pues como siempre lo supe esa mujer sabía sobre mi identidad más de lo que me podría imaginar.

Efectivamente mi nombre real era Azucena con el apellido "Petersson" proveniente de la ciudad de Briston en Inglaterra ya que quizá por sus impulsos estúpidos de maniática me reveló muchas de mis sospechas y búsquedas incesantes.

Pero eso no fue todo lo que sucedió esa tormentosa tarde, pues al ser las siete de la noche de aquella fría noche me quité el abrigo color rosa pálido para acomodarlo un poco lo que para mi sorpresa resultó ser de gran ayuda para saber quien era un poco más a fondo.

Dentro de mi abrigo rosa deshilachado se encontraba un papel con unas palabras escritas con tinta color azul claro; Este decía las palabras más aterradoras que había podido escuchar en los últimos tres días en ese manicomio, decía:

"Cuídate de Lidia Johnson y el Señor Ramsey son muy pero muy peligrosos y unos asesinos, Atte. Ann Azucena Petersson .x.

Después de encontrar aquel casi irreconocible papel con ese escalofriante dato debía únicamente de correr muy lejos de ahí, buscar verdaderos policías que me salvaran de esos maniáticos los cuales con engaños y tristes promesas me estaban llevando al borde de la legítima locura, lo único que debía era mostrarles a los policías reales el dichoso papel quita almas de golpe.

...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Lapsus© (LP #1)Where stories live. Discover now