Capítulo #11

31 6 0
                                    

—¿Qué fue lo te hice yo para merecer esta clase de torturas, ehh?, me considero una buena persona, ¿Por qué? —pregunté muy intrigada iniciando a llorar como una niña chiquita.

—Tú eres el fruto carnoso de mi fría venganza, estarás con nosotros hasta que yo que yo lo decida, y claro que recordarás más fragmentos de tu pasado, principalmente el más importante de todos, la clave de la caja fuerte de tu papito adorado. —aseguró Lidia macabramente hablando.

—¿Dijiste caja fuerte?, Lidia, no recuerdo ni mi contraseña para poder entrar a Facebook, ¿Cómo piensas que podré con algo que ni tan si quiera recuerdo que pasara realmente?, ¡Eres una bruja despiadada! —exclamé asustada sudando de pies a cabeza con el corazón a todo vapor.

—Lo se niña, lo se, y por querer huir de nuestro lado ahora pagarás las peores consecuencias, aparte de haber perdido a tu "amorcito" ahora perderás tu cabellera rizada. —dijo Lidia mientras se reía sutílmente.

—¿Qué?, no Lidia por favor no me hagas eso, te prometo lealtad eterna pero no me cortes mi cabello rizado, por Dios. —dije más asustada que nunca.

—Eso debiste de pensar antes de escaparte con tu amiguita Andrea la cual ya pagó por la traición más grande de su vida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Eso debiste de pensar antes de escaparte con tu amiguita Andrea la cual ya pagó por la traición más grande de su vida.

—¿No pensarás quitarme mi abrigo rosa otra vez, verdad? —pregunté aterrada de miedo.

—¿Yo? ¿Esa asquerosidad?, no, de eso si puedes estar segura. —aseguró Lidia nuevamente asqueada.

—Mira Lidia, por favor no me arrebates el único recuerdo que tengo de mi vida feliz, llévate mi abrigo desgreñado, pero mi cabello no, te lo ruego. —supliqué llorando muy preocupada por mi destino.

—Bien, lo pensaré, pero no llores más por favor que me irritas, sabes que soy más dura que una piedra de cementerio, y ya cállate. —aseguró Lidia con su cigarrillo en la mano.

—¿Alguna vez alguna trabajadora social te hizo algo Lidia? —pregunté intensamente alterada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Alguna vez alguna trabajadora social te hizo algo Lidia? —pregunté intensamente alterada.

—¡Dije que te callaras! —gritó Lidia iniciando a alterarse.

—¿Te quitaron algo cercano a ti, verdad?, ¿Tenías hijos?, ¿Esposo tal vez? —seguía preguntando cada vez con más intensidad.

—¡Cállate estúpida! —de nuevo gritó Lidia sosteniéndose la cabeza con sus manos fuertemente como si estuviera demente.

—Eso fue, lo se, tu actitud dice más que mil palabras, apesar de todo estoy contigo Lidia, se lo que es perder a tus seres queridos de repente, tu odio es entendible pero no tu comportamiento, la vida tiene una parte feliz después de todo, solo déjate llevar. —dije con una sonrisa en mi rostro sosteniéndo mi mano sobre la de Lidia.

—¡¡No me toques jamás en toda tu vida, mugrosa!!, ¡Y ya cállate de una sola vez!, ¿Qué no lo entiendes? —dijo Lidia quebrando un vaso de vidrio con sus propias manos.

—¿Quieres desatarme al menos? —dije muy adolorida con una lágrima fabricada de sal rodandome por la mejilla.

—¿Crees de verdad que soy una estúpida, o qué, niña?, jamás saldrás de aquí, al menos con vida, tus palabras "cursis" no van a lograr convencerme, desde la muerte de mi pequeñita "Christina" de apenas seis meses de vida ya nada para mi es móvil de emociones. —aseguró Lidia dando vueltas de arriba hacia abajo con su maloliente cigarrillo.

—¿La muerte de quién?, ¡Lo sabía!, Lidia, tu niña está ahora en paz, donde quiera que esté ahora te está cuidando y justo por esa parte debes de estar tranquila, comprendo tu tristeza, yo ya la viví dos veces seguidas, sin embargo aún no puedo com...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿La muerte de quién?, ¡Lo sabía!, Lidia, tu niña está ahora en paz, donde quiera que esté ahora te está cuidando y justo por esa parte debes de estar tranquila, comprendo tu tristeza, yo ya la viví dos veces seguidas, sin embargo aún no puedo comprender ¿Qué tengo que ver con ese asunto tan fuerte? —pregunté dudosamente alterada.

—¿Qué a caso aún no lo puedes ver?, y ni hablar, te cortaré el cabello como castigo. —dijo Lidia tomando unas tijeras herrumbradas.

—¿Qué?, Lidia, piensa lo que dices y haces... —dije muy asustada.

—Lo he pensado por mucho tiempo, ese será tu castigo definitivo. —dijo Lidia acercándose a mi con sus filosas pero herrumbradas tijeras.

—No, piedad, te lo ruego Lidia, haré cualquier cosa que me pidas pero más sufrimiento no, te lo ruego. —supliqué desesperadamente.

—¡Tu padre debió de pensar las cosas antes de hacerlas! —reveló por fin Lidia gritando fuertemente con las viejas tijeras en sus manos a unos pocos centímetros de mi pobre cabello.

—¿Qué dices?, no puedo entender nada de lo que dices, ¿Mi padre?, ¿Lo conociste?, ¿Dónde está Él? —pregunté llorando y aún muy alterada.

—¿Quieres realmente saber dónde está ese maldito gusano? —preguntó Lidia riéndose hipócritamente frente a mi.

...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Lapsus© (LP #1)Where stories live. Discover now