Dreaminess [Pausada y en edición]

Capítulo 51: De Regreso Al Bosque De Los Lamentos ~Querido Maestro #01~

Esto es algo que sucedió hace mucho tiempo, digamosle un fragmento de una historia que ya paso hace mucho tiempo y que ha sido olvidado pero que aun es una pieza importante en la vida de ciertas personas.
En medio de un páramo seco y desolado yacían el cuerpo de dos niñas,  dos pequeñas cuyos cuerpos estaban cubiertos de heridas y suciedad,  sus largos y coloridos cabellos estaban cubiertos  de mugre, su ropa estaba rasgada hasta solo quedar jirones de telas que apenas cubrían sus pequeños cuerpos, estaban afónicas de tanto gritar y sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar.

-Hermana, hasta...  cuan... do sera...  que tenga... mos que sopor..... tar estos....  maltratos? ...... Le dolía el solo pronunciar  aquellas palabras....  Por...  qué sim.....ple... mente no... nos ma... tan y ya?
-No... lo.. se..... Fue lo único que le pudo decir pues ella tampoco sabía la respuesta a aquella pregunta.

Ambas yacían tiradas, una al lado de la otra, con sus manos sujetadas fuertemente y en ningún momento de su pasado "infierno" se habían soltado, ni siquiera cuando estas fueron pisoteadas una y otra vez hasta hacerlas sangrar. Esa pequeña sensación entre el tacto de sus manos era su único consuelo, solo se tenían la una a la otra y si vinieron juntas a este cruel mundo de igual forma se irían juntas.
Ellas son, en términos de sus “compañeros”, unas aberraciones pues son dos seres nacidos de un mismo deseo y una misma emoción pero estos eran tan débiles que ellas inmediatamente calzaron en el rango “3” y “4”, fue mera suerte el que no acabaran más bajo de eso.
Ambas tenían su vista fija en el enfermo y eterno cielo nocturno de este mundo, donde el fuerte gobierna y el débil sufre. No querían vivir mas, querían dejar de sufrir pues a que habían venido a este mundo pero antes de que sus mentes siguieran divagando su vista comenzó a nublarse producto del cansancio pero antes de caer por completo en la inconsciencia oyeron unos pasos acercándose.

Tiempo actual....

-No lo preguntare de nuevo, esta es tu ultima oportunidad... Su voz se oía llena de rabia... Dónde esta el maestro?

Arrodillada frente a ella estaba una joven pelirosa con la respiración un tanto agitada, clara señal del esfuerzo que ha empleado solo para mantener a raya a la joven peliazul.
Tras Sullzan estaban inconsciente Halloween y Ashley, ambas tenían el cuerpo lleno de cortadas hechas por las espadas de cierta pelirroja, esta ultima estaba al lado de su hermana con la punta de una de sus espadas apuntando al cuello de Sullzan. Hace poco había terminado el enfrentamiento entre Ada y Ashley junto a Halloween con la clara victoria de la primera pero cuando estaba por dar la estocada final, Sullzan dejo de lado su encuetro con Lady y se interpuso para salvar la vida de las otras dos llegando a la situación actual.
Sullzan no veía una forma clara de salir de esta situación pues ella no quería luchar por ordenes de Doll ya que sino fuera por eso aquel par de “Hermanas Idiotas”, apodo cariñoso que ella les dio, estarían tiradas en el suelo implorando por su misericordia. Ahora solo le quedaba esperar que de alguna forma Doll llegara y de esa forma tanto Ada como Lady se calmarían porque sin que esto suceda no existe otra forma de que esto acabe sin irse a mayores pero antes de que pudiera hacer o decir algo el suelo del bosque comenzó a temblar hasta el punto que saco de balance a Ada y Lady provocando que terminaran apoyándose sobre sus manos y rodillas.

-Oye,  maldita ¿Que diablos hiciste?… Pregunto una molesta Ada.
-Yo no he hecho nada... Respondió Sullzan... Pero se quien lo esta provocando.

En ese momento se comenzó a escuchar una lúgubre y alegórica canción carnavalesca, Sullzan fruncio el seño al reconocer aquella tonada y es que solo significaba una sola cosa.

-¡Ladys and Gentleman! ... Su estruendosa voz resonó por todo el lugar... Ha llegado lo que tanto han esperado... ¡La mayor atracción que jamas haya existido en este u otro mundo!

Tanto Ada como Lady se tensaron al reconocer aquella voz y como no hacerlo si el dueño de esa voz fue uno de sus tantos torturadores y abusadores antes de ser salvadas por su amado y querido maestro.
Del suelo frente a ellas emergió una gigantesca carpa circense de vividos colores y a su alrededor una gran variedad de juegos y demás hacían acto de presencia.
En el centro y parado enfrente de la entrada de la gigantesca carpa yacía de pie una figura de unos 3 metros vistiendo un pintoresco y sucio traje de colores blanco, rojo y azul, sobre su cabeza un sombrero de copa que solo dejaba a la vista su boca ya que la mayor parte de su cabeza era cubierto por este.
La figura era alta y extremadamente delgada,  en su mano derecha sostenía un micrófono.
Ada y Lady al ver aquel ser comenzaron temblar sin parar.

-¡Es un orgullo y un honor para mi presentar al gran “Dark Circus Wood”! y no lo digo porque soy su dueño ya que su fiel servidor es el ser más humilde que jamás existirá.

Cuando termino de hablar fue que noto las presencias de Ada y Lady, las cuales yacían arrodilladas en el suelo al borde de las lágrimas debido al miedo que aquel ser les generaba.

-Oh, pero que tenemos aquí?… Pregunto al aire de forma juguetona.

Las chicas al notar que este tenia su total atención centradas en ellas sintieron como volvían a ser aquellas pequeñas e indefensas niñas, sus corazones latían de manera errática, hace mucho que su voz las abandono y solo podían llamar a su protector en su mente. Querían que Doll viniera y las sacara de su pesadilla pues a pesar de ser fuertes y estar entre los de mayor rango aun no superaban aquel trauma de su pasado.
Por el otro lado aquel sujeto extendió su mano izquierda pero cuando estaba cerca un gran muro de raíces se alzo separándolo de ellas y evitando que se siguiera acercando.

-Oh, que entrometida eres “Bruja del Bosque”, no vez que este es un reencuentro entre conocidos... Le dijo con un deje de molestia en su voz.
-Cierra la boca, Maggot. Hasta que aquel imbécil vuelva estas chicas son mi responsabilidad y por ello no pienso permitir que le hagas daño... Declaro con firmeza.

Ahora Sullzan estaba de pie entre el muro que ella misma creo y el nombrado Maggot, quien miraba a aquella que ostentaba el rango más alto.

-Así? Y cómo piensas hacer eso?... Le pregunto con una extraña calma... Es cierto que tu ostentas el rango #666 mientras que yo el #101, es muy clara además de injusta la enorme brecha que nos separa pero no olvides que ya “derrote” a un rango #666... de hecho, no era aquel al que ustedes siguen ciegamente.

Fin..............