Capítulo 33: Cómo Comenzó todo #2 ~Ada y Lady, otra vez~

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Sullzan yacía tirada en el suelo después de recibir el ataque de Doll mientras que él intentaba normalizar su respiración que estaba agitada además de que la cabeza le dolía provocando una ligera sensación de desorientación, todo giraba y se retorcía a su alrededor mezclando los colores blancos de las paredes y suelo con el rojo de la alfombra que cubría el suelo, él sabía muy bien que se debía a su enfrentamiento con Sullzan. Necesitaba con urgencia estar calmado o de lo contrario entraría en un estado que el mismo denomino como "frenesí escarlata" además de que eso era lo que Demise, quien había estando observando todo desde el principio, quería y Doll no le daría el gusto de verlo en ese estado y tras unos breves minutos su respiración se normalizó y el dolor que atormentaba a su cabeza desapareció junto a la desorientación que sentía a causa de este.
Después de calmarse se quedo pie pensando que es lo que haría ahora, sabía muy bien que Demise esta detrás de todo lo que Sullzan ha hecho en estos días además de que esto no era más que una simple jugarreta, todo esto fue organizado con el simple objetivo de entretenerse y "matar el tiempo" pero saber esto solo hacia que el odio de Doll hacia Demise siguiera creciendo.
Por otro lado, Doll estaba tan centrado en su mente que no noto los pasos de dos personas que se aproximaban por su espalda para ver que era lo que sucedía, el fuerte estruendo del suelo rompiéndose y los escombros cayendo había llamado su atención.

-Qué pasó aquí?... Dijo al observar como había quedado el lugar.

La habitación donde estaban era una sala de reuniones donde, que como lo indicaba su nombre, era uno de los pocos lugares en el mundo, además de las zonas de descanso repartidas por todo el castillo, donde los ángeles de la muerte podían reunirse sin tener que matarse aunque esta sala de reuniones no neutralizaba ni las armas ni las habilidades de los ángeles como lo hacían las zonas de descanso por lo que todo dependía del autocontrol que tienen ellos sobre ese instinto que los lleva a matarse entre ellos buscando más poder para subir de rango.
Ese instinto es algo con lo que cada ángel nace y en algunos es más fuerte que en otros llevándolos al borde de la locura y solo se pueden deshacer de este cuando lleguen a la "cima".
La destrozada sala era un vestigio de lo que solía ser, todo había sido reducido a un montón de escombros y basura.
Doll después de tanto pensar llego a una conclusión y dio media vuelta para encarar a aquellos dos que hasta hace poco se encontraban a espaldas del.
El primero era una clara representación de la imagen que tienen los humanos de como luce la muerte, un esqueleto de unos 2,5 m de alto cubierto por una larga, vieja y rasgada túnica negra y a su lado izquierdo sosteniendo por el mango con su huesuda mano a una hoz de unos tres metros de alto, la hoja era estaba desgastada y en algunos partes oxidada además de que por como lucía se podía decir que había perdido el filo hace mucho tiempo y ahora solo era un borde dentado e irregular. Él se llamaba Morte y era el ángel que ocupaba el lugar #664.
El otro era un hombre de unos 30 años, de unos 1,90 m de alto, cuerpo fornido, le llamaban "The General" por su vestimenta verde musgo, exceptuando las botas y guantes negros, y forma de hablar que daba a entender había sido algún oficial del más alto rango en algún ejercito de algún país, ostenta el rango #660 y nadie sabe su verdadero nombre por lo que optaron por ponerle aquel apodo.

-Lo que pasó pasó aquí no es de su incumbencia, basuras... Su voz se escuchaba con cierto tono de irritación.

Frente a él estaban de pie dos de los ángeles más fieles a Demise y su comentario hiso molestar a ambos ángeles que se preparaban para atacarlo pero una fuerte ráfaga de viento que paso entre ellos separándolos.
Doll no pudo evitar esbozar una sonrisa ya que él sabía lo que pasaba mientras que Morte y General estaban un tantos sorprendidos pero la verdadera sorpresa se la llevaron al ver la enorme hoja con el borde blanco y el centro negro, al mirar a la derecha pudieron ver como esta salia de entre la pared a unos 10 m de distancia, no había rasguño alguno en la pared por otro lado, Doll se dio la vuelta y camino hasta donde estaba tirada Sullzan.
Tanto Morte como General dirigieron su atención hacia Doll al escuchar cuando este empezó a caminar alejándose de ellos y de nuevo intentaron atacarle pero no habían intentado nada cuando el suelo bajo sus pies empezó a brillar de un tono blanquecino y haciendo caso a su instinto saltaron y todo el suelo fue cubierto por un sin fin de hojas afiladas que emergieron de este y solo de la mitad donde estaban ellos porque donde estaba Doll no había pasado nada.
El primero en reaccionar fue Morte, quién le hiso una seña con su mano a su compañero que lo entendió al instante y sin perder el tiempo Morte posicionó la hoja de su hoz detrás de este mientras que General coloco sus pies sobre esta, Morte haciendo uso de toda su fuerza lanzó a una monstruosa velocidad a General en la dirección donde estaba Doll y todo parecía ir como ellos querían puesto que Doll no tendría oportunidad de reaccionar pero estando a escaso centímetros, 10 para ser más exacto, noto un brillo plateado frente a su cara para después sentir un fuerte impacto en esta, el estruendo hiso eco en toda la habitación mientras que Morte sintió otra ráfaga de viento pasar a su lado y al mirar detrás del pudo ver a General clavado en la pared, acto seguido sintió como su vista era forzada hacia arriba para después sentir dolor en la parte baja de su calaverico rostro, la barbilla, y en un instante salió disparado hacía el techo.
Segundos después ambos se reincorporaron vieron a aquel ángel que los había atacado y era una chica usando un largo vestido de princesa de un dorado opaco con detalles floreados de un color plateado y del mis color unos guanteletes y grebas que le llegaban por encima de la rodilla.
La chica estaba de pie obre una de las tantas que previamente habían emergido del suelo.
Mientras, Doll había creado una especie de suave y cómoda nube negra haciendo uso de su habilidad sobre la cual colocó con mucho cuidado a una durmiente Sullzan.
Se dispuso a hablar sin siquiera dignarse a dar la vuelta.

-¡LADY!...Grito para que ella le escuchara.
-¡SÍ!... Esta se tenso al escuchar el grito de su maestro y se fue hacia donde él estaba.
-¡ADA!... Volvió a gritar, solo que un poco más fuerte, para que aquella que se encontraba detrás de la pared le escuchara.
-¡SÍ!... De igual forma que su hermana, se tenso al escuchar su nombre y la gran hoja de su espada desapareció junto a las otras dejando ver que el suelo no había sufrido daño alguno aparte del que ya tenía y en pocos segundos ya estaba al lado de su hermana y su maestro.

Ninguno de los otros dos ángeles entendía que pasaba y solo se dispusieron a observar, aún querían atacar a Doll pero sabían muy bien que aquellas chicas interferirían por lo que tomaron la decidían de esperar por una oportunidad de ataque.

-Nos llamó?... Dijo el par de hermanas al unísono.
-Si, las llame para agradecerle por su ayuda... Estoy muy cansado como para lidiar con aquel par de imbéciles además quiero que vayan por sus cosas que nos vamos del castillo... Tienen 10 min.
-EH?... Es muy poco tiempo, nos tomaría por los menos 30 minutos llegar al piso 20 para buscar nuestras cosas... Dijo Lady en total desacuerdo con su maestro.
-Mi hermana tiene razón, es muy poco tiempo... Ada concordó con su hermana.
-Oh, así que tienen la valentía para no obedecer una orden mía.... Ambas hermanas se tensaron y empezaron temer por lo que ese pequeño les haría... Esta bien, tienen razón y como dicen es muy poco tiempo el que les di... Ambas se relajaron y soltaron un suspiro de alivio... Por lo que les daré 5 minutos y si no están en la entrada antes de se acabe el tiempo tendrán que abstenerse a las consecuencias... Dicho esto el pequeño desapareció sin dejar rastro alguno junto a aquella nube y Sullzan.

Al ver como Doll se había marchado dejando en un estado de shock a las chicas tanto Morte como General vieron esto como una oportunidad y se lanzaron contra ellas pero fueron encerrados por una esfera negra, cortesía de Doll para que no molestaran a sus alumnas.
Mientras que tras pasar un minuto las chicas salieron despedidas de la habitación como alma que lleva el diablo en dirección a sus habitaciones, ambas iban dejando un rastro de lágrimas pues iban llorando por culpa del miedo a lo que su maestro les haría.

-¡MALDITO ENANO IDIOTA!.... Gritaron a los cuatro viento al unísono ambas chicas.

Dreaminess [Pausada y en edición]Onde histórias criam vida. Descubra agora