Dreaminess [Pausada y en edición]

Capítulo 28: Cómo Comenzó Todo ~del amor al odio existe un solo paso~

-Y que tengo que hacer?

Le pregunte a mi superior, un joven que aparenta tener unos 20 años de edad siendo que en realidad ha vivido cerca de unos mil años, lo sé porque el mismo me lo contó.
Actualmente estamos caminando por un extenso pasillo, según tengo entendido este lugar es un inmenso castillo, lo suficientemente grande como para albergar a unas 15.000 personas, esta dividido en 37 pisos y un sótano, prácticamente era un pueblo o una mini-ciudad con forma de castillo.
Hasta hace poco me encontraba en una de las tantas habitaciones de este lugar y después de que pasara cierto incidente salimos de dicha habitación , que ahora tiene un enorme hoyo en una de sus paredes, con un único objetivo, el salón principal ubicado en el piso 36.

-Antes que nada, tienes que presentarte ante todos tus compatriotas, por así decirlo, y nuestro amo y señor.. Father.... Dijo el mientras caminaba unos pasos delante de mi mostrándome el camino.
-Compatriotas?... No suena raro?
-Lo se pero no quise decir compañeros porque me suena un tanto infantil.
-Lo que tu digas.

Seguimos caminando, los segundos se convirtieron en minutos y los minutos pasaron a ser horas y yo ya estaba cansada y harta de tener que caminar pero por algún motivo no sentía ni odio ni rabia.
Eso me pareció extraño, según mis recuerdos yo nunca fui ni seré alguien al que le guste caminar y lo detesto hasta el punto que con solo llevar 20 minutos haciéndolo es motivo suficiente para hacerme enojar y golpear a alguien. Siempre, hasta "mi" muerte había sido una persona excesivamente violenta, nunca me lleve bien con nadie y cada dos por tres terminaba metida en una pelea, que por supuesto yo ganaba.
He de suponer que tiene que algo que ver con el deseo que me dio vida y con aquellas emociones que lo impulsaban.
Si me pongo a pensarlo, en apariencia no soy muy distinta a ella pero en lo que a la personalidad respecta el único cambio fue que he perdido aquel impulso o deseo que me guiaba a ser como era cuando estaba viva.
Viéndolo desde ese punto ya entiendo por que él se refiere a nosotros cuando estábamos vivos como "creadores" pero somos tan diferentes a como eramos como para referirnos a nuestra vida pasada de tal forma que fuera alguien más?...
Entre más lo pienso mas sentido tiene, al menos para mí, porque no importa que tan pequeño o que tan grande sea el cambio ya que cuando nacemos como un ángel, un emisario de la muerte, significa un nuevo comienzo.

-Oye, #666.
-Dime "Doll".
-Esta bien, entonces... Doll, Que tanto diferimos nosotros de como solíamos ser?
-Uhm..... Es una pregunta difícil ya que es diferente dependiendo de quien estemos hablando........ Ah, ya se... Como todavía falta para llegar a nuestra meta te contare una vieja historia que tal vez responda a tu pregunta.. Que te parece?
-Por mi no hay problema.
-Bien... Todo comenzó hace mucho tiempo en un antiguo y ya desaparecido país ubicado en el continente del norte vivía una pareja de doctores junto a su hijo e hija, el nombre del pequeño era Meru y tenia seis años y como todo niño de su edad, era inquieto, travieso y muy bromista, extremadamente inteligente y de rápido aprendizaje además de que poseía con fuerte sentido de la justicia y debido a las enseñanzas de sus padres era dueño de un fuerte sentido de igualdad, para el todas las vidas del planeta tenían el mismo valor, no importaba su raza o si estos eran ricos o pobres, si tenían o no un trabajo.
La cosa es que era un niño feliz con su vida, acostumbraba a estudiar medicina y como ser un doctor como sus padres, en la tarde solía jugar con su hermana menor hasta caer la noche o hasta que ella se quedara dormida, lo que pasara primero.
Ya cuando estaba bien entrada la noche, los cuatros cenaban para después irse a dormir, aunque había noches donde escuchaba ruidos extraños proviniendo del cuarto de sus padres además que había algunas veces salían a mitad de la noche y regrababan ya cuando el sol estaba por salir.
Pero no le importaba, el pequeño Meru amaba con cada fibra de su ser a su familia, en especial a su dulce y tierna hermana menor.