IF NOT WITH ME│YOONTAE。o○.｡o○.

11.- Demasiado obvio

Intoxicado en la culpa, TaeHyung se arrepiente de haberlo llamado "perro faldero" y es por ello que, si no pide perdón, no podrá estar tranquilo en ningún momento. La culpa, siempre la culpa ha sido el sentimiento que no puede obviar.

De forma simple, quizá la intuición es la que sugiere que cometió un grave error, que dijo algo sin saber qué esconde YoonGi porque, en definitiva, TaeHyung pasó la madrugada atando los cabos sueltos que indican que el de piel pálida oculta algo y que no sólo juega a ser la personificación del misterio, sino que, por el contrario, YoonGi no está jugando con respecto a lo que esconde.

Así es que ahí está, a la espera de que el de pálida piel aparezca en el baño prohibido, mientras ruega que aquél revise el mensaje que acaba de enviar. "Te espero en el baño" es lo que lee una y otra vez sin saber qué más agregar, por tanto, al escuchar que alguien hace ingreso en el lugar, se sobresalta y la contracción en su estómago es la fiel respuesta a los nervios que lo embargan.

— ¿Dónde estás? —con las manos dentro de los bolsillos del pantalón, cuestiona YoonGi mientras se apoya contra el lavamanos.

— Aquí... —es la simple respuesta de TaeHyung, quien se pasa una mano por el pelo cuando el de pálida piel empuja la puerta del cubículo en el que se encuentra.

Por consiguiente, sin dar un paso al frente, YoonGi sólo lo observa desde su posición y repara en los ojos cansados del más alto.

— ¿Qué quieres? Sabes que no puedes estar aquí.

Por la seriedad con que lo mira y habla, TaeHyung traga saliva y baja la cabeza. Entonces, juega con las mangas del suéter en su característica demostración de nerviosismo.

— Perdón por lo que dije anoche, YoonGi —su voz, grave ante el murmullo, contrasta totalmente con la inseguridad que expresa su cuerpo—. En verdad..., no te quise llamar "esclavo" ni "perro faldero", fue... un arrebato e imagino que tienes tus razones para... bueno, para estar junto a Suho... Así es que yo..., en verdad lo siento...

Aunque YoonGi no responde nada, TaeHyung suelta un suspiro ante el peso de la culpa que se va, que se esfuma entre sus miradas y respiraciones pausadas. Por su parte, como si pensara en qué decir o de qué modo actuar, YoonGi se toma el tiempo con calma y da un paso al frente, luego otro y otro para luego soltar la puerta y permitir que ésta se cierre tras él. Por ende, a medio paso de distancia, YoonGi fija la mirada en los ojos somnolientos de TaeHyung y se lleva el dedo índice a los labios justo cuando una persona hace ingreso en el lugar. Entonces, sin mover ni siquiera un músculo, TaeHyung contiene la respiración apenas escucha una primera pregunta.

— YoonGi, ¿estás ahí?, ¿estás durmiendo?

— Lo estaba... —miente con la mirada fija en TaeHyung.

— ¿Vas a salir? Suho viene para acá, quiere hablar conmigo.

— No pienso salir, BaekHyun, así es que intenta no humillarte demasiado o acabaré burlándome de ti. Es más, lo mejor que puedes hacer es no esperarlo..., yo le diré que tuviste que ir al salón.

— Sabes que no puedo escapar de él, YoonGi... —suspira BaekHyun, mientras se apoya contra la pared.

Es evidente que el de piel pálida está buscando una manera de sacar a BaekHyun de ahí, pues se muestra inquieto mientras se muerde una de las uñas, casi nervioso según la percepción de TaeHyung.

— Baek... —insiste luego—, no tienes que escucharlo. Él te golpeó, eso deja en claro muchas cosas.

— Sabes que fue mi culpa porque nunca le tuve que pedir ayuda a Tae...