Cena y rechazo

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La lluvia aún seguía, Jean y Seung Gil habían llegado a casa del primero.

—Puedes tomar un baño, te resfriarás si te quedas con tu ropa mojada—dijo el moreno.

Seung Gil negó con la cabeza, se sentía idiota, ahora se mostraba débil y con un ojo morado frente a la persona que menos quería que lo viera así.

—Por favor, no quisiera que te resfriaras, puedo prestarte ropa y lavar la tuya.

—Yo...no quiero molestarte.

—No me molestas, anda ven, te mostraré el baño.

Seung Gil suspiró, sabía que Jean iba a estar insistente, decidió aceptar, después de todo él odiaba enfermarse.

Jean lo guio al baño.

—Toma una toalla, cualquier cosa que necesites puedes gritarme, aquí tienes ropa calientita.

Seung Gil no pudo evitar sonreír, escuchar a Jean usar diminutivos era gracioso...y tierno.

—Gracias Jean.

Jean sonrió en respuesta y salió del cuarto.

El coreano suspiró, mientras se comenzaba a quitar la ropa no pudo evitar sonrojarse al darse cuenta de que se estaba desnudando en el baño de la persona que abarcaba tanto su mente, movió la cabeza hacia los lados, no era momento de pensar en esas cosas.

En otro lugar, Yuri estaba en su habitación, intentando hacer tarea pero era incapaz de concentrarse, su cama aún tenía el dulce olor de Jean, masajeó su frente comenzando a estresarse, había prometido que después de eso nunca volvería a tocar el tema de sus sentimientos por Jean, pero era algo tan difícil, después de sentir su piel, sus labios, su todo, era cada vez más imposible sacarlo de su mente.

—Joder, cuando se lo cuente a mi abuelo seguro me querrá dar una bofetada—dijo el rubio entre risas.

Otabek no estaba más tranquilo, mientras alimentaba a su perro, en su mente sólo estaba lo sucedido con Jean y Yuri, sí, había aceptado el castigo, pero era tan complicado, se sentía idiota por haber aceptado semejante idiotez, tenía el temor de que a Jean le haya gustado tener sexo con Yuri y querer repetirlo, a veces le daban ganas de tomar a Jean a la fuerza y hacerlo suyo todo el tiempo, tenerlo en su cama todo el día si fuera posible, pero no podía forzarlo, no quería, incluso por un momento sintió que estaba yendo muy rápido con Jean, están en una relación de pareja muy extraña, él había aceptado algo que ninguna pareja haría, Otabek estaba seguro de sus sentimientos por Jean pero... ¿Y si Jean realmente no lo amaba? Quizás el canadiense sólo estaba confundido y confundía el amor con el cariño, se agarró la cabeza frustrándose, ¿qué debía hacer?

De pronto siente su celular vibrar, era un mensaje de Jean, al abrirlo vio el mensaje lleno de caritas felices.

"Hola Otabek, no te había contado, pero mañana comenzaré mis clases privadas, necesito retomar mis estudios, luego te enviaré mi horario para hacer tiempo y poder vernos, besos"

Otabek sonrió con ironía, hace unos minutos se estaba matando la cabeza pensando en que quizás Jean realmente no lo amaba y el muy zoquete le manda un mensaje tranquilizándole totalmente.

Al parecer ésta clase de cosas suceden cuando estás enamorado, con sólo un mensaje de la persona que amas cambia totalmente tu estado de ánimo.

—Me has convertido en un idiota cursi Jean—susurró con una sonrisa decidido a responderle el mensaje.

"Me alegro por ti, esfuérzate mucho en tus estudios, yo también me esforzaré"

Jean sonreía mientras leía el mensaje de Otabek como un bobo enamorado, soltó una risilla imaginándose la sonrisa del kazajo al recibir su mensaje.

Niño a los 18 años (JJBek)Where stories live. Discover now