Deseo egoísta

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Yuri estaba en la habitación donde estaba su abuelo mirándolo en esa camilla con todos esos cables rodeándole, realmente le dolía ver a su única familia pasar por eso, sus ojos estaban rojos y secos de tanto llorar, tomaba la mano de su abuelo sintiéndose incapaz de hacer algo más que verlo y rogar que se salve.

De pronto, su abuelo abre levemente los ojos, Yuri reacciona rápido ante eso, se tranquiliza al ver la sonrisa de su abuelo.

—Hola hijo

—Hola abuelo, ¿cómo te sientes?

—Mmm fastidiado, sabes que odio los hospitales, lamento haberte asustado Yuri.

—No te preocupes abuelo, lo único que importa es que estés bien, eres muy fuerte, saldrás de esta estoy seguro.

—Creo que quien debe tranquilizarse eres tú Yuri, estás algo alterado, tranquilo hijo, soy un hombre fuerte a pesar de mi edad—dijo el mayor con una sonrisa.

Yuri sonrió, feliz de ver que su abuelo seguía siendo fuerte a pesar de la situación, él tenía que ser igual de fuerte.

Jean y Otabek estaban en una bonita plaza caminando tomados de la mano, era extraño, pero realmente eran una pareja oficial, se sentían felices aunque algo avergonzados.

—Jejejeje, que extraño, la única vez en la que nos agarramos de las manos fue durante el festival—dijo Jean con una gran sonrisa.

—Bueno, tenía que cuidarte.

— ¿Y ahora me estás cuidando?

—Quizás, no estarás enfermo pero sí eres zoquete—dijo el kazajo con una sonrisa altanera.

—Pero tú amas a este zoquete—dijo Jean para luego reír alegremente.

Otabek sonrió, se acercó a Jean y lo tomó de la barbilla.

—Pues sí, te amo.

Dicho eso besó tiernamente los labios de Jean y el moreno no tardó en corresponderle.

Otabek abrazó la cintura de Jean y el canadiense abrazó el cuello del kazajo, pegaron sus cuerpos e intensificaron su maravilloso beso, aún era difícil de creer, pero era la realidad, ellos se amaban, Jean cada vez se sentía más seguro de sus sentimientos por Otabek, era algo maravilloso, amaba estar con él.

De pronto en medio del beso, Jean abrió los ojos con estupor al sentir una mano intrusa acariciar su trasero, ¿desde cuándo Otabek era tan atrevido?

Ambos se separaron pero sin soltarse.

—Wow, jejeje no creí que fueras mano larga—dijo el moreno con una sonrisa traviesa.

—Escucha no es mi intención pasarme de la raya, pero tampoco soy de piedra y sinceramente tienes un trasero que no se puede desaprovechar—dijo Otabek con una sonrisa de lado.

—Oh vaya me halagas, pero debo recordarte que estamos en un lugar público.

—Mmm podemos ir a mi casa si quieres.

— ¿Acaso el serio Otabek Altin me está haciendo una propuesta indecente?

—Piensa lo que quieras, no soy tan serio, puedo ser una bestia ¿sabes?

Jean no pudo evitar reírse y darle un leve golpecito en el hombro a Otabek quien seguía sonriendo, se sentía realmente feliz estar con Otabek, era como quitarse un peso de encima con sus dudas sentimentales.

De pronto el celular del kazajo suena, haciendo una mueca de molestia debido a que le estaban interrumpiendo su momento con Jean toma el celular, arquea una ceja al ver que es el número de Mila, sin más contesta.

Niño a los 18 años (JJBek)Where stories live. Discover now